Calladamente llega a clases, entra a la sala y se ubica en su puesto a la espera que llegue el profesor. Reservada y tranquila, así es ella. Saluda a sus compañeras de manera bastante seria, algo típico en Gabriela. Al principio les molestaba su actitud tan distante, pero ahora ya no la toman en cuenta, “es una perra amargada” dijeron en una ocasión.

Gabriela mantiene distancia con todo en el curso. Siempre trabaja sola y cuando debe hacerlo con otro compañero lo hace solo en el colegio, rara vez se junta con alguien después de clases a menos que sea estrictamente necesario. No es nada popular entre sus compañeros por ello, la encuentran arrogante y sobrada. Muy poco se sabe de ella, vive sola en un departamento que sus abuelos le pagan, no se sabe nada de sus padres o si tienes hermanos o algo así, básicamente ella es todo un misterio.
Ella no es fea, posee un bello rostro de facciones suaves, ojos claros y pelo castaño claro hasta el hombro. Siempre viste ropas bien holgadas y sueltas, aunque en una ocasión se le vio llegar con un peto más ligero y se aprecia una bella figura, algunos chicos se le han acercado pero los rechaza de forma bastante directa e incluso los llega a insultar.
Es día viernes en la tarde y la clase de deportes esta por empezar. Todos llegan al gimnasio y se preparan para la clase y se cambian de ropa, Gabriela espera afuera a que se desocupe el camarín de mujeres, esto mientras sus compañeras se alistan. “Que rara es esta tipa” comenta Teresa al ver a Gabriela afuera, “déjala si es así” le responde Valeria. Al cabo de un rato entra Gabriela y rápidamente se cambia de ropa. El contraste entre ella y sus compañeras es notable, mientras la mayoría opta por poleras ajustadas y pantalones deportivos bien cortos para lucir sus cuerpos ella se viste con poleras anchas y holgadas y pantalones deportivos largos e igualmente anchos.
A pesar de todo Gabriela es una buena deportista, en la práctica de deportes se muestra muy activa. Una de las evaluaciones consiste en una demostración de básquetbol donde deben enfrentarse en uno a uno, la rival de Gabriela será Valeria, una de las chicas mas populares del curso.
El profesor da las indicaciones y el partido comienza. Gabriela rápidamente demuestra su habilidad, para sorpresa de sus compañeros, y Valeria tiene problemas al marcarla, todos están atentos al duelo y lo siguen con interés. Valeria se esfuerza por seguirle el paso pero se le resulta muy complicado, por su parte Gabriela se siente algo incomoda cuando Valeria se le encima para marcarla, el sentir los pechos de su compañera en la espalda la hacen desesperarse un poco, Valeria es reconocida por el tamaño de su busto.
El partido continúa y se vuelve mas intenso, Valeria no esta dispuesta a perder y se empeña por marcar a su compañera. Sorpresivamente cuando Gabriela salta para tratar de encestar Valeria salta a marcarla y ambas chocan. Al caer Valeria pierde el equilibrio y le cae encima a Gabriela la cual queda bajo su compañera, de forma involuntaria la rubia le restriega sus grandes pechos en la cara. Gabriela se desespera y trata de poner se de pie.
“¿Oye estas bien?”, le pregunta Valeria, Gabriela se pone de pie y se aleja cojeando, “si gracias, solo me torcí el tobillo”. Valeria se le acerca a revisarla pero Gabriela se aleja con un gesto algo brusco. “Oye que te pasa solo quería ver si estabas bien” le replica Valeria molesta, “¡solo déjame ya!” replica Gabriela en un tono mas duro. El profesor interviene y da por terminada la evaluación para ambas y envía a Gabriela a descansar. “¿Qué demonios le pasa a esa tipa?” reclama la rubia, “solo déjala ya sabes que es bien rara” dice Teresa, “ven vamos a comprar algo de beber me muero de sed” agrega Ana. Gabriela se queda sentada en una orilla y se toma la cabeza, a la distancia las chicas la ven con extrañeza.
Gabriela esta comprando en un quisco cuando se da cuenta que la clase termino. De inmediato regresa al gimnasio y se asegura que no haya nadie en el camarín de mujeres para poder darse una ducha y cambiarse ropa. A la distancia solo esta el profesor el cual recoge sus cosas y se va. Ella entra al camarín y lo revisa no encontrando a nadie.

De un casillero saca su bolso y se va la última ducha disponible en el fondo del camarín. Se saca su ropa y la guarda en su bolso, luego deja una toalla en una percha y se mete bajo el agua. Gabriela se relaja un poco y respira hondo, ha sido un día bastante agitado y solo quiere volver a su casa. Se acuerda del duelo que tuvo contra Valeria, el solo recordar la sensación de sentir los pechos de la rubia sobre su cuerpo le provoca un escalofrió, ella trata de olvidarlo pero no puede, de forma casi involuntaria comienza a deslizarse una mano entre sus piernas.
“¿Y bien como te fue en la fiesta el otro día?”, al oír esto Gabriela reacciona casi aterrada, de inmediato cierra la llave de la ducha para no ser oída, no quiere ser vista por sus compañeras. “Horrible, toda una decepción, pensaba follarlo pero el idiota se corrió en mi boca cuando se la estaba mamando” se lamenta Valeria acerca de su cita de anoche, “¿y a ti como te fue? Supe que tu primo iba a venir” le pregunta después a Teresa, “así es llego ayer, pero llego con su novia”, “¿y él es tan guapo como dices?” pregunta Ana, “si es bien guapo, de hecho hace tiempo que le tengo ganas, por desgracia no es muy listo, le insinué en un par de ocasiones hacer un trío con él y su novia pero ni siquiera me tomo en cuenta, ¿y tu como lo pasaste?”, “pésimo, yo trabaje de promotora ayer en la noche en un evento, me canse que puros viejos se me insinúen a cada rato” comenta Ana.
Las tres chicas conversan alegremente de su vida privada. Gabriela guarda estricto silencio, no dice una palabra. Por una rendija las espía mientras las chicas se van sacando la ropa y se preparan para darse una ducha. Ella observa a sus amigas desnudas y no puede evitar excitarse un poco, algo que le avergüenza. Gabriela cierra sus ojos y carga sus manos entre sus piernas, fue ahí cuando de pronto Valeria abre la puerta de la ducha y la sorprende, al verla ella se queda sin habla. Al notar la reacción de su amiga Ana y Teresa acuden a ver que ocurre, “¡que rayos!” exclama Ana en voz alta, Gabriela abre los ojos y se ve sorprendida, desesperada ella simplemente cae al piso y rompe en llanto.
Las chicas casi no saben que hacer, finalmente Valeria le hace un gesto a Ana y esta sale corriendo y cierra la puerta del camarín con llave para que nadie más entre. Teresa entra a la ducha y levanta a Gabriela mientras Valeria la envuelve en una toalla y la hacen sentarse en una banca, tratan de calmarla como pueden. Gabriela no deja de llorar, ellas se miran las caras sin saber que hacer ante esta situación, “¿pero como es posible esto?” le pregunta Ana, “¡no se, no se!” responde Gabriela visiblemente alterada, “¡desde que me acuerdo he sido así, no se que hacer ahora que todos lo van a saber!”, Valeria la sacude con firmeza para hacerla reaccionar, “¡solo cálmate, nadie lo va a saber, no se lo vamos a decir a nadie!” le insiste y sus amigas repiten lo mismo, esto hace que Gabriela se calme un poco, Teresa le ofrece algo de beber y poco a poco se recupera.
Ya más calmada ellas miran atentamente a Gabriela, un miembro se asoma entre sus piernas y al mismo tiempo posee un coño, ellas no entienden nada. “Soy hermafrodita” les dice, “¿Qué cosa?” pregunta Valeria, “hermafrodita, tengo pene y vagina, una mujer pero con órganos sexuales masculinos y femeninos al mismo tiempo”, la cara de asombro de todas es más que evidente. “¿Pero como es posible?” le pregunta Teresa, “no lo se, al principio era una chica normal, hasta que cuando cumplí los 10 años esto se empezó a desarrollar, nunca se lo dije a nadie y siempre trate de ocultarlo, no saben por lo que he pasado para esconder esto” dice ella muy apenada y con lagrimas en sus ojos, sus compañeras se compadecen y entienden el por que es tan reservada y distante con los demás, el miedo que ella siente de que la descubran debe ser muy grande.

Gabriela ya se siente mejor, “tranquila no le diremos a nadie, tu secreto estará a salvo” le dice Valeria que le da un efusivo abrazo. En ese momento la rubia siente algo presionando contra su cuerpo, al separarse se da cuenta que el miembro de Gabriela se ha puesto duro y erecto, “¡vaya es increíble!” comenta, sus amigas observan atónitas. Gabriela se sonroja y se avergüenza por ello, “¿te excitaste con mi abrazo?” le pregunta Valeria, pero su amiga solo baja la mirada avergonzada y trata de cubrirse su verga, Teresa no se lo permite, “déjanos ver” le dice. Gabriela de forma reticente separa sus piernas y aleja sus manos, sus compañeras se hincan frente a ella y observan su miembro asombradas, esta duro y erecto su roja cabeza se aprecia claramente.

Ana toma la iniciativa y delicadamente lo toma con una mano, Gabriela suspira profundamente y Ana lo siente palpitar, lo frota levemente y este reacciona al igual que Gabriela cuya respiración se vuelve entrecortada. “déjame probar” dice Teresa, ella es más directa y frota con ambas manos el miembro de Gabriela la cual trata de impedirlo pero Valeria la detiene. La rubia se sienta tras ella y apoya sus pechos en las espalda de su amiga y le toma las manos, “tranquila, solo relájate” le dice al oído y le empieza a besar el cuello delicadamente haciendo que su amiga se derrita. “¿Te has masturbado con el?” le pregunta Ana, débilmente Gabriela le responde que si mientras Valeria la sigue besando en el cuello y con sus manos ahora busca sus pechos, “¿y te has corrido?”, de nuevo le responde que si.

Valeria no deja de masajear los senos de Gabriela, ella esta muy excitada y trata de controlarse, pero la rubia no la deja. Teresa y Ana siguen acariciando la verga de su amiga, se la frotan y envuelven con sus manos su miembro el cual sienten palpitar a cada instante. “Vamos a probarlo” dice Ana y Gabriela observa desaparecer su verga entre los labios de su amiga, la calidez de su boca y el roce de sus labios la hace estremecerse por completo. Sus gemidos se hacen más fuertes hasta que Valeria sella sus labios con los suyos y hunde su lengua en la boca de su amiga. Gabriela se siente inundada por toda clase de sensaciones, Ana y Teresa se la están mamando al mismo tiempo y se sobresalta cuando Ana le separa bien las piernas y le roza su coño, “eres bien sensible” le dice.
Las tres ponen a Gabriela sobre la banca. Valeria se pone encima de ella y la besa apasionadamente y frota sus pechos contra los de ella, poco a poco Gabriela cede ante sus amigas. Teresa se ocupa de hacerle una tremenda mamada, “¡tu verga sabe increíble!” le dice, Gabriela se retuerce al sentir como Ana se lo hace en su coño, mete su lengua y sus dedos sin darle tregua. Valeria le pasa sus pechos en la cara y Gabriela de inmediato se los chupa y lame, “no sabes desde hace cuanto quería hacerte esto” le confiesa Gabriela, “¡pues házmelo!” le responde la guapa rubia.
“Te la quiero mamar ahora” dice Valeria, Ana y Teresa le devoran los pechos y la besan mientras Valeria usa sus carnosos labios, “¡es grande, dura y deliciosa!” dice la rubia que se la chupa y se la frota insistentemente. Mete su lengua en su coño y después continúa hasta llegar a su miembro. Ana le toma una mano a Gabriela y la lleva hasta su entrepierna, “presiona tus dedos aquí” le dice y ella se los hunde en el coño, Teresa hace lo mismo y mientras le devoran los pechos Gabriela masturba a sus amigas. Valeria no deja de mamarle su verga, se la chupa con insistencia y le mete sus dedos en el coño, Gabriela no deja de moverse nunca había sentido algo así antes. “¡No puedo más, no puedo más!” comienza a gritar Gabriela y Valeria siente como su boca se llena de semen el cual se escurre por su cuerpo.
Las chicas observan como brota del miembro de Gabriela y se apresuran a saborearlo lamiendo todo lo que cae. Valeria se monta sobre Gabriela y le da un beso haciéndole probar su propio semen, “sabe delicioso, es mucho mejor que el de un hombre” le dice. Gabriela esta completamente extasiada. “¡Oye mira esto!” le dice Ana a Valeria, las tres se dan cuenta como, a pesar de haberse corrido en abundancia, la verga de Gabriela aun seguía dura y erecta, “¡increíble!” exclama Teresa, Valeria sonríe, “¡veamos que más puede hacer!”.
La voluptuosa rubia se monta sobre Gabriela, sus amigas sujetan su verga que se siente dura y palpitante. Gabriela las observa como su amiga se va metiendo lentamente su verga, “¡aaaaah, es grande es increíble!” exclama la rubia a medida que siente aquel miembro recorriéndola por dentro. Gabriela se muerde los labios de placer, la sensación es indescriptible mientras su verga se ve envuelta por el coño de la rubia. Valeria finalmente la recibe toda dentro, “¡la siento palpitar en mi sexo eres sensacional!” le dice a Gabriela que esta casi fuera de si.
Valeria comienza a cabalgarle encima, primero lentamente pero a medida que va tomando el ritmo lo hace con más fuerza y rapidez. Sus pechos se agitan frente a Gabriela que la toma de las caderas y empuja también para penetrarla mejor. Ana y Teresa comenzaron a besarse con Valeria, le soban sus grandes pechos y Ana le hace un dedo en el culo algo que a la rubia le encanta. Gabriela estira sus manos y le soba sus pechos mientras Valeria le cabalga encima, “¡se mueve, se mueve dentro es increíble nunca había sentido una verga así antes!” dice la rubia cuyas palabras se entremezclan con sus gemidos. Teresa se pone sobre Gabriela restregándole su sexo en la cara, de inmediato ella le hace sexo oral y Teresa siente su lengua entrando en su coño.
Las tres chicas se empezaron a turnar para montarse sobre Gabriela, Ana tomo ansiosa el lugar de Valeria, ella es mucho mas esbelta que la voluptuosa rubia pero no menos ardiente. Ana se inclina un poco y Teresa se encarga de hacerle un dedo a Gabriela en su sexo, Valeria le pone su coño en la cara y Gabriela se ve complacida por todos lados. “Follame de otra manera” le dice Teresa. Ella es más bajita que sus amigas, pero tiene un culo bien grande. Se pone de espaldas en la banca y apoya sus piernas en los hombros de Gabriela, Valeria coge el erecto miembro y se lo mete en el coño a su amiga, “ahora bombéale con todo” le dice a Gabriela.
Teresa se queda casi sin aliento mientras Gabriela la folla, Valeria por detrás no deja de meterle los dedos a Gabriela, ya sea por el culo o por su coño y Ana pasa su sexo en el rostro de Teresa. “¡Más fuerte, dale más fuerte!” le incita Valeria mientras hunde sus dedos bien adentro de su amiga, Gabriela le da con todo a Teresa hasta dejarla sin aliento a estas alturas ya sabe muy bien como usar su verga y hacer delirar a sus amigas.
Valeria se pone en cuatro en el piso apoyándose en una toalla, “ven aquí, quiere me desvirgues por el culo”, Gabriela esta impresionada al igual que Teresa y Ana. Valeria aprecia la verga de Gabriela apuntando a su cual daga apunta un soldado, sus amigas le ayudan y le lubrican su culo para facilitar la penetración, el miembro de Gabriela no ha perdido un ápice de dureza. Gabriela lo toma en sus manos y lo dirige metiéndolo entre las nalgas de Valeria que esta más expectante que nunca. Lentamente empieza a presionar y este comienza a desaparecer en el culo de su amiga, “¡aaaaay!” se le escucha a la rubia que aprieta sus puños a medida que se dejante miembro se le va clavando en su culo virgen, Gabriela siente la estreches de Valeria envolviendo y apretando su miembro pero con una acometida final la empala completamente.

“¡Ahora te haré gritar!” le dice, Gabriela la sujeta de las caderas y la folla salvajemente, le arremete con todo ante el asombro de sus amigas que más excitadas que nunca observan a Gabriela destrozarle el culo a Valeria. “¡Más despacio me vas a partir en dos!” le suplica Valeria en medio de sus quejidos pero Gabriela no la escucha y le sigue dando, los pechos de la rubia se agitan ante cada embestida y Gabriela simplemente no le da tregua, la escena tiene atónitas a Teresa y a Ana que solo observan y se masturban entre ellas.
De pronto Valeria colapsa y cae rendida al piso, casi desmayada abrumada por el orgasmo. Gabriela entonces las emprende sobre Teresa cuyo gran culo, más grande que el de Valeria, es un blanco apetitoso ahora. Teresa ya tiene experiencia en el sexo anal, pero la forma en que Gabriela la coge la sorprende por completo y casi no puede seguirle el paso. Gabriela la somete hasta ponerla de espaldas en el piso con su miembro bien enterrado en su culo y usando sus dedos contra el coño de su amiga, Teresa se retuerce y se contorsiona ante semejante cogida que le dan, nuevamente y al igual que con Valeria ella colapsa totalmente extasiada.
Ana observa los ojos de Gabriela, tiene una mirada fija en ella. Gabriela la arrincona y la besa, a la fuerza la voltea y la pone de cara contra la pared. Ana no alcanza a decir nada cuando siente como su culo, también virgen, es penetrado por Gabriela. “¡Aaaaah, es muy grande me vas a partir!” le grita pero Gabriela no la escucha y le sigue dando y metiendo su mano entre los muslos frotando su coño. La aprieta contra la pared metiendo su miembro hasta el fondo y dándole bien duro al igual que como lo hizo con Valeria y Teresa las cuales están al lado observándola. “¡Ya no puedo más!” grita Gabriela y Ana siente su culo inundado por semen, Gabriela saca su verga y Ana cae absolutamente rendida. Gabriela entonces termina de correrse sobre Valeria y Teresa que gustosas reciben su calida descarga, agotada Gabriela se desmaya y queda rendida en el suelo.
A las cuatro chicas les toma varios minutos recuperarse. Ana y Valeria tiene sus culos casi destrozados, Gabriela no les tuvo compasión ni siquiera por ser su primera vez, Teresa esta mejor. Bajo la ducha y en medio de abrazos y caricias se dan un baño y luego se arreglan y se van. “Ahora que ya no tienes que ocultar tu secreto con nosotras, podrás usar tu encanto cada vez que quieras lo haces mejor que un hombre” le dice Valeria, Ana y Teresa están totalmente de acuerdo.
El lunes están en clases de nuevo, Gabriela se muestra más alegre y todos se sorprenden al verla charlando tan animadamente con sus nuevas amigas. En el recreo Ana y Teresa las buscan desesperadamente a Valeria y Gabriela, las perdieron de vista al salir de la sala. Al final las encuentran escondidas en el fondo del patio, Valeria con su blusa abierta y su falda subida con Gabriela dándole por detrás, “¡hey, teníamos un acuerdo que gozaríamos las tres!” reclama Ana, Valeria no responde, esta ocupada siendo follada, “¡no importa, aun tengo para todas!” contesta Gabriela, “bien en ese caso aun nos quedan 15 minutos de recreo” dice Teresa, ella y Ana se empiezan a aligerar sus ropas y esperan su turno junto a Valeria.

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