En algún lugar de este gran país, hace tres días
                                    Susana se miro al espejo, se retocó un poco el color de los labios y lanzó un beso a su propia imagen reflejada, se gustaba con ese modelito. Blusa rosa escotada y faldita corta color negro, medias de rejilla y zapatos de tacón alto también negros, el wonder-bra hacía resaltar sus menudos pechos haciendo que pareciesen más grandes, además la peluca morena ocultaba su pelo corto y rubio, la imagen que veía la hizo recordar cómo era hacía 15 años, ahora era mucho más distinta, recordó su divorcio de un imbécil borrachin que la pegaba, desafortunadamente el juez no decretó pensión para ella, además como no tuvieron hijos ella se quedo con la sensación de ser estafada, era más mayor y mas mujer, pero dado que aquel cabrón la exigía no trabajar, se encontraba con que a los 40 años empezaba su vida laboral, con solo 2 de antigüedad.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               Salió del baño y caminó hacia la barra del pub, se sentó en un taburete y pidió de beber un zumo pues para lo que tenía pensado hacer necesitaba estar serena. Le trajeron la bebida y empezó a tomarla sin perder de vista la puerta del local, entretanto recordaba… recordó como busco trabajo, como la fastidiaban y la pedían cada vez más esfuerzo por menos dinero, pasó de un trabajo a otro y así igual en varias empresas, ella cumplía pero los jefes no, ¡malditos contratos basura! Finalmente entro en aquellos grandes almacenes, el sueldo era bueno pero no muy alto, tenía que ascender un poco para mejorar económicamente, se concentró en ello y superó en ventas a todas las compañeras, la gustaba el trabajo y el ambiente laboral, todo fue bien y la iban a ascender hasta que… llego “El idiota”.                                                                                                                                                                                                                           Parecía que el recuerdo ó la mala uva lo invocaron, entró por la puerta del pub, se llamaba Tomas y era guapo, tenía 27 años y era el hijo de uno de los directivos del almacén, moreno de gimnasio y rayos uva, cachitas con dinero y presumido, era más pedante que cuatro a la vez, en resumen era un cretino congénito con un papa forrado, para él idiota su trabajo por el que ella había luchado tanto, solo era un hobby, intento llevarse bien con él pero no le sirvió de nada, el idiota solo tenía una idea en la cabeza, ir de Casanova y follarse a un montón de niñatas, durante casi un año la estuvo puteando en el trabajo, las mujeres de su edad no le atraían y la caían todas las broncas, mientras los halagos siempre iban a las compañeras más jóvenes y algo putitas, el remate la llegó cuando la chivaron que no esperase la renovación del contrato, el idiota estaba presionando para que la echaran, ella no lo podía consentir, ya la habían fastidiado otros tíos y jefes, todos se fueron de rositas, este no lo haría, estaba harta de todos, este payaso iba a pagarlo por todos y lo haría muy caro.          

                                                                                                                                                                                                                Afortunadamente había oído como quedaba con Carla, una de las putitas del almacén y rival de Susana, esta había conseguido un aparatito electrónico, era una porra eléctrica, lo compró por internet, tenía el tamaño de un mando a distancia de video, daba descargas de 2000 vatios y solo debía aplicarse al sujeto en cuestión en el cuello para incapacitarlo, lo probó nada mas comprarlo, con el mastín de una vecinita que se llamaba Andreíta, apenas darle la corriente, el pobre animal cayó al suelo, parecía muerto pero al cabo de una hora se levantó tambaleándose y se fue, le observó un par de días y el animal se comportaba bien, desde entonces llevaba el aparatito en el bolso, aquel viernes, se adelanto a Carla a la salida y la esperó en el aparcamiento, cuando ella abrió el coche, Susana salió de detrás de la columna que la ocultaba, se acercó al coche desde atrás y aplicó el aparato a la nuca de Carla, esta no la vio ni se enteró ni gritó, solo quedo inconsciente sujeta por el brazo izquierdo de Susana para evitar que cayera sobre el volante e hiciera sonar el claxon, por suerte llevaba el cinturón de seguridad puesto, le dio un pequeño tirón y sonrío al notar que este se tensaba, dejo que quedara el cuerpo sujeto por él, a continuación se apropio del bolso de la chica, así parecería un robo, luego sacó una navaja de su propio bolso y sacando el brazo de Carla por la abierta ventanilla, la dio un corte con la navaja en muñeca, el corte era profundo y enseguida comenzó a sangrar profusamente por fuera del coche, manchando el suelo de cemento del parking, se marcho hacia su vehículo mientras pensaba que el segurata hacia su ronda más o menos cada hora, la encontraría sangrando y daría la alarma, su siguiente parada seria el hospital, sin el teléfono móvil que llevaba en el bolso, no podría llamar a nadie y nadie se pondría en contacto con ella.                                                                                                                    

                                                                                                                                                                                                                Susana se divertía mirando al idiota, era guapo pero tonto, esa era su autentica víctima, disfruto viéndole llamar a su amiguita con el móvil, “llama llama, que estará sonando en el bolso de esa zorra, dentro de mi maletero” acabo el refresco y se lo quedó mirando sonriente, el ya la había mirado un par de veces y captó su interés, dejo que llamara una vez mas y le vio decir algo secamente, seguramente la mandaba a la mierda, vía buzón de voz, decidió no esperar más así que se puso de pie, se aliso la falda y con un exagerado movimiento de caderas se acercó a su presa, segura de que no escaparía.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      El la vio acercarse, esa mujer era estupenda, la había visto en la barra sentada y muy sonriente, le pareció que estaba ligando con el ó al menos estaba muy interesada, bueno pues adelante que viniera, la putita de Carla le había dado plantón pero esta noche el no se quedaría sin mojar, ella llego a su lado y dijo: – Hola, me ha parecido que te daban plantón, ¿estás libre?. El carraspeó y la miro detenidamente, haciéndola esperar una respuesta, conto hasta 10 y cuando notó que ella iba a decir algo la contestó: – Si perdona, estaba algo distraído, si efectivamente estoy solo, pero gracias a que tú has venido eso tiene remedio, por favor siéntate aquí a mi lado. Ella así lo hizo, el pidió un par de cervezas y ambos bebieron y charlaron, ella dijo que se llamaba Marta él no se cambio el nombre, se fueron enrollando  cada vez mas animadamente.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      Una hora y dos cañas más tarde, se besaban apasionadamente, mejor dicho ella le hacía casi de todo, el estaba en la gloria con esta tía, más adulta que las habituales pero también más ansiosa, ella le preguntó: – ¿Por qué no nos vamos a algún sitio más tranquilo? Tengo ganas de ti. El idiota contesto: – Estoy de acuerdo contigo nena, vamos a mi casa. Salieron del pub, montaron en el coche de él, un Alfa Romeo gris de hace un par de años, ella puso su bolso atrás mientras el conducía, Susana le dijo: – ¿sabes? Siempre me ha dado morbo hacerlo en el bosque, me pone a tope y no te arrepentirás ¿quieres?. El prefería la comodidad de su cama, pero pensó que por esta tía merecía la pena ir al bosque, contestó: – Vale iremos, pero tendrás que hacerme algo por el camino, sino me enfriare. Susana no se hizo de rogar, se dedico todo el viaje a acariciarle los muslos y bajarle la bragueta, sus manos sacaron el miembro de Tomas, este ya estaba erecto así que ella se dedico a masturbarlo suavemente, mientras se volcaba hacia él y le lamia la oreja, suspirándole y diciéndole lo bien que lo pasarían, las manos no dejaban el miembro tranquilo ni un instante, el se intentaba concentrar en el camino pero las caricias y los suspiros en su oído se lo pusieron difícil.

                                                                                                                                                                              Finalmente llegaron al bosque y se metieron con el coche por una vereda, no quiso Tomas meterlo demasiado, apenas unos 100 metros pero desde la carretera no se veía el coche, el se dispuso a reclinar el asiento pero ella lo contuvo diciendo: – Espera un momento cielo, yo te he alegrado el viaje, te toca a ti hacer algo. Tomas estaba tan caliente que ni se le ocurrió protestar, se giró hacia ella y sin dejar de besarla bajó sus manos a sus pechos, ella le cogió una de las manos y se la empujo hacia el sexo, sintiendo el tanga empapado y los dedos entrando en su coñito, ella suspira de placer al sentir como aquellos dedos la acarician los labios y encuentran, el hinchado y endurecido clítoris, pellizcándolo y sobándolo mientras deja entrar su dedo meñique en el interior del chochete, ella disfruta mucho con la caricia, está totalmente empapada y jadea si poder parar, con la otra mano él la ha sacado uno de sus pechos y lo lame, chupa el pezón ansioso mientras con la mano la acaricia el seno, deja de tocar el clítoris y mete varios dedos en el coñito, la bombea metiéndola y sacando los dedos, ella se agita, se tensa y gime de placer, exclama casi gritando:- ¡me corro cabrón, me corrooo! Su cuerpo salta y se estremece de placer, se agita contra sus dedos hasta que poco apoco, el afloja el rimo de sus dedos para permitirla relajarse tras la corrida.                                                                                                                                                                                                                                                          Ella le da un beso y le empuja la cabeza hacia abajo, el entiende que quiere ser lamida allí abajo, no se resiste pues sin saber porque esta mujer le gusta, huele el coñito antes de hacer nada, le encanta este olor a hembra en celo, se coloca en mejor posición y rompiendo el tanga se lo quita, pasa la lengua por aquellos labios húmedos y los besa como si fueran una boca, durante unos instantes es un beso suave, luego mete la lengua y se desata con pasión, lame y penetra con la lengua, la saca y mordisquea los labios suavemente, vuelve a meterla la lengua y la folla con ella, entrando y saliendo sin tregua de su empapado coño, lo hace rápido con pasión y casi hundiendo allí su cara, ella goza y junta las piernas en su espalda, lo aprieta con ellas como impidiendo que se le escape, ella misma se aprieta ambos pezones fuertemente con sus dedos, se corre otra vez se estremece grita y gime mientras su cuerpo se arquea, le viene otra corrida casi a la vez, el no ha parado de chuparla y follarla con la lengua y ella disfruta moviendo la cabeza a los lados y con el cuerpo tenso de placer, finalmente ella le pone una mano en la cabeza apartándolo un poco de su coñito, aunque sigue suspirando nota como su respiración se va normalizando.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 Hora de pagar tus putadas, piensa ella al tiempo que busca con su mano izquierda en el bolso, coge la porra eléctrica y sin vacilar se la aplica en la nuca a Tomas, en ese momento el decía algo así como: – Que bonito es, me gust… y cayó sobre su coñito desvanecido. Susana se incorpora y sale del coche, recoge su tanga roto y abre la puerta trasera del coche, toma su bolso y lo abre, mira su contenido, su navaja, unos metros de cuerda para tender ropa, guantes de fregar, un par de cinchas de plástico, de las usadas para sujetar tubos gruesos, el resto son las típicas cosas de cualquier mujer, se pone los guantes y saca la cuerda, guarda el tanga roto, luego se dirige al idiota, por simple precaución le da otra descarga en la nuca, le registra quitándole la cartera, el reloj y todo lo de valor, guardándolo en su bolso, después le tira de los brazos y lo arrastra hacia un árbol cercano, le ata las manos a la espalda con una cincha de plástico gruesa, le coge de los sobacos y lo deja sentado apoyado en el árbol, para después atarlo a él dándole varias vueltas por el pecho sujetándole al tronco, le quita los zapatos y los calcetines, con los que atándolos fuertemente hace unos torniquetes por encima de las rodillas del hombre.                                                                                                                                                                                                                                              

                                                                                                                                    Susana se lo queda mirando sin decir nada, piensa “ pedazo de cabrón, me has jodido en el trabajo durante todo un año de mi vida sin compasión, es tu turno de ser jodido sin compasión ninguna, lo que das lo recibes” se inclinó sobre él y cogiendo sus piernas le dio unos cortes profundos en las plantas y los talones, no salió demasiada sangre gracias a los torniquetes, pero cortó lo suficiente para saber que llegaba a los tendones y nervios de ambos pies, repitió la operación en las pantorrillas y debajo de ambas rodillas por su cara interna y luego dio varios cortes profundos aleatoriamente en ambos muslos, uso la otra cincha de plástico para unir sus pies sangrantes juntos, usó la chaqueta del idiota para taparle la boca y sujetarle la cabeza al tronco, tiro el teléfono móvil del “idiota” unos metros mas allá, lejos del camino y dio una vuelta mirando por si se había dejado alguna pista cerca y una vez satisfecha se subió al coche y se fue.                                                                                            

                                                                                                                   Volvió a la ciudad, por el camino pensó en el idiota, “no morirá desangrado, los torniquetes lo impedirán, pero las heridas y la falta de sangre propiciaran la infección y la necrosis, si lo descubren mañana sábado, aun pueden salvarle los pies, si es el domingo pude que le salven las rodillas, si es el lunes le cortaran las piernas a la altura de los muslos” todo depende de cuando sus padres denuncien su desaparición, localizarían el móvil y por la señal le encontrarían. Ella aparcó el coche en una calle de las afueras, empezaba a clarear y no tardarían en pasar los autobuses, ella pasaría por una mas que ha estado de fiesta y vuelve a casa, salió del coche y dejo las ventanillas abiertas, abrió la puerta trasera y dejo allí la cuerda sobrante, dio varias puñaladas a la tapicería de los asientos, sacando el relleno de gomaespuma lo amontonó y sacando un cigarrillo se lo encendió y después prendió fuego al montoncito de gomaespuma, se apartó un poco del coche quitándose los guantes, los tiro por la ventanilla al interior del vehículo que empezaba a arder.                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Ella se apartó andando tranquilamente tras comprobar que nadie la observaba, mientras el fuego se extendía dentro del coche envolviéndolo por completo, tomó una bocacalle y anduvo un par de manzanas, llegó a una avenida y esperó, vio un taxi y lo tomó hasta el centro, una vez allí tomó un autobús hasta su casa, al llegar se desnudó y se duchó, metió la ropa la peluca y los zapatos en una bolsa, junto con la cartera y documentos del idiota después de sacar de ella el dinero y guardárselo eran unos 400 euros, lo de la bolsa lo destruiría al día siguiente junto con las cosas de Carla, se tumbó en la cama y se dispuso a dormir, ascendería en el trabajo estaba segura, ahora el futuro por fin la sonreiría, se había tomado su venganza por casi un año de putadas, aunque a ella le parecía que había sido muy corta, pero sabía que “el idiota” la recordaría durante toda su vida a “aquella mujer madura” la ultima con la que ligó teniendo piernas.     
Postdata: cuidado hombres y mujeres, Susana es solo un nombre inventado, esta reaccion la podrias tener tu: Ana, Carmen, Pepita, ó tu Luis, Carlos, Jóse, si tambien tu que me lees, SI, SI !TU! el que lee y se señala con el dedo, nunca se sabe cual es la ultima gota que hace rebosar el vaso, Solucion: Cuida a tu pareja, amigos y compañeros de trabajo como desearias que esa persona te cuidase a ti.   SED FELICES                                                                                                                                               
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