Tras la placentera experiencia, Mili se contrajo por el frio del agua y el frio que recorrió su espina al ver a su viejo acercarse molesto. Como de costumbre en momentos de tensión apretaba las nalgas…

– Suéltame… le susurre al oído, agazapándome detrás de ella, mientras ella se relajaba.

No sería muy bonita imagen para el militar que me encuentre jugando al trencito con su hija, enganchados por mi verga en su ano, con mi semen flotando alrededor…

– Escóndete…. me murmuro nerviosa.

Sus nalgas habían soltado mi verga, su viejo se acercaba, yo me agache, pase frente a ella para que me cubra con su cuerpo. Por el borde de la piscina y el ángulo en que venía su viejo sería difícil que me vea. Pero Mili al notar que su viejo se acercaba más, tomo mi cabeza y me la zambullo, advirtiendo esto yo ya había tomado aire. Estaba ahora bajo el agua aprisionado entre el cuerpo de Mili y la pared de la piscina.

– ¿Por qué demoras tanto hija?… hace media hora debiste regresar… le riño su padre.

– Lo siento papi… es que acá no hay reloj… dijo la muy sabida.

Intuyendo que su padre le podía pedir que salga de la piscina inmediatamente, note que su bikini estaba ladeado, porque ella lo movió así para permitir que la penetre. Entonces, lentamente le fui acomodando la ropa de baño, lo que le provoco un temblorcillo nervioso.

– ¿Dónde está ese enamorado tuyo?… pregunto sospechando el viejo.

– Ah… él fue a traerme unas toallas… ya hace frio… dijo justificando sus temblorcillos.

– No te demores… le advirtió nuevamente su padre, procediendo a retirarse.

– No exageres, deja a los muchachos en paz… dijo la mama de Mili viniendo a llevarse a su esposo.

– Si, ya voy papi… intentaba ahuyentar Mili a su papa.

Mientras yo debajo del agua, me ponía azul aguantando la respiración. Cuando me sumergí aún estaba agitado por la cogida que le di. Resistí lo más que pude, porque conociendo al viejo de Mili, se iría pero volteando de cuando en cuando para verificar si era cierto lo que le decía su hija.

Hasta que al fin salí cuando ya no pude aguantar más. Para mi suerte su viejo había desaparecido, otra vez Mili me llenaba de besos disculpándose por haberme hundido en el agua… bueno yo también se la había hundido en el esfínter y no me disculpe… pero esa hundida ella lo disfruto…

Al poco rato salimos de la piscina, ella se limpió y se cubrió con las toallas, mi leche parecía haberse diluido en el agua de la piscina. Ojala que cambien el agua al día siguiente, el que trague esa agua se llevara un sabor a mi… pensé.

El chico de limpieza había dejado gentilmente unas toallas, tras cambiarnos, las tome para secarnos el cabello y disimular el pretexto que Mili dio a su padre… y fue buena estrategia. Al poco tiempo y de improviso apareció nuevamente su padre, casi me da un infarto de verlo al lado nuestro.

– Mili… tu madre te llama… le dijo el militar para alejarla.

Me cagu… pensé, sude frio… quizás su viejo escondido nos había visto.

– Necesito hablar con este joven… cosas de hombre… le dijo insistiendo.

– Pero papi… dijo ella protestando casi berrinchosa.

– Entiendo señor… No te preocupes Mili… le dije resignado, calmándola.

Si me molería a golpes o me gritaría, seria vergonzoso que ella este al lado. Por otro lado, vi a Mili irse como mascota regañada, quizás a quejarse con su madre y esa señora seria mi salvación.

– Pues bien… ¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?… pregunto directamente.

– Las más honorables señor… vine aquí por ella… replique sin intimidarme.

Ufff… al menos no me pregunto por los incidentes en el bosque y en la piscina, todo estaba bien…

– Sabes que me entrenaron para infringir dolor al enemigo… casi me amenazo.

– Claro señor… solo espero mantenerme como aliado… respondí tragando saliva.

Esta última respuesta le hizo gracia, se relajó un poco, al menos ya había sentado su punto, puesto las cosas claras… si lastimo a su hija, el me lastima a mi… así de simple y doloroso…

Luego para mi sorpresa, había mandado traer del bar una botella de whisky, hielo y un par de vasos. Yo no era muy afecto a ese tipo de tragos… como comprenderán estudiante de pocos recursos toma cerveza, ron barato, vino en caja u aguardiente de dudosa procedencia combinado con refresco…

No soy de embriagarme rápido, pero con todo el estrés del día, la persecución y las cogidas, en realidad quería irme a dormir, pero no podía desairar al viejo de Mili, al que al parecer había caído en gracia y quería creer que el militar, al menos a su manera, me respetaba.

Al pie de la piscina donde estampe a su hija… conversamos el militar y yo de muchas cosas, pregunto por mi familia, que quería yo a futuro de la vida… ver si mi entorno y mis aspiraciones encuadraban con lo que como padre quería para su hija… por su parte él también me conto de su familia, como conoció a su esposa, su hija, anécdotas de su carrera militar…

El hielo era un adorno, el viejo tomaba el trago puro y por no quedarme atrás lo tome igual. Al principio sentía que el trago cauterizo mi garganta, después ya adormecido, ni sentía mi garganta. Terminamos la botella y mando a pedir otra.

Creo que el viejo de Mili quería soltarme la lengua a punta de trago, yo más bien sentía que la lengua se me trababa más por el efecto del alcohol. Como dicen solo los niños y los borrachos dicen la verdad… seguro el militar esperaba que confiese o se me escape algo de lo sucedido en el poco tiempo que tenía con su hija o descubrir mis verdaderas intenciones con ella.

El militar quiso pedir otra botella de trago, ya era poco más de medianoche, para mi suerte el bar ya estaba cerrando y mi suegra vino a rescatarme con Mili… lo dejaríamos para otro día. Ese gigante graciosamente se fue abrazado de su pequeña esposa. Mientras Mili me remolcaba a mí, sonreía de verme mareado y que le caía bien a su papi.

Con todo el cansancio físico y mental de las últimas semanas de estudio y enredos amorosos, estaba noqueado. Me atreví a pedirle a Mili hacerlo otra vez… pero no se podría porque olía a licor y no le gustaba, además que su padre la esperaba y no había que abusar de nuestra suerte… más tarde la mala suerte abusaría de mi…

Caí en la cama deshecho pero satisfecho… Feliz porque todo se había solucionado…

Horas después desperté medio sonámbulo, en mi mareo note que aún era de noche… quizás cerca de amanecer… algo de la luz artificial de los postes entraba por la ventana de mi cuarto…

Sentí que no estaba solo en la habitación… además… sentía una floreciente erección, humedad en mi verga… quizás había tenido un sueño erótico sin darme cuenta… alguna vez un tío se durmió ebrio y se orino dormido… ojala no me haya pasado eso, me lamentaba porque sería vergonzoso…

Sin embargo, sentía que algo se movía en mi verga…. Mierd… un insecto, me dije temiendo que fuera una cuchara o, peor aún, una araña que me pique y deje envenenada mi verga… pero no era eso…

– ¿Qué?… exclame asombrado viendo mi entrepierna.

Había una sombra succionándome la verga… caraj… se levantó levemente al oírme, era una silueta femenina… ¿era un sueño?, bueno se sentía real… solo en la alucinación del momento, esperaba que no fuera Samara, la chica de la película “el aro”… ya que se inclinó de nuevo a succionarme y solo veía su cabellos… igual le rompería su aro por importunar mi sueño…

Luego pensé: esta Mili desesperada, al parecer le gusto mi propuesta y no pudo esperar a que amanezca… se escapó de la cabaña de sus padres y vino a exprimirme… total ella me dejo acá horas antes, conocía la cabaña y donde dormía, seguro dejo las puertas abiertas para regresar luego.

Quise acariciarle el cabello mientras me mamaba desesperada la verga… estire mi brazo, pero no llegue… mierd… que pasa, me quede acalambrado, contraído… intente otra vez y nada… mierd… ese trago me dejo parapléjico… aun mareado voltee a ver que le pasaba a mis manos que no se movían…

– Pero ¡qué diablos!… exclame nuevamente sorprendido.

Tenía mi mano atada a uno de los bordes de la cama… asustado voltee a ver mi otra mano y también estaba atada… quise patalear, pero… tampoco pude… mis tobillos también estaban amarrados.

– Wow… así no era, se supone que yo te amarraría y vendaría a ti… le dije confundido.

– Es que te necesitaba ahora… dijo en voz baja, quizás para no despertar a Guille y Vane.

– Prende la luz al menos para verte… le dije ansioso.

– No mejor, no… se va a dar cuenta… dijo avergonzada.

Mientras hablaba, no dejaba de pajearme, para tenerme bien duro… cuando sintió que ya no era necesario mayor estimulo. Se incorporó, caminando de rodillas sobre la cama, con sus piernas ladeándome… estaba ubicándose para que la penetrara, mientras yo solo veía su sombra y silueta…

– Ohhhhh…. Uhmmmm… exclamo satisfecha al sentir que se había ubicado bien sobre mi verga.

Sentí toda su humedad, su vagina súper mojada me recibía con gusto… mi verga se le hundió con gran facilidad en su tibio interior…

– Ufff…. exclame satisfecho de tenerla empalada.

Un cambio de vez en cuando no está mal me dije… yo siempre la embestía y me la clavaba, ahora le tocaba a ella hacer el sacrificio… ella la tenía todo adentro y lo disfrutaba casi sin moverse, luego comenzó a menear su rabo en mi entrepierna, quería sentir mi verga en todos los ángulos…

– Uyyy… te dije que no podía esperar a sentirte dentro mío… me dijo con voz apasionada.

– ¿Perdón?… pregunte pasmado, recordaba esa frase.

No era la voz de Mili… era la voz de… Vane….

– Espera… no… caraj… ¿qué haces?… le dije sintiéndome violado.

– Hago lo que tú debiste hacerme… me dijo provocadora.

Yo la tenía ensartada hasta las tripas… mi verga siguiendo su instinto natural estaba tiesa… intente hundir mi trasero en el colchón para sacarle mi pene, pero los resortes del colchón devolvieron mi ingle a su posición natural, clavando a Vane… que agradeció mi movimiento…

Tras esa infructuoso intento de escape, me di cuenta que no había forma de zafarme, estaba unido a ella… quería hacer entrar en razón a la arrebatada de Vane…

– Vamos Vane… tú quieres a Guille… le dije.

– Ese mestizo ya tuvo suficiente de mí, ojala le haya hecho provecho… dijo despectiva y agrego: ahora yo te voy a tener a ti, como quería y como me ofreciste… me dijo.

Esta loca había hecho bien su rol de chica arrepentida, de villana en busca de redención, Guille y yo nos las creímos: su llamada para averiguar dónde estaba Mili, su ofrecimiento a traernos, sabiendo que Guille estaba enamorado y que no la dejaría irse, pero llegar al extremo de fingir sentir algo más por él, engatusarlo, darle alas solo para buscar vengarse de mí y de Mili… eso era muy maquiavélico.

O lo había hecho todo de manera premeditada o esta tipa estaba tronada. Sería como Mili me advirtió, no había que fiarse porque Vane era bipolar… cambiaba de actitud repentinamente… hacia unas horas andaba de la mano, abrazada y besando a Guille, hasta haciéndolo en el rio… y ahora me ataba y usaba…

– Prepárate que te voy a hacer gozar como nunca… me dijo muy confiada.

– Espera… no… no lo hagas… le pedía, me sentía abusado.

Ahora ya sabía lo que sintió Mili cuando en mis enojos me la clave sin reparos, apresándola contra un mueble, el baño o un árbol… se habían invertido los papeles… ahora yo era el sometido…

– Ouuu…. Uhmmm… ufff… exclamaba Vane con mi verga empalándola.

– Uy… mierd… uggg… decía yo conteniéndome.

Vane había comenzado a brincar sobre mi verga, clavándose ella misma a voluntad… estaba como poseída, casi sentía que danzaba encima mío… por momentos con el pecho hacia mí, apoyando sus manos en mi hombro, por ratos con el tórax hacia atrás con mi verga estirada hacia abajo. Hacía de mí y mi verga lo que le daba la gana con tal de prodigarse placer.

– Uhmmm… ya sé por qué a la morena le encanta esto… uhmmm… dijo enloquecida.

Yo sentía algo recorriendo mis intimidades, obviamente no lo disfrutaba pero me sentía excitado… apretaba los dedos de los pies, retorcía mi planta del pie, aguantando, procurando no soltar ni una gota de semen… se imaginan si algo se me escapaba y embarazaba a esa loca…

– Oh my god… oh my god… ohhh… gemía apasionadamente cada vez más seguido.

Solo esperaba que terminase y se bajase de mi… al menos por la oscuridad tenía la certeza que esta vez no me tomaron fotos, nada que le mostrase a Mili… no, parecía que lo de Vane era más personal… una revancha por lo que le hice o más bien por lo que no le hice en el departamento de Guille… quitarse el antojo que le dio de tenerme sabiendo que yo estaba con Mili, su rival…

Diablos… debí darme cuenta en la oscuridad que era ella… su vagina se sentía diferente, más estrecha tal vez… sus nalgas no eran tan suaves y carnosas como las de Mili, sino más firmes y musculosas… la manera en que la mamaba… eran pequeños detalles que en mi ebriedad no note… pero aun así… no podía haber hecho mucho, después de todo… la muy perr… ¡me tenía amarrado!…

– Ohhhh… Uhmmm…. gimió finalmente, contrayendo todo su atlético cuerpo.

Vane había sufrido un orgasmo propinado por ella misma, a costa de mi verga… mientras yo me sentía sucio y abusado, como un consolador andante…

– Oh god… ufff… que rico estuvo… exclamo satisfecha.

– Uy… sí estuvo bien… ufff… dije siguiéndole la corriente.

Tal vez, como a los locos, no hay que contradecirlos y seguirles el juego hasta que uno pueda tomar control de la situación. Al menos ya había cumplido con lo que esta caprichosa desquiciada quería…

– Viste que lo disfrutaste… pero… ¿no eyaculaste?… dijo decepcionada.

– No es necesario, además la mamas de maravilla… le respondí.

Tenía la verga aun dura, me quede a medias y quería dejarlo así. Debía evitar que está loca me vuelva a cabalgar, extrayéndome mi leche, prefería que lo haga con su boca para no tener accidentes (embarazos), si se subía en mí, excitándome y yo antes de eyacular le advertía… ¿se saldría? o ¿dejaría que descargue todo en su interior para fecundarla?… no sabía hasta donde podía llegar su venganza…

– Te la voy a chupar… me dijo coquetamente.

– ¡Excelente!… dije aliviado.

– Pero después de extraerte toda tu leche… me advirtió.

– Bueno pero ya te satisfice… y yo estoy bien… puedes bajarte… le pedí.

– Te voy a soltar cuando me plazca… replico Vane.

– Ya Vane… vamos que ya fue suficiente…

– No, te dije que me harías lo mismo que a ella… ¡y me lo harás!… dijo decidida.

Mierd… Vane quería servicio completo… no me soltaría hasta que le entierre mi verga por el ano, como había deseado desde que me vio empalando a Mili en el baño de Guille, durante la fiesta… consolido esa idea cuando vio mi verga incrustada nuevamente en el ano de Mili en la oficina del profesor.

Para mi mala suerte, Guille en el cuarto de al lado roncaba satisfecho de haber conquistado a Vane, sin percatarse de la ausencia de ella… sin darse cuenta que la que consideraba su enamorada, estaba brincando alegremente sobre mi verga, abusando de mí a pocos metros de él.

Yo no sabía si gritar y pedir su ayuda… primero que era vergonzoso, segundo que no sabía cómo lo tomaría Guille, ¿me culparía por esto?, ¿se decepcionaría de ella?… Guille no era violento, pero quien sabe cómo reaccionaría con esa escena, no solo contra mí sino contra ella…

A todo esto a Vane no le importaba lo que pasara, ella quería satisfacerse a como dé lugar pero a costa mía… saco mi verga de su aun mojada vagina… me dejo completamente empapado de sus líquidos. Luego se bajó de la cama… aliviado pensé que se iría y me dejaría…

Se agazapo debajo de la cama… busco algo, mierd… si saca un bate de béisbol me jodi, con esta loca no se sabe… pero no, era un sobre… esta bruja vino preparada… en la oscuridad, me imaginaba que era crema lubricante lo que tenía en las manos. Lo confirme cuando vi que dirigía su mano a su trasero, embadurnándose su recientemente desvirgado ano…

Quiso evitar que mi verga decayera… así que me la mamo nuevamente por unos instantes, pajeando, succionando… una vez que la tuvo dura a su gusto… también me unto con lubricante… quería que mi verga se deslice en su interior…

Hice un último intento por librarme… jale de mis amarras, pero esa bruja me había atado bien… solo me libraría con lubricante para hacer resbalar mis manos… o que ella me desate… sentía que en ese momento mis dos alucinadas opciones eran imposibles… seria abusado nuevamente…

Lo bueno era que en la oscuridad no podía ver que era ella, así que no me sentí tan culpable por serle infiel a Mili… en realidad no podía evitarlo, era su prisionero… Después de todo era en parte excitante que una mujer llegue a eso por tenerme… ella era una mujer muy deseable y su silueta con sus armoniosas formas me cautivaba… aparte yo tenía una incipiente resaca y andaba alucinado…

Mientras tanto, Vane nuevamente se iba ubicando sobre mi verga… esta vez apuntado a su ano… la ansiosa Vane se fue sentando sobre mi duro pene… su estrecho esfínter no se abría tan fácilmente, apenas hizo diana la cabeza de mi pene… y ella se sentaba, desesperada por estar atorada…

– Cuidado… me estas doblando la verga… auuu… me queje.

– Está bien… está bien… ufff… lo hare más despacio… ouuu… dijo ella.

Nuevamente repitió la operación, con las rodillas hacia adelante, sus pies ladeando mis costillas y su enorme culo blanco bajando sobre mi entrepierna. Esta vez se controló más, relajándose y permitiendo entrar la cabeza de mi verga…

– Uyyy… ya está…. que biennn… uhmmm… dijo emocionada.

Ahora ella como experta, empezó a subir y bajar, dilatándose ella misma su ano, cada vez subía más y bajaba más… tenia media verga adentro, pero para ella no era suficiente… quería tenerla toda adentro como imagino y no me soltaría hasta que lo hiciera, no importaba si le desgarraba el ano…

– Ufff… que rica verga… ouuu… uffff… dijo en un tono que me sonó revanchista contra Guille

Creo que a Vane no le había caído del todo bien ser desvirgada analmente por Guille, parecía su trauma, que un mestizo la haya cabalgado y hecho disfrutar sin su permiso. Incluso creo que al hacer todo esto también se vengaba de él. Sabía que él estaba enamorado de ella y que esto lo afectaría.

Yo no sabía si debía sentirme halagado por tener una mejor verga… porque eso dificultaría más la penetración, demoraría más que me la tire y se satisfaga…. Y ya estaba amaneciendo… Guille podría despertar en cualquier momento y ganarse con ese chocante espectáculo…

– Uyyy… al fin… al fin la tengo toda adentro… ufff… exclamaba satisfecha.

Su tragón ano, estaba abierto… con mi verga abriendo de par en par sus bien formadas nalgas y mi pene cual estaca atorándola como ella deseaba. Se sentó un rato, acostumbrándose a estar empalada… sentía su estrecho ano palpitar rodeando mi pene, casi ahorcándolo… y ella complacida de que así sea.

La tenue luz del alba empezaba a entrar por la ventana, ya comenzaba a distinguir bien las formas de Vane… sus blancos senos con sus pezones rosados apuntándome, su pecho rociado por unas deliciosas pecas… su bien formadas pantorrillas y muslos producto del gimnasio… su mejillas coloradas por el esfuerzo, su cabello castaño cayendo sobre sus hombros, su rostro con expresión excitada…

En realidad Vane era una mujer hermosa, lástima que estuviera algo chiflada… si en realidad hubiera manifestado su interés en mi antes que Mili, muy probablemente esta historia tendría otro título, cambiando el nombre de Mili por el de Vane… Rompiéndole el culo a Vane…

Con ese magnífico cuerpo, obviamente me hubieran dado ganas de iniciarla analmente, poseerla en más de una posición… pero ahora era solo un cuerpo con alma turbia… dudo que podría enamorarme de su forma de ser, de su manera racista de referirse a Guille (mestizo) y Mili (morena)… en cambio me fue fácil caer en las redes de Mili, que no tenía complejos ni resentimientos…

Dentro de todos los defectos de Mili (celosa, impulsiva, mandona, etc.), no había mala fe en sus acciones. Mili no era capaz de conspirar contra de alguien, de por capricho obligar a los demás a hacer algo… de chantajear, de fingir querer a alguien solo para buscar vengarse de otra persona… eso si lo hacía Vane y eso no la hacía deseable a mi parecer…

Sin embargo a veces la cabeza de abajo se deja llevar por otros estímulos… y Vane sabia como estimularlo, meneaba su bien formado rabo en mi entrepierna, incitando a mis genitales, manteniendo dura mi verga para que le diera un placer que considero incompleto con Guille, porque él no era su capricho… él no era la pareja de su rival…

Eso buscaba en mi tal vez, una revancha, arrebatarle el chico a una chica que no consideraba su digna rival, pero que le quito el chico en que Vane se interesó… si bien le habían desvirgado el ano, no consideraba satisfecha su fantasía hasta que no fuera yo el que le rompa el culo…

– Uhmmm…oh my god… que delicia… Uhmmm… deliraba de placer Vane.

Sus gemidos no eran tan inspiradores como los de Mili, pero comenzaba a subir y bajar, esa fricción me ponía la verga a mil… por más que procurara no disfrutarlo, mi excitación iba en aumento… me deje llevar porque sabía que no me dejaría hasta que eyacule en su interior como ella tanto deseaba…

Ella apuraba sus movimientos y yo tuve que unirme a los suyos, moviendo mi cadera arriba y abajo, eso la lleno más de placer, ver que yo colaboraba. Mientras yo por momentos cerraba los ojos y recordaba las excitantes cogidas que tuve con Mili, en los baños, bibliotecas, coliseo, cocheras, bosque….

– Ohhhh… Siiiii… al finnn… exclamo Vane triunfal en un tembloroso orgasmo, satisfecha de que mi leche llenara por primera vez sus tripas.

Ya había amanecido, y yo más bien, jadeante, esperaba que fuera la última vez que sucediera eso… mientras Vane estaba feliz, con mi verga incrustada aun, no quería levantarse, quería seguir disfrutando de esos segundos de orgasmo…

De repente levanto la vista y miro por la ventana… sonrió sarcásticamente y moviendo su mano saludo provocadoramente… alguien nos vio… mierd… Mili…

Continuara…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *