la metamorfosis y sus complejos pasos

No se muy bien como explicarlo, al despertarme esa mañana no era el mismo chico que se acostó, o mejor dicho, se acostó un niño y se despertó un hombre, no pensé en mi miembro duro pegado a mi tía, ni en mi hermana escondida entre los brazos de Sara, no se que pasó de noche pero estaban las 2 en un lado y yo al otro, cuando al dormir estaba en medio, no pensé en apartarme para no molestar, ni en lo bien o mal que estaba acostarme con mi tía, y menos dormir con ella y mi hermana juntas y desnudas, por que el tanga de Marta no se podía considerar ir vestida.

El sol pegaba fuerte a esas horas y calentaba la habitación, y sin pensarlo mucho acaricié el culo de Sara con mimo, mientras la daba pequeños besos en el hombro y el cuello, ronroneaba al sentir me rozando en su culo y giró su cara para mirarme aún traspuesta.

-SARA: jajaja que alegre te has levantado…..- se sorprendió al lanzarme a sus labios, y me respondió con lengua pasados unos instantes.

-YO: tía, lo de ayer……me encantó.

-SARA: jajajaja y a mi, jajaja levaba mucho sin que nadie me dejara así, estás aprendiendo, con unos trucos más vas a dejar tiritando a cualquier mujer.

-YO: ahora solo quiero dejarte tiritando a ti – sonrió con una carcajada que despertó a Marta.

-MARTA: shhh quiero dormir….- Sara la pellizcó el culo y luego se lo azotó.

-SAR: arriba dormilona.

-MARTA: ¿por que?

-SARA: vamos a la playa, y no querrás ir con esas piernas llenas de pelos….- Marta se miró sorprendida.

-MARTA: ¿si?, podría darme un repaso…….supongo….- se levantó, no si antes jugar unos minutos con Sara a hacerse cosquillas, y se fue.

-YO: yo no la veo pelos en las piernas.

-SARA: ni los tiene…….era para quedarnos solos – y se aferró a mi cuello, me hacia reírme tanto que casi me dolía.

Trató de montarme para inmovilizarme, la cogía una mano pero se liberaba la otra y me acariciaba el cuello, hasta que la di la vuelta dejándola boca arriba en la cama, sujeta, el juego había subido nuestra temperatura y la besé con energía, Sara sonreía lujuriosa al sentir mi miembro dando cabezazos por salir, hasta que dejó de intentar liberarse cuando lamí su pezones, me apretaba la cabeza contra su cuerpo y remoloneaba con gracia y sensualidad bajo mi cuerpo. Entonces me bajó el calzoncillo y la penetré con dulzura, lentamente, daba respingos seguidos de cortos gritos agudos, pero le entró sin dificultades, me abrazó agarrándose a mi espalda mientras sentía como la iba abriendo con gestos lentos y pausados.

-SARA: cielo, que bien lo haces ya.

-YO: ¿así bien o más rápido?

-SARA: jajaja eso no se pregunta, lo sientes, como con la moto, te lo pide el cuerpo.

Embestí tan fuerte que se dio con la cabeza en la mesa de noche, sonrió tapándose la cabeza dolorida, pero gratamente complacida, para cuando quise darme cuenta la estaba follando salvajemente, o me lo pareció, me rodeó con las piernas y gritaba descontrolada, era increíble ver como toda la piel, desde sus senos hasta su barbilla, se ponía roja y tensa, se le marcaban las venas y pareciera de un momento a otro que su cabeza saldría disparada como el corcho de una botella. Rebajé el ritmo un poco, pretendía durar, así que Sara se relajó un poco y pudimos estar devorándonos un buen rato, hasta que se separó para chupármela con avidez lo que podía meterse en la boca, que no era mucho.

-SARA: ¿te gustaría aprender a comerte un coño?

-YO: claro, pero me da cosa…….- metió sus dedos en su húmedo interior y los sacó bañados.

-SARA: no es nada malo, ni repugnante, es algo amargo nada más, pruébalo – olí sus dedos asqueado, y ante su insistencia los lamí, esperaba un sabor mucho peor, fue agrio pero con un potente aroma sensual.

-YO: enséñame.

Sonrió y se abrió de piernas de cara a mi, comenzó a explicar como tocar bien, cosas que ya me había dicho, y otras nuevas, como el clítoris, un bultito que se debía tratar con manos de seda, y chupar o lamer con cuidado, luego me acercó a su entre pierna y me dijo que unos besos tenues en la cara interna de los muslos encienden a muchas mujeres, y lo constaté.

Salía un olor potente y un calor profundo de ella, al besarla en la vulva sentí como se estremecía, luego lamí un par de veces intrigado, y guiado por sus consejos ya me lo comía, se reía hasta que en un momento dado dejó de hacerlo, se tumbó y se dejó llevar, se amasaba los pechos con erotismo mientras le separaba los labios mayores y veía su rosado interior. Terminé metiéndole la lengua como su fuera una boca que besara. Sara se descompuso, sin llegar a bañarme pero tuvo un orgasmo intenso y lento, soltaba gemidos largos con la boca cerrada.

La volví a penetrar por sorpresa sacándola una tos entre el sobresalto y el disfrute, en 15 minutos me perdí entre sus caricias y besos, cambiamos a cuchara y luego de medio lado, hasta que aumenté tanto el ritmo que me creí desvanecer al llegar al orgasmo y sentir como la llenaba, lo que la hizo, esta vez si, correrse manchando las sabanas con un chorro fuerte y casi interminable, se quedó temblado con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-SARA: jajajaja así, mucho mejor, te voy a dejar tan bien enseñado que Vanesa me tendrá que poner un monumento.

-YO: si es que me llama……

Sara retozaba a mi lado riendo y besando mi cuerpo, mordiéndose el labio traviesa y acariciándome con delicadeza. Más tarde me quedé en la cama descansando mientras Sara se duchaba y salía con uno de los biquinis nuevos, yo me di otra ducha y al bajar a desayunar todos nos miraban curiosos, notaba que mi madre miraba cómplice a Sara, esta se lo devolvía con cariño, y Jaime me miraba con aires de grandeza.

-JAIME: bueno, ¿fiesta?

-CARMEN: ¡si!, pero abrían la discoteca el mañana ¿no? – Marta y yo nos miramos.

-MARTA: si, ¿quieres ir?

-CARMEN: si, por fi, la semana pasada fue una locura pero me lo pasé genial, quiero repetir todo lo que pueda.

-SONIA: ¿y hoy jugamos a las cartas? – todas tenían ganas de fiesta.

-JAIME: claro.

-YO: a mi la cerveza me siente fatal – era verdad, y no era al único.

-SARA: a mi tampoco me gusta, ¿y si lo probamos con otras cosas?

-JAIME: decidme que os gusta y esta tarde vamos a comprarlo, ¿cuantos seremos?

-CAMREN: todos, aquí nadie se libra, eh Jony….- la miraba sin atreverse a hablar.

-MARTA: ¿y Vanesa se vendrá hermanito? – la miré sin saber que responder.

-YO: dijo que me llamaría, pero no he oído el móvil.

-MARTA: por que lo tienes en el suelo del cuarto de arriba, melón, se habrá caído de tanto vibrar cuando te estaba llamando Vanesa jajajaja – lo dijo de broma pero me sentí estúpido.

Mi móvil era para emergencias, no tenía amigos con los que mandarme mensajes constantes, y los únicos que me llamaban eran mi madre o mi hermana, que estaban allí conmigo, así que lo tenía por ahí perdido, pero ahora esperaba la llamada de Vanesa y se me había pasado por completo. Subí como el rayo a por el móvil entre risas de todos, lo encontré en el suelo al lado de la mesa de noche donde lo dejé, estaba apagado, y descargado, lo tuve que enchufar y pasarme 2 minutos viendo como cargaba para poder encenderlo, al hacerlo sonó varias veces, lo 1º fueron unos mensajes de mis otros amigos en Ibiza, chinchando con lo bien que se lo estaban pasando, la idea de que lo podría estar pasando yo mejor me hizo reír. El 2º mensaje fueron 2 llamadas pérdidas de mi padre, al que llamé al momento.

-YO: hola papá, siento no habértelo cogido, estabamos…..liados.

-ROBERTO: no pasa nada, solo quería saber como van las cosas por allí, hablo con tu madre pero me parece que sigue molesta, ¿se comporta de forma rara?

-YO: bueno…….- decirle algo era hundirnos a todos – ….. un poco, pero ya la conoces, siempre tan dispuesta a agradar a los demás…..- fue lo mejor que se me ocurrió sin mentirle.

-ROBERTO: ¿y tú y tu hermana?, siento haberme ido pero nos ha caído un caso gordo en la policía de Madrid, sale en las noticias a todas horas……..

-YO: no vemos mucho la televisión, estamos en la playa y divirtiéndonos, no te preocupes por irte.

-ROBERTO: está bien, confío en ti hijo, se que soy duro contigo pero se que harás lo que sea por cuidar de tu familia, dale un abrazo a tu hermana…….- como no, las últimas palabras dedicadas a Marta.

Me quedé mirando el móvil esperando más mensajes, pero no saltaban, así que lo dejé cargando desalentado, lo tenia en la mano con el número de Vanesa marcado, sin atreverme a llamar, casi perdiendo toda esperanza. Hasta que lo vi sonar, al mirar la pantalla era la foto lanzando un beso de Vanesa que puso de perfil al llamarme, se me aceleró el corazón llegando el punto en que no me atrevía a coger la llamada, quizá no lo hubiera hecho antes de todo aquello..

-YO: ¿si?

-VANESA: hola, soy yo………Vanesa…..ya sabes, del fin de semana……- “como si pudiera haberte olvidado”

-YO: si, se quien eres, estaba ansioso por ver si me llamabas.

-VANESA: ¿acaso no te fiabas de que lo hiciera?

-YO: pues un poco la verdad……..¿que tal el viaje?

-VANESA: un tostón, compañeras fingiendo ser niñas buenas, con familias pedantes y aburridas, ¿y tú, alguna aventura nueva?

-YO: alguna…….pero me gustaría contártelas en persona – eso no hubiera salido de mis labios en toda mi vida si no fuera por la locura transitoria que atravesaba.

-VANESA: ¿así que tienes ganas de verme?….- sonó ilusionada – … yo también, y no pocas, me lo pasé genial contigo.

-YO: ¿cuando puedo verte? – se me notó desesperado.

-VANESA: cuando quieras, ¿después de comer salimos a dar una vuelta…?

-YO: bueno……..en mi casa van a jugar a algo…..

-VANESA: estoy algo cansada de familias…. – “no creo que de la mía se pueda cansar nadie ahora” pensé –…. me gustaría pasar la tarde contigo, ya sabes, a solas, conocernos un poco mejor, sin tanto jaleo ¿te apetece? – de golpe dejar a Jaime solo en mi casa con todas me pareció aceptable.

-YO: si, desde luego……. me paso a buscarte en moto, y vamos donde quieras, ¿a que hora?

-VANESA: jajaja, pues a las 5 o así, que así no nos morimos de calor.

-YO: pues………. hasta luego, un beso…..

-VANESA: dámelo luego, MUUUUAK – me sacó una carcajada al lanzar el beso y la oí sonreír al colgar, sentí un hormigueo en mi vientre y me quedé con la oreja pegada al teléfono unos instantes.

Estaba enajenado, una noche y una llamada de teléfono, y ya pensaba en quien llevar de padrino a nuestra boda. Sara llamó a la puerta y me miró, torció el gesto leyendo mi cara como un cartel de carretea, y se sentó a mi lado.

SARA: era ella…….¿va a venir?

-YO: si….bueno, no, nos vamos ella y yo esta tarde a dar un paseo.

-SARA: jo…..en fin……cuidaré el fuerte por ti.

-YO: lo siento de verdad, pero………- no sabia que decir, “Vanesa es la mujer de mi vida” sonaba muy fuerte como para decirlo en alto, pero pensarlo era fácil.

-SARA: no pasa nada, te lo mereces, trátala con cariño y será tuya esta misma noche.

-YO: no se si querrá acostarse conmigo – me acarició la cara con calidez.

-SARA: no me refería a eso, cielo – un suave beso en los labios me supo a despedida.

Nos preparamos y fuimos a la playa, esta vez era yo quien no se atrevía a desnudarse, iba con el bañador nuevo, pero jaleado por las chicas me quité la camiseta y de nuevo noté esa sensación de poder, rara y extraña, muchas chicas me miraban al ir al mar, allí jugamos a hundirnos, con Sara muy melosa, supongo que quería aprovechar el tiempo que pudiera, si no hubiera tanta gente creo que me la hubiera follado en el agua, pero solo nos acariciamos con ternura. Salimos a tomar el sol y se quedaron con los senos al aire, eran un espectáculo boca arriba o boca abajo. Sentí de todas formas que su presencia espantaba a algunas chicas que se paseaban cerca de mi, quizá sin ellas hubiera regresado a casa con unos números de teléfono. En cambio lo que hice fue ir a comprar al supermercado con Jaime unas cuantas botellas de ron, tequila y vodka, para sus juegos.

-JAIME: ¿te vas y me dejas con ellas?

-YO: si.

-JAIME: jajaja muchas gracias, quizá me vuelva a follar a Sara y le recuerde quien es el que manda.

-YO: más te vale tratarlas con cuidado, como las pase algo……..

-JAIME: ya sabes lo que va a pasar – lo sabia, pero me daba igual, ¿que más daba? conmigo, o sin mi, no podía dominar sobre lo que ocurría.

Regresamos a casa y comimos entre risas, para echarnos una buena siesta, acostarme con Sara y mi hermana era una pequeña delicia, más con diminutos tangas. Me sonó el móvil varias veces, del que ahora no me despegaba, eran mensajes de Vanesa, tonterías como “no se que ponerme”, “estoy nerviosa”, “tengo ganas de verte”, apenas la contestaba con miedo a meter la pata. Al llegar la hora Sara jugó a no dejarme irme, pero me di una ducha concienzuda y me puse un pantalón de vestir y una camiseta, me pareció que iba bien y me preparé para todo, despidiéndome de mi madre, que me miró con curiosidad y salió a despedirme cuando cogí la moto.

Me fui a casa de Vanesa, era una idéntica a la nuestra, pero había 5 coches tuneados y una fiesta ya montada, con unas 30 personas fuera, al llegar a la puerta, la vi, de pie, hablando con una chica. Iba con un vestido de rayas horizontales negras y blancas, de tirantes con escote recatado y hasta medio muslo, elástico pegado a su contorno, con su melena rizada negra y las gafas de pasta, seguro que con tacones iría tremenda, pero con unas simples zapatillas sin calcetines estaba para comérsela. Al verme se le puso una sonrisa enorme y le susurró algo a la chica que me miró incrédula, le frotó el brazo con cariño y la dejó sola, se acercaba apartándose el pelo detrás de la oreja. Al tratar de aparcar estaba tan nervioso que no daba con el pie de cabra para dejar la moto apoyada, así que fingí quedarme montado por gusto.

-YO: ho…hola.

-VANESA: ¡hola! – se apoyó en mi hombro y me dio un dulce beso en la mejilla con su sonrisa llena de dientes blancos como perlas, y esa ligera separación entre los paletos.

-YO: vaya fiesta…….- miré detrás de ella para llamar su atención, por que no tenía otra forma de poder hablar, sus ojos azules brillaban por el sol y sentía que me llegaban al alma.

-VANESA: ¿has visto?, llevan así 2 semanas, estoy harta de tonterías de críos y sus fiestas de pacotilla.

-YO: ¿y por que viniste si no te gusta esto? – no necesitaba explicaciones, solo no parecer idiota.

-VANESA: por que quedarme en casa es más triste que no salir de vacaciones, la casa es del padre de una de mi clase, que nos la han dejado, era gratis y pensé que seria algo divertido, pero aquí todos se transforman, tengo amigas de matricula chupando pollas por una copa de 8€, estoy por volver a casa.

-YO: ¡no!, por favor, quédate…….- me abrazó girando su cabeza de forma alegre.

-VANESA: si no llegas a aparecer tú, lo mismo me voy, pero ahora tengo un motivo por el que quedarme – se me subió toda la sangre a la cara.

-YO: ¿solo por una noche?

-VANESA: ¡pero que noche……jajajaja!, venga, que no quiero que te vean las cotillas de mis amigas.

-YO: ¿y donde vamos?

-VANESA: me da igual, solo quiero alejarme de esta casa…..¿subo? – amagó con acercarse a la moto.

-YO: claro, pero…….ponte el casco…..- saqué uno del cajetín.

-VANESA: ¿y tú no llevas? Que alocado jajajaja – sentí su pecho cuando se pegó a mi al reírse, se lo puso con estilo, y su cabeza pareció más pequeña, el pelo el abultaba un montón.

Se subió atrás remangándose un poco el vestido y se me abrazó a la cintura, sus senos se aplastaron contra mi espalda y arranqué la moto, sin saber que dirección o donde ir, solo conducía y llegamos al pueblo del mercadillo, me lo señaló y allí paramos, nos sentamos a charlar tomando un refresco, y el tiempo me pasó volando. Era tan fácil hablar con ella, de los estudios, de un futuro trabajo, de un padre autoritario, todo encajaba y todo era divertido a su lado. Dimos un largo paseo y terminamos sentados en unas rocas viendo el atardecer, mientras se tomaba un helado de leche merengada.

-VANESA: ¿seguro que tú no quieres un helado?

-YO: no, trato de cuidarme un poco, cojo peso enseguida.

-VANESA: ya, yo también debería, pero es que no puedo controlarme jejjeje – verla darle lengüetazos al helado era hipnótico, y me miraba siendo consciente de cómo la admiraba.

-YO: eres preciosa…. – alzó la vista con las mejillas sonrosadas – ….quiero decir, que no tienes por que cuidarte, que estás muy buena… – creí meter la mata aún más- …perdona.

-VANESA: jajja no pasa nada, muchas gracias, así me sentiré menos culpable por tomarme el helado jajaja, ¿seguro que no quieres un poco del mío? Lo miras mucho – a quien miraba era a ella.

-YO: un poco – me lo ofreció sin reservas y lamí por un borde, era tan dulce que empalagaba.

-VANESA: ¿y que tal en tu casa?

-YO: puffff la verdad es que es una locura.

-VANESA: ¿pero buena o mala?

-YO: no se que decir……pasan cosas muy raras pero todos actúan de forma normal….

-VANESA: ¿tu madre sigue llevándose mulatos a casa?

-YO: no, ahora se acuesta con Jaime, mi amigo.

-VANESA: ¿y tú? Has estado con alguien…….- sonó terriblemente mal siendo aun pregunta inocente.

-YO: es que….bueno…..no se si ……tú….- me cogió la mano y la apretó.

-VANESA: tranquilo, si has estado me lo puedes decir, no soy una loca celosa.

-YO: bueno, es que si he estado con alguien……….mi tía – casi se le cae el helado.

-VANESA: jajaja ¿en serio?……… ¿y que tal?

-YO: bien…….bueno….raro…pero bien….creo que necesitaba reafirmarse ahora que Jaime pasa de ella……¿te molesta?

-VANESA: para nada, es más, me parece de lo más entretenido, y me gusta que seas tan sincero, ¿lo saben los demás?

-YO: si, como todo, parece que es normal, aunque no lo sea, ayer me pase media noche en una batalla de sexo, lo hicimos en el balcón mientras mi madre y Jaime lo hacían en la piscina, fue una locura.

-VANESA: allí no se aburre uno eh……- me dio con el hombro en el pecho recostándose sobre mi, fue tan raro verla aceptarlo, que pensé que estaba mal de la cabeza. Eso pensaba, pero mi mano bajó a su muslo y estaba acariciándola con los dedos, sin una sola muestra de desagrado.

-YO: eres muy extraña……- me miró a los ojos -….y me gustas mucho – sonrió feliz y sentí el sabor del helado de sus labios.

-VANESA: es raro, a mi me pasa lo mismo contigo, pareces un chico normal, pero estás lleno de sorpresas – y de un giro puso sus dos piernas juntas por encima de las mías, con mi mano apretando su piel, y tan cerca que sentía sus rizos acariciándome la cara.

La rodeé la cintura y me quedé abrazado tanto tiempo que se terminó el helado, y se acurrucó en mi pecho, mirando como el sol desaparecía en el horizonte. No sabia que hacer, así que no hacia nada, solo sentía su respiración sobre mí, creo que la gustaba escuchar mi corazón latir acelerado por su culpa.

-VANESA: te voy a parecer una chocha, pero..…tengo hambre, ¿cenamos? – como el tiempo se aceleraba a su lado no sabia si el helado se lo terminó hacia 10 minutos o una hora.

-YO: ¡claro!, si quieres…..

-VANESA: he visto un puesto de kebab ahí a lado, me vuelvan loca – me cogió de la mano y la seguí hasta puesto, donde el bullicio de la gente nos mezclaba con los demás, pero yo solo la veía a ella.

Se lo comió una con ansia, se reía cuando la salsa le manchaba un dedo al morder y después se lo chupaba, la miraba sin creerme como devoraba aquello, pensaba en la cantidad de chicas finas y educadas que comen como periquitos, dando pequeños bocados de una ensalada, y la vi a ella, dando mordiscos voraces a un panecillo lleno de carne y salsa, tan grande como su cara. Terminó antes que yo, y acabó comiéndose lo que me quedaba del mío. Charlábamos entre risas y me pasé otra hora paseando con ella cogida de la mano, para bajar la comida, después nos sentamos en el borde del paseo un marítimo, en un bloque de cemento, donde Vanesa se reía de si mima por no llegar al suelo con los pies allí sentada.

-VANESA: si es que soy enana……..- puso su pies en alto encima de mi regazo y se pegó a mi cuerpo buscando algo de calor corporal, olí su pelo.

-YO: los mejores perfumes vienen en frascos pequeños……- se mordió el labio al sonrosarse las mejillas.

-VANESA: eso dicen…..y los peores venenos – un mechón rizado cayó sobre su cara, y no pude evitar apartárselo con cariño, me miró tan profundamente que quise besarla.

-YO: aunque fueras el peor de todos los venenos, te volvería a besar sabiendo que moriría – me sentí tremendamente estúpido y bobalicón al decirlo, pero lo supe, sabia que si no lo decía, moriría a los 90 años en una cama, y mi último pensamiento seria aquel momento en que no lo dije a esa extraña mujer que la quería.

-VANESA: ohhhhhh que dulce… – creo que toda mujer aspira a que un hombre la diga algo así para poner “esa” cara entre el romanticismo y el amor, y allí la tenia delante de mi – …por suerte no soy venenosa.

Hizo fuerza para sentarse en mi regazo cruzándose de piernas de forma sensual, y apoyó sus manos en mis hombros, tan cerca que podía notar el aire salir de su boca, la cogí de la cadera para que no se cayera, o para meterla mano, y me buscó una primera vez con los labios, a la segunda no fallé, y nos fundimos en un beso de película. Arqueaba la espalda de forma generosa mostrándome sus pechos mientras que sus gafas incordiaban de forma divertida, repasaba el contorno de su pierna con una mano mientras que sentía sus labios tirar de los míos tras cada beso largo. Luego su lengua se abrió paso con delicadeza en mi boca, y al enlazarla con la mía se separó medio centímetro mordiéndose la lengua y apretando los ojos en una sonrisa que me derritió por completo.

-VANESA: besas muy bien, me gusta que me dejes llevar el ritmo – si la decía que era casi inexperto no me creería.

-YO: me gustas mucho Vanesa.

-VANESA: jajaja y tú a mi más, nunca había sentido nada tan fuerte por alguien al que casi no conozco.

-YO: ¿y por qué? no he hecho nada

-VANESA: puede que sea eso, que no eres un moscón que trata de lucirse, o que va tonteando con niñatas por un polvo rápido, no se…..

-YO: no me conoces tanto, quizá sea un cabrón, o un cerdo, solo nos hemos visto 2 veces.

-VANESA: puede, pero soy un poco bruja, y cuando veo a tío de esos los calo a la 1º, en cambio a ti…….eres raro, desde que te presente tu hermana, como hablas, o como bailas, como tocas, todo es diferente…..extraño, y me atrae – la pellizqué en la mejilla y sonrió un poco. La abracé y ya pensaba donde ir nuestra noche de bodas.

Eran las 2 de la mañana y aún no querría despedirme de ella, ni ella de mi creo, pero la vi gesto cansado, sin duda de volver de viaje, había hecho un esfuerzo para quedar conmigo, así que se agarró de mi brazo como una gran señora y volvimos a la moto, me daba miedo que se quedara dormida detrás de mi y se cayera, así que la senté delante y me puse detrás sujetándola, y me pase media hora conduciendo lentamente con ella adormecida sobre mi pecho, la rodeaba la cintura con una mano mientras conducía con la otra por la noche, y sentía su cuerpo tibio sobre mi. Al llegar a su casa y parar se despertó.

-VANESA: ¿ya estamos en tú casa?

-YO: no….bueno, pensé….querrás descansar…..estamos en la tuya.

-VANESA: ah….vale…gracias, la verdad es que no he sido bueno compañía al final, pero estoy muy cansada, lo siento.

-YO: ¡no, por dios!, ha sido perfecto, tú eres perfecta – la apreté del estomago y se río ante al presión.

-VANESA: como sigas diciéndome esas cosas al final me voy a enamorar – giró su cara y me dio un pico, largo y tenue.

Se quitó el casco, su melena negra brilló con la luz de la luna y sus rizos botaron alegres, lamenté no haberla llevado a mi casa. Me dio el casco y me cogió de la cara para volver a besarme, tantas veces que acabó adormeciéndose de nuevo en mis brazos. La cogí de la cintura y las piernas, como si fuera mi mujer en la noche de bodas, y la metí en su casa, se agarró de mi cuello y me iba diciendo donde era, la casa estaba llena de gente riendo, hablando y algunos dándose el lote, la dejé en su cuarto con un cuidado excesivo y se quedó hecha un bola sobre la almohada sin llegar a despedirse. Medité si quedarme a dormir con ella, pero simplemente la arropé le quité las zapatillas, las gafas, y me fui dándola un beso en la frente apartándola lo rizos.

-YO: hasta mañana princesa – solo recibí un mugido como respuesta.

Volví a mi casa diciéndome que no podía ser real, olía su perfume en el casco mientras pensaba que esa mujer era demasiado perfecta, encajábamos como 2 piezas de puzzles diferentes, pero encajábamos. Al llegar a casa se me pasaron los pensamientos de Vanesa, había un ruido estruendoso, mucha luz y gente gritando, “¡Jaime!”.

Al entrar era peor de lo que esperaba, todos desnudos. Sonia estaba en el sofá follando con Jaime, le montaba como a un caballo mientas él amasaba como podía sus senos. Mi madre se la estaba comiendo a Jony, que estaba tumbado inconsciente en el suelo, y Marta estaba haciendo la tijera con Sara, que la acariciaba el clítoris con el pulgar. Al verme, Sara se levantó dejando a Marta con ganas de más.

-SARA: ho, hola …..sooooobrino……- apestaba a alcohol y tenia el cuerpo pegajoso.

-YO: estas pringosa…….

-SARA: ya…ya.es que….. pedi atrevimiento y ……hip, me han usado como vaso, para beberse los chupitos de tequila, ja, me echaban la sal en el vientre, el limón en los pezones, y bebían de mi ombligo jajajajjaa.

-YO: ¿pero que ha pasado?

Y se pasó media hora repitiéndome lo mismo, por lo visto jugando a lo mismo de siempre, pero con chupitos de vodka, tequila y ron, se habían pasado desde la 7 de la tarde hasta ahora bebiendo sin parar, mano tras mano, hasta pulirse 6 botellas entre todos, a palo seco sin mezclar. Sonia había logrado mantenerse con ropa hasta el final, pero el resto no, y cuando Jony se sacó el rabo empezaron los problemas. Sonia tuvo que masturbarse con un pepino, mi hermana chupársela a Jony, mi madre comerse el coño de Sara, y Jaime masturbó a las 4 con las manos y se comió el culo de Marta. Mi madre reconoció que estaba deseando encontrarse con el mulato, Marta que se había cepillado a un profesor de la universidad, y Sara que Marta la ponía cachonda, lo que incitó a que Jaime hiciera a Marta comerse el coño de Sara. La sorpresa llegó en la última mano, la del sexo, perdió Sonia, y en vez de elegir a su noviete, escogió a Jaime, que la estaba follando desde entonces, y los demás estaban a su alrededor tratando de divertirse.

-SONIA: ¡JODER, QUE BIEN FOLLAS!

-JAIME: ¡me cago en dios, que par de tetas! – las aplastaba y luego las azotaba.

-SONIA: ¡quiero que me folles a partir de ahora, que gusto joder!

-JAIME: ¿y Jony?

-SONIA: que le den por el culo, ¡míralo!, una mamada de Carmen y se desmaya, tú si que sabes hacerme sentir mujer – se agachó y casi logró asfixiar a Jaime con sus pechos, él la separaba las nalgas mientras la destrozaba su coño con un ritmo que la tenía chorreando.

-SARA: ¿y tú que tal? – lo dijo mientras se abría de piernas sentándose en el sofá, y Marta acudía a seguir lamiéndola.

-YO: bien……..es un cielo de mujer.

-SARA: que lastima, por que Marta es hábil, pero no tiene polla, ¿esta noche puedes ayudarme?

-YO: no sé, tía, quiero tomarme en serio lo de Vanesa.

-JAIME: no te preocupes Sara, cuando termine con esta vaca, me voy a por ti – Sara sonrió, supongo que quería volver a sus brazos.

-SARA: pues date prisa.

Se la dio, sacó su miembro de Sonia y se la hizo chupar, recogiéndola toda la larga melena caoba, y luego follándola por a boca hasta llenarla de esperma hasta mancharla los senos. Luego cogió a Sara de la mano y se la llevó arriba, donde al rato ya se les oía follar.

-MARTA: tranquilo……la tía va como un cuba…….- lo decía como si ella no lo estuviera, de rodillas reposando los brazos en donde había estado Sara.

-YO: no me preocupa…..- sabía que quería volver con Jaime, y ya lo tenía.

-MARTA: es mamá la que me preocupa, lleva 1 hora chupándosela a un tío desmayado.

-YO: mamá, para – alzó la vista con los ojos entre cerrados.

-CARMEN: ¡ah……hola hijo!…..¿cuando has llegado? – casi se cae al ponerse en pie.

-YO: hace un rato, creo que deberías acostarte.

-CARMEN: estoy bien, solo necesito sentarme un rato…….- se derrumbó en el sofá, y antes de acercarme se quedó frita, tanto que ni zarandeándola se despertó.

-MARTA: tenemos que llevarla a la cama……

Lo dijo pero la realidad es que la llevé yo solo, y ella iba detrás tratando de no vomitar por el esfuerzo de cada escalón, no fue como con Vanesa, mi madre era un peso muerto, y por indicaciones de mi hermana la mojé la cabeza en la ducha, antes de ponerla un camisón y dejarla en la cama como un saco de patatas, pese a ponerla de lado pro si vomitaba, parecía tirada.

-MARTA: puffffff no vuelvas a faltar……esto se nos ha ido de madre…..

-YO: ya se iba de madre conmigo aquí.

-MARTA: no es lo mismo…….el puto Jaime me ha comido el culo, me ha puesto a mil con su lengua, es un cerdo, pero como sabe moverse el condenado.

-YO: deberías darte aun ducha.

-MARTA: si….pero me da miedo caerme………¿me ayudas? – no pude negárselo, no fue un treta sexual, casi se resbala al ponerse una zapatilla, en una bañera de cerámica era un desastre en potencia.

La metí en la bañera y la dejé sentada, como si fuera una bebé de 1 año, la mojaba la cabeza y frotaba la espalda con gel, me tiraba espuma a la cara y se reía, la di un aclarado y se puso como pudo unas bragas que la busqué, no eran ni suyas creo. Sonia se fue arriba a trompicones a dormír dejando da Jony en el suelo abajo, y mi hermana y yo nos acostamos en una habitación libre, se me abrazó y se durmió. Me pasé media noche tratando de saber que hacer con Jaime, si es que podía hacer algo, pero me dormí pensando en Vanesa, y sus rizos ocultando sus ojos azules.

Me despertó el peso de Sara acostándose a mi espalda, apartó a Marta y me obligó a abrazarla, su hedor de la noche dio paso a un fresco aroma a frutas en la piel y el cabello, se habría dado una ducha y estaba con el tanga biquini ya puesto abajo y los senos al aire.

-SARA: hola, ¿que tal ayer?

-YO: bien, llegué a las 2 pasadas, se os fue de las manos……..

-SARA: ¡ya te digo!, traté de que Jaime no se pasara, pero es listo el cabrón, usó a Marta para sacarme de quicio,

-YO: ¿has visto a mi madre?, estaba muy mal……..

-SARA: está bien, en la cama tirada como si la hubieran dejado caer …– entonces seguía como yo la dejé –… ¿y tu damisela?

-YO: bien, te lo dije anoche……

-SARA: cielo, no me acuerdo ni si cenamos…….

-YO: pues fue increíble, fuimos en moto, dimos un paseo, tomamos un helado, cenamos, y nos besamos durante mucho tiempo, al volver se quedó tan adormilada que tuve que llevarla a la cama.

-SARA: jajaj el viejo truco no falla, ¿bebisteis alcohol?

-YO: no, ¿que truco?

-SARA: cariño, somos mujeres, no marmotas, sobrias podemos despertarnos y acostarnos solas, pero de vez en cuando queremos que un apuesto hombre nos lleve en brazos a la cama, y que sea lo que dios quiera….- me sentí tonto al no quedarme con Vanesa.

-YO: ¿crees que lo hizo?

-SARA: si la cita fue bien, si.

-YO: no era una cita…

-SARA: jajaja ¿no? ¿Toda una tarde/noche de paseo por la playa, tomando helados, dando besos y cenando juntos? Claro que era una cita, pequeñín.

-YO: pero ella no lo dijo.

-SARA: que inocente eres, que lo diga es diferente a que lo sea, ¿iba mona?

-YO: ¡si!, con un vestido a rayas muy bonito…….- el gesto de Sara dándose la razón hizo que en mi cabeza se cayera un muro de estupidez.

-SARA: jajaja lo bueno es que le gustas de verdad, y si fuiste todo un caballero, ahora mismo estará pensando en ti, en tus fuertes brazos subiéndola por las escaleras, en el calor de tu cuerpo en contacto con el suyo, y el ritmo de tu corazón latiendo en tu pecho – lo decía mientras recorría con sus dedos mi cuerpo.

-YO: te follaste a Jaime – solté de golpe, eso la descolocó.

-SARA: bueno……..si…..estaba muy borracha…..pero si.

-YO: ¿ya no estás harta de él?

-SARA: no es eso, cielo, es solo que llevaba media tarde cachonda perdida, necesitaba apagarme, y tú me dijiste que no – en eso tenía razón.

-YO: es que quiero…….necesito que lo de Vanesa salga bien.

-SARA: ¿le dijiste algo? ¿de nosotros?

-YO: todo.

-SARA pues si lo sabe y continua, no sueltes a esa chica …– no pensaba hacerlo –… por cierto, toma tu móvil, no para de sonar.

Me lo dio y tenia 20 mensajes de Vanesa, todos eran sonrisas y guiños, palabras dulces y cariñosas, incluso me mandó una foto de ella despertado en la cama, parecía recién levantada pero no podía ser si ella misma se hacia la foto, aún así me gustó el detalle. Al responderla con un saludo me dijo que sus amigas iban a la playa, preguntando si iba a ir yo, dije que si con los ojos cerrados, y la mencioné donde solíamos ir. Me puse en pie y me di una buena ducha, la casa cogía vida y Jaime salió del cuarto de Sonia, a la que se había vuelto a tirar por la mañana. Nos encontramos a Jony en el sofá de abajo, ido, Sonia le sacó de casa a patadas y le dijo que no se molestara en buscarla más. Mi madre fue la última en salir, iba con una resaca enorme, me dio un abrazo y me preguntó por Vanesa, sonrió alegre al escucharme hablar de ella, y al saber que la vería en la paya apresuró a todos a prepararse.

-CARMEN: vamos chicos, que es un día largo, desayunen bien.

-YO: ¿largo?

-CARMEN: es jueves, ¡hoy abre la discoteca!

-MARTA: ¡jajaja eres insaciable mamá!, ¿quieres ir de verdad?

-CARMEN: ¡pues claro!, y esta tarde más juegos, quiero divertirme.

-SARA: jajaja os lo dije.

-JAIME: por mi vale.

-SONIA: pues ir buscando maromos, por que Jaime es mío esta noche, lo de ayer me dejó muerta.

-JAIME: jajaja, todo tuyo – la azotó con fuerza varias veces, fue como un ficha de dominó, y las 3 mujeres suspiraron al escuchar los azotes, ya se las había follado a las 4 y las tenia en su mano.

-YO: yo con Vanesa no sé si me quedaré….

-CARMEN: tráetela, no pasa anda.

-MARTA: claro, si quiere que venga.

-YO: no se si nuestros juegos la gustarán.

-JAIME: solo nos divertimos, tú tráemela – de la mirada que le eché achantó la cabeza.

-YO: vendrá si ella y yo queremos venir…- mi madre me cogió del brazo, como hacia con mi padre cuando sabia que estaba enfurecido – …se lo preguntaré.

Fuimos a la playa y me pasé un rato buscando a Vanesa, mientras que Jaime se daba un festín con Sonia, todas con sus relucientes biquinis diminutos de tanga, hasta que en horizonte vi a un grupo de chicas, y a un lado a Vanesa, con una camiseta grande enseñando un hombro y tapándola hasta las rodillas.

-CARMEN: ¿es esa?, es mona.

-YO: es muy guapa.

-MARTA: jajaja tú tranquilo …– me frotó la cabeza, sabia que yo necesitaba que funcionara. Al verme Vanesa, correteó y dio un salto para llegar hasta mí, que me adelanté, me cogió de la nuca y me dio un beso corto y suave.

-VANESA: ¡hola! – se apoyó en mi pecho y levantando un pie de la arena.

-YO: hola, ¿has descansado?

-VANESA: si, fue muy dulce que me acostaras, deberías haberte quedado a dormí…….- “Sara tenia razón”.

-YO: es que estabas tan tranquila que no quería molestar.

-VANESA: tú nunca me molestas…….- me dio otro beso y vi como alguna de sus amigas la miraban sorprendidas, supongo que igual que mi madre y mi hermana nos miraban, detrás de mi.

-CARMEN: hola bonita, encantada, soy la madre de Samuel…….- le dio la mano.

-VANESA: jajaja si, ya la vi en la discoteca el otro día.

-CARMEN: espero que no hiciera el ridículo, hace mucho que no salgo jajajaja

-VANESA: nada mujer, yo tampoco, pero ese día mereció la pena salir……- me cogió de la mano y mi madre suspiró emocionada.

-CARMEN: jajja si, mi niño es especial.

-MARTA: hola, soy su hermana, Marta.

-VANESA: ¡ah, si! jajaja no para de hablar de ti, te pone por las nubes.

-MARTA: es muy amable, y un buen chico, no me gustara que le hicieran daño…….- salió la vena protectora de una hermana mayor.

-VANESA: Samuel es mucho más fuerte de lo que parece – no sabia si la cosa iba bien o mal, pero al menos Vanesa no se achantaba.

-CARMEN: pues un placer conocerte, y si no te parece muy osado, esta tarde vamos a jugara un rato en casa antes de ir a la discoteca, si te quieres venir, estás invitada – quería habérselo dicho yo antes.

-MARTA: no te sientas obligada, pero para ir conociéndonos y eso…….

-VANESA: claro….- me miró a los ojos buscando aprobación – …si no molesto – la abracé con dulzura.

-YO: tú nunca molestas – sonrió y me perdí en sus ojos.

-CARMEN: pues nada, nos vamos a dar un chapuzón, aquí os quedáis, “tortolitos” – se separaron y me quedé con Vanesa.

-YO: lo siento, quería decírtelo antes, pero……

-VANESA: no pasa nada.

-YO: si pasa, en esos juegos…..se bebe mucho, y Jaime se aprovecha, ayer se folló a Sonia, la tetona de ahí, la única que le quedaba sin estrenar, para luego tirarse a mi tía, la rubia de la lado, se las señalé

-VANESA: ¿esa es la que estos días te has…….? … – asentí – ….me voy a tener que poner celosa, es muy guapa jajajaja

-YO: si……parecía ir en serio con lo de hartarse de Jaime, pero cuando llegué me pidió que la tomara, y al decirla que no, se lío con Jaime.

-VANESA: ¿y por que le dijiste que no?

-YO: pues…….por ti…….¿no? – me cogió de la cara poniendo morritos, como si hubiera dicho el poema más hermoso jamás escrito.

-VANESA: jajaja no somos novios, y ayer ya te dije que no me molestaba.

-YO: pues me gustaría…..- giró la cabeza confusa.

-VANESA: ¿que me molestara?

-YO: no………..ya sabes….lo otro…….- estaba rojo de vergüenza, para ser una petición de noviazgo fue pobre, pero era a mi 1º vez.

-VANESA: ¡¿quieres que seamos novios?! – lo dijo tan ilusionada que me pareció irreal.

-YO: pues…….no se….ayer lo pasé muy bien….eres genial, y……..pensé que….- me cogió de la mano y se frotó la mejilla con el dorso.

-VANESA: ¡pues claro que si, bobo!, ¡me gustaría un montón jajaja! – se aferró a mi cuello y se estiró para besarme un par de veces.

Nos sentamos apartados bajo una sombrilla y hablamos un buen rato, me divertía mucho como hundía los pies en la arena y jugaba con los dedos mientras caía, luego se quitó las gafas y vi que era tan guapa con ellas como sin ellas, pero con ellas tenia un morbo especial. Se puso en pie y se sacó la camiseta, dejándose en biquini, era de colores vivos a rayas, con lazadas a los costados, la nuca y la espalda, amplio sostén para guardar la mayor parte de 2 pechos grandes y salientes, un culo firme, redondo y bien puesto, con un vientre fino y cintura diminuta, con buenos muslos pero el resto de piernas o brazos finos y esbeltos.

-VANESA: jajaja no me mires así, que me da vergüenza…..- “¿de qué?” quise saber.

-YO: lo siento…….es que……eres espectacular.

-VANESA: ¿de verdad lo crees?, yo me veo un poco rara, muy delgada por unas partes y ancha por otras…..- no mentía ni decían nada raro.

-YO: lo digo en serio.

-VANESA: ¡pues me has alegrado la mañana! jajjaja, ¿vamos al agua?, me estay asando aquí.

Al quitarme la camiseta creo que me sentí como ella, iba con el bañador nuevo y me veía arrebatador al observar como me comía con los ojos, como creí que nadie haría nunca. Me cogió de la mano y nos metimos en el agua, pensé en jugar a hundirnos con ella, pero antes de que pudiera hacer nada, se me echó encima, se subió a mi espalda, y entre risas nos hundía a los 2. Al rato, la vi con todo su pelo mojado, y sus indestructibles rizos, le daban un aire salvaje que me encantaba, pero creo que revolcada de mierda también me gustaría. Se acercó a mí contoneándose, escurriéndose el pelo con las manos en un hombro, y se me subió a pecho pegando sus senos a mi cara, la abracé con ganas de no volver a soltarla nunca, y nos quedamos flotando como nenúfares dejado que el oleaje nos meciera.

-VANESA: si no quieres, no iré esta tarde.

-YO: no es que no quiera, me da miedo.

-VANESA: ¿por lo que pueda ver? Ya vi a tu madre muy suelta…..

-YO: mientras solo sea ver….pero si juega Jaime se aprovechará, siempre lo hace.

-VANESA: ¿y tan malo es?

-YO: ¿y si te enamoras de él como ha hecho con todas?

-VANESA: jajaja no seas crédulo, no las tiene enamoradas, las tiene encoñadas, no las conozco así que no juzgaré, pero me suena a un chulo playa y 4 salidas.

-YO: tal vez……..eso querría pensar……pero el resultado es el mismo, se las folla a todas, y no quiero que te toque.

-VANESA: pues no iré, pero tarde o temprano tendré que acercarme tu casa si vamos a ser novios, no puedes evitarlo siempre.

-YO: ¿y que hago?

-VANESA: confiar en mi, como yo confío en ti, te has acostado con tu tía y no me afecta, tal vez haga alguna locura, y si bebo más, pero solo quiero estar a tu lado, y si para ello tengo que pasar un mal trago, lo haré.

-YO: ¿y si lo que pasas es un buen rato…..con él? – pasó sus dedos por mi cara.

-VANESA: lo disfrutaré, y volveré a tus brazos.

Quise abrazarla tan fuerte que nos convirtiéramos en un solo ser, lo notó y se dejó caer sobre mis brazos, nos dimos una serie de besos cariñosos antes de volver a la orilla, allí nos tumbamos, apartados, a tomar el solo. Me quedaba mirando su piel, las gotas de agua salada resbalar por su costado y el sol iluminando su espalda, a la 4º vez que me pilló, me cogió de la mano y pasamos media hora jugando a entrelazar los dedos.

-YO: ven…….contigo me siento firme y seguro.

-VANESA: iré, pero solo por ti, recuérdalo cuando pero lo estés pasando.

-YO: lo haré – rodé a su lado y me recibió de costado, dándonos besos y carantoñas un buen rato, hasta que sus amigas la avisaron, se iban ya, Vanesa las miró con ganas de mandarla a la mierda y quedarse conmigo, pero se puso la camiseta y me abrazó tanto tiempo que sus amigas ya si iban, corrió tras ellas, a saltos alegres, y gritando.

-VANESA: luego nos vemos.

Al volver con mi madre, estaban todas con los senos al aire, y Sonia besándose con Jaime, que le estrujaba de los pezones con descaro. Marta estaba escuchando música mientras Sara y mi madre estaban sentadas charlando, al decirlas que Vanesa venia se alegraron más que yo, y me frieron a preguntas sobre ella. Regresamos a casa, durante la comida no dejaba de recibir mensajes de Vanesa, de golpe entendía a todos esos que van con el móvil en la mano a todas horas, tonteábamos diciéndonos chorradas, y descubrí que en vez de mandar emoticonos con caritas, mandaba fotos de ella poniendo caras, me resultó tan originalmente divertido, que hacia lo mismo.

Me acosté con Sara y Marta, para echarme una siesta, y escuchar de fondo a Sonia gritar como una cerda siendo sacrificada mientras Jaime le destrozaba. Para cuando llegó la hora de ir a buscar a Vanesa, mi hermana y Sara ya estaban con sus juegos medio inocentes de hacerse cosquillas, siempre conmigo de por medio. Fui en la moto a buscar a Vanesa, eran pocas calles pero el asfalto abrasaba, al llegar había otra fiesta montada, y Vanesa me dijo que entrara ya que aún no estaba lista, con un mensaje. Había como 50 personas dentro, todos adolescentes exaltados, y subí a su cuarto, la pillé saliendo de la ducha con una toalla sin cerrar a su espalda, al verme saltó a mis brazos con un lluvia de besos tiernos, y se fue vistiendo, el biquini de por la mañana y la camiseta.

-YO: deberías ir con más ropa…….

-VANESA: ¿voy mal?

-YO: no…….es que…….

-VANESA: ¿tu madre es muy puritana?…..– la sorna era evidente – …por que las he visto esta mañana con sus mini biquinis jajaja

-YO: no…..es que….si vamos a jugar a algo…y si es lo siempre…..pagas prendas, es mejor llevar mucha ropa, o Jaime te tendrá desnuda antes de que te des cuenta.

-VANESA: ¡joder con el Jaime…..! – se quitó la camiseta y se puso una falda corta, una camiseta de tirantes con una camisa abierta y sudadera por encima, al cambiarse la vi en biquini, el sujetador era con refuerzos en el pecho, espectacular, con su melena rizada alborotada y sus gafas de pasta, estaba para comérsela.

-YO: ¿eres real? – me abrazó y luego me besó con ternura.

-VANESA: ¿tú que crees? jajaja eres muy dulce – “que ojos más azules”, la 1º noche no lo vi, pero ahora con la luz del sol eran 2 piedras cristalinas de cielo. Dimos un paseo de vuelta.

-YO: ¿y como es que no tienes novio?

-VANESA: ¿y tú novia?

-YO: pero tú eres mucho más guapa que yo – me cogió de la mano y me dio con el hombro con una sonrisa en los labios.

-VANESA: eres un encanto, pero no debes pensar así, eres mono, y de los pocos que saben como empieza el numero Pi por aquí….jajajaja además, tengo un síndrome raro, me gustan los chicos algo tímidos y retraídos, es como sacarlos del cascaron.

-YO: visto así……pero no entiendo por que estás sola, tendrías al hombre que quisieras.

-VANESA: y lo tengo………..cogido de la mano – me paré en seco, me quedé mirándola perplejo, llevó el dorso de mi la mano entre sus pechos y besó mis dedos, cerrando los ojos.

-YO: ¿donde has estado toda mi vida?

-VANESA: jajajaja buscándote – “Alberto, si, creo que es un buen nombre para nuestro 1º hijo varón”.

-YO: espero que no te asustes por lo que pueda pasar, pasan cosas muy locas con Jaime.

-VANESA: ese tal Jaime es un pieza, si no quieres no abriré la boca, pero me parece increíble que le dejes hacer esas cosas.

-YO: no le dejo, pero no puedo con él, sabe mucho de mujeres, las tiene a todas a su merced, mi hermana se había librado pero usó el juego para tomarla, se folla a mi tía, a mi madre y ahora al irme estaba machacando a Sonia, era cuestión de tiempo que cayeran una tras otra.

-VANESA: bueno, si lo desean, no soy nadie para criticarlas.

-YO: tú ten cuidado, Jaime también me ha dicho cosas de ti……..- “y casi le tiro por un balcón por ello”.

-VANESA: me empieza a caer mal el chico jajajaja – otra cosa que teníamos en común.

Llegamos, ya estaban todos sentados en una gran mesa en el salón, con una nevera llena de cervezas heladas, y 7 botellas de todo lo que se les ocurrió. Jaime comandando a las demás, por muy fuerte y grotesco que fuera el día anterior, las 4 mujeres estaban dispuestas a volver a jugar a aquello, pero iban preparadas.

Mi madre y Sara, camisón y falda, para sumar una prenda más, Sonia iba igual pero con medias, 2 prendas más. Mi hermana la siguió con las medias, sumando una gorra, y esta vez poniéndose una camiseta y una chaqueta fina, todas con el biquini minúsculo debajo. Jaime iba solo con el bañador, yo iba con uno también y una camiseta, pero me puse otra camisa abierta por encima, además de 2 calcetines. Charlamos un rato en el que Vanesa se mostró dulce y tierna con mi familia, pero tocaba jugar. Vanesa me dio otro beso que me dejó sin habla un buen rato, como para coger, o dar, fuerzas, y me acariciaba en el brazo.

-JAIME: bien, las reglas son las mismas, por deferencia a nuestra nueva amiga las repetiré, se reparten cartas, 1 por persona, la de menos valor pierde, una lata de cerveza o un chupito a palo seco, del tirón, y elige verdad o atrevimiento, puedes librarte de hacer nada quitándote una prenda, pero antes de decidir, nunca después, luego no puedes mentir ni negarte a nada, ¿entendido? – asintieron y empezamos de nuevo.

Mano tras manos el juego era algo inocente, como siempre al inicio, solo pasadas 2 horas Jaime empezó a hacer de las suyas, la bebida subía y la ropa bajaba. Antes de darnos cuenta mí madre estaba en biquini y Sara solo con la parte de abajo, Sonia había tenido que darse un par de chapuzones en la piscina marcando tetas, Marta había dicho que perdió la virginidad a los 15 con un mayor de edad, y yo había tenido que llamar a mi padre y gastarle una broma telefónica. Todos con un globo descomunal, hasta Vanesa sonreía sin motivo, aún tenia todo puesto menos la sudadera, y casi todas sus pruebas fueron besarme o hacerme cosas a mi, incitadas por mi madre o mi hermana, protegiéndola mientras eran capaces. Si las decisiones se tomaban en grupo, era inocente, pero en un momento dado Jaime volvió tomar el poder.

-JAIME: pierde Carmen – bebió la cerveza de turno con sonrisa tímida, luego eligió atrevimiento – necesito unos pechos normales jajaja los de Sonia me matan , ahora me comeré las suyas – mi madre se puso en pie ante el asombro de Vanesa, y se quitó la parte de arriba, sentándose en sus rodillas, Jaime le apretó los pezones y se los chupó, fue el disparo de salida, después de dejarle los pezones como pitorros de carretera la dio un azote y la dejó irse, se le olvidó volver a ponerse el biquini de arriba como prenda a poder pagar.

-CARMEN: uff…….voy a subir el aire acondicionado, que tengo calor…..- al repartir perdió Jaime, que pagó prenda y se quitó el bañador dejando su rabo tieso al aire, ya empezaba su show, pero de golpe Vanesa se rió a carcajadas, cosa que dejó descolocado a Jaime, que esperaba que se quedara perpleja, como las demás.

-YO: otra mano – quise pasar rápido, pero me gustaba como Vanesa le desmontó desde lejos, perdí yo.

-JAIME: quiero que….

-VANESA: ¡cómele las tetas a Sonia ..…!– soltó como sin querer, Sonia se levantó y, como mi madre, se quitó la parte de arriba del biquini, no me creía que grandes eran, las amasé como pude y lamí sus pechos con calma, se veían las marcas de dientes de Jaime.

Me pasé 3 manos sin jugar chupando sus pezones y mi polla golpeaba entre sus mulos sujeta por el bañador. Al volver a jugar, Sonia si se puso la parte de arriba, le di un beso de agradecimiento a Vanesa, que lejos de mostrarse celosa vi travesura en sus ojos. Siguiente mano, Jaime repartió para pasar a más. Perdí, tuve que hacerle un baile erótico…… ¡a Marta!, sentada en una silla, como iba medio empalmado y algo mareado, intentaba no tocarla pero la daba golpes con mi polla de vez en cuando, Marta se tapaba roja como un tomate, pero luego empezó a moverse y reír. La siguiente mano palmó Vanesa, que ya perjudicada, eligió atrevimiento.

-JAIME: bien, ¿que tal un buen morreo con tu futura suegra? – mi madre se fue a por ella, la puso en pie y la cogió de la cara, juntaron sus labios, una vez, y otra, hasta que abrió la boca y vi como mi madre le metía la lengua a una total desconocida, que yo me había follado, y conocía solo de haca 3 días. La respuesta de Vanesa fue cogerla el culo y devolverle el beso con lujuria.

-YO: ya basta, ¿no?

-JAIME: pero si te está gustando…..- era verdad, estéticamente era digno de admirar, pero no por ello dejaba de ser raro. Un par de últimos besos sonoros las separaron, al pasar por detrás de Jaime, azotó el trasero de mi madre con brío –… esa es mi chica.

-VANESA: ¡joder, tu madre besa de cine!, me ha puesto cachonda y todo – me susurraba.

-YO: ten cuidado, Jaime está al acecho – me guiñó un ojo en señal de confianza, esta vez perdió Jaime, que ya desnudo tuvo que elegir verdad.

-VANESA: ¿la tienes más grande que Samuel? – casi me caigo al suelo.

-JAIME: pues no lo sé, no las he medido……. – sabia que si.

-VANESA: ¡pues pollas a la mesa!…. – las chicas aplaudieron y yo obedecí sonrojado –…. pero tienen que estar bien duras, para saberlo, ¿una ayudita? – se arrodilló a mis pies, y comenzó una paja suave, para luego besar y chupar el glande. Al verlo, Sara se dedicó a lo mismo con Jaime, una vez duras nos pegamos junto a la mesa y las pusimos a lo largo, gané, y por goleada, no solo era ligeramente más larga, si no mucho más ancha.

-CARMEN: ¡vaya pedazo de polla gasta mi niño jajaja!

-SARA: ya te digo hermana…….. ¡Vanesa, eres afortunada! – Vanesa sonreía, veía algo en ella que yo no alcanza a divisar.

-VANESA: lo sé – me besó y me dio vueltas todo, pero pasado un rato entendí su jugada, todas las chicas dejaban de mirar a Jaime, y me miraban a mi. Otra mano, y perdió Sara, que desnuda eligió atrevimiento.

-JAIME: pufff yo después de la mamada no me quedo así, una cubana ahora mismo – Sara se sentó a sus pies, y Jaime se lucio apretando sus senos contra su miembro, le había dolido en el orgullo la comparación, y se cebó con Sara mientras los demás mirábamos. Sonia se masturbaba sin descaro, mi madre con disimulo y Vanesa se sentó en mi regazo y nos dábamos el lote a la espera de acabar, Jaime duró unos 15 minutos hasta que la llenó de semen el pecho, la dio tantos azotes que tenia el culo rojo, las chicas estaban de nuevo perdidas con Jaime, pero bastó una simple frase.

-VANESA: bueno…..no esta mal…..- cogiéndome de la mano y dedicándome un mirada perturbadora, una serie de sonrisas en todas subió el ambiente, comprendí que daba a entender que yo lo hacia mejor y ella lo sabia por propia experiencia, cuando no era así. Otra mano y perdió Vanesa, que se quito la parte de arriba y mostró sus tetas aprisionadas y rebosando en el biquini.

-JAIME: puffffff vaya par.

-VANESA: muy amable, Samuel dice que son perfectas – la miré confuso, ¿lo pensaba? ¿se lo había dicho?

-SONIA: bueno……..- los senos grandes era su terreno, y ahora tenia competencia. Otra mano y esta vez perdió Sonia que se quito la parte de arriba y se lució mostrando su pecho desnudo ante Vanesa, que la siguiente mano se la devolvió y quedaron la 2 enseñando 4 pechos que ni un Miguel Ángel salido.

-CARMEN: ¡por dios, ¿que os dan de comer ahora? jajaja! – perdí yo, y la verdad fue confesar que me había hecho pajas pensando en mi madre, o viendo a mi madre.

-JAIME: ¡es que es normal, con esa madre……! – otra mano y perdió Marta, que se quitó la parte de arriba, todas enseñando las tetas ya.

-MARTA: pufff es que con estas 2 cualquiera luce pecho aquí… jajajajaja – aún así, mientras que Vanesa y Sonia eran voluptuosas, el pecho de mi hermana era precioso. La siguiente mano perdió Sonia, que se vbebio su 10º chupito de ron.

-SONIA: atrevimiento.

-JAIME: jajja me parece que todos queremos ver esto, un masaje tuyo a Vanesa en sus pechos, usando aceité, y solo usando tus pechos jajajaja – hasta a mí me pareció una gran idea.

El espectáculo fue una autentica barbaridad, Sonia se sentó en su regazo y vació un bote de aceite corporal entre ambas, para, con las manos atrás, empezar a estrujarse las tetas de una contra la otra, Jaime no se cortó y se masturbaba ante aquello, y a mi me faltó poco.

-VANESA: pufff…..que calor……- estaba cachonda pedida, lo que buscaba Jaime, que en un par de manos mas tarde la pilló, perdió y pidió atrevimiento.

-JAIME: lo siento Samuel, pero quiero comerme las tetas de tu chica – sin 10 cervezas y 3/4 de Vodka a palo seco, le hubiera matado, solo decía que no con la mano.

-CARMEN: ¡jajaja que grosero, no, otra cosa!

-VANESA: no puedo negarme…..- me dio un beso largo y se subió a la mesa, sentando delante de él, abriéndose de piernas, Jaime se pasó 5 minutos lamiéndola y jugando con ella, yo estaba rojo de furia. Vanesa no era de piedra y gemía mientras se apretaba los senos, Jaime repasaba sus pezones con la lengua y lo chupaba hasta hacerla sonreír, en un completo silencio incómodo.

-JAIME: ¡dios, que bien sabes! – cogió de la nuca a Vanesa y la metió media lengua hasta el esófago, pero ella se apartó con una mano en su pecho.

-VANESA: ¡quieto!, eso no era parte de la prueba……. uffff……..buena lengua, eso si tengo que reconocerlo – temía haberla perdido, al volver me dio otra serie de besos, para cogerme de la mano por debajo de la mesa, cosa que me tranquilizó un poco. Otra mano y perdió Marta, que se quedó desnuda, después mi madre, y luego yo, a estas alturas todos elegimos quedarnos desnudos.

-CARMEN: ¡esto es divertidísimo! – la tocó palmar, atrevimiento.

-JAIME: tengo un idea pero es una burrada, pero si la digo no te puedes negar.

-CARMEN: jajaja dila.

-JAIME: ¿seguro?

-CARMEN: si, bobo.

-JAIME: cómale el coño a su hija mientras ella se lo come a usted – me puse en pie furioso, pero mi madre me chitó.

-CARMEN: son las normas…..no voy a ser menos que las demás……- Marta estaba tan perdida que, cuando la cogió en brazos y la subió a la mesa, metió su lengua en el coño del que nació sin pensarlo, mi madre en cambió tuvo algún reparo, pero al final separó los labios mayores y se lo comió, fue brutal, hasta para Jaime que ya estaba pajeándose de nuevo. Marta se corrió enseguida, pero mi madre tardó unos 5 minutos, en los que Marta se tuvo que esforzar.

JAIME: da gusto jugar con gente así……- perdió Sara, y en atrevimiento no pudo más.

-SARA: cómemelo Jaime – se recosto sobre la mesa arriendes de nalgas ofreciéndose, y Jaime acudió presto a meter su cabeza tras ella, la dejó rota en 10 minutos animales en que se corrió 3 veces, mi madre se masturbaba y Sonia le estaba regalando un dedo a Marta.

-VANESA: ¿y esto es así todos los días? – me susurró.

-YO: si, y me temo que en adelante seguirá,……- sonrió y me empezó a pajear.

-VANESA: me voy a tener que venir a vivir aquí jajajajaja – y se hundió mi miembro en la boca, lo que pudo, todo era una nube de sudor sexo y descontrol, gozaba de sus labios en mi glande y de sentir sus senos aplastados contra mi muslo. Me vacié en su boca y me dejo estupefacto verla tragárselo. Para entonces todos tenían un subidón de escándalo.

-JAIME: ¡bien, últimas 3 manos, cenamos y a la discoteca! – perdió Marta, que aún no se había recuperado de lo de antes, y escogió comérselo a Sonia.

-CARMEN: va a coger practica jajajajajja – la penúltima la palmó Vanesa, que en verdad reconoció cuantos hombres se habían acostado con ella, nombre y apellidos con el número de veces, fueron pocos la verdad, esperaba que muchos hombre se hubieran fijado en ella.

-JAIME:! la última la del sexo seguro!, quien pierda tiene que follar con quien elija del otro sexo – eran casi las 9 y media, y al darle la vuelta a las cartas, palmó mi hermana

-MARTA: ¡joder!………vamos Jaime….

-CARMEN: lo dices como si te costara jajajajaja

-MARTA: ¿y que hago? ¿me tiro a mi hermano? – fue retórica pero resonó en mi mente, Jaime sonreía, aquella jugada de la última mano le iba reportar muchos polvos.

Él se puso en pie y recostó a Marta sobre la mesa de espaldas, al abrió de piernas y la acarició hasta tenerla lista, la penetró con fuerza sacando un bramido dulce, y la cogió de los senos mientras comenzaba a ponerse serio con ella, Marta gemía y se ponía roja de pasión. Vanesa sonrió y me dedicó una mirada libidinosa, me besaba con lengua mientras la magreaba las tetas, y mi madre, a su ritmo, trataba de engullir los senos de Sonia.

Jaime hacia temblar la mesa y a Marta, mientras que Vanesa se dedicó a chupármela con vicio, se trababa por que sus labios no deban de si, pero pasaba del glande. Me corrí como un animal, di 4 latigazos largos y la manché la cara, la boca y el pecho, justo cuando Marta tuvo su un orgasmo. La dio la vuelta dejándola colgada de la cintura en la mesa y la embistió por detrás haciendo vibrar y gozar de sus movimientos de cadera a Marta. Para cuando Jaime se corrió mi hermana ya le pedía que no parara, metió sus dedos en ella y la llevó a otro orgasmo que encharcó el suelo, un aplauso general lo llenó todo.

Jaime se pasó unos minutos sobando y azotando a Marta, mientras los demás cenábamos, y por turnos nos duchamos y nos preparamos para la fiesta, esta vez fui menos arreglado, pero me sentía mucho más confiado, mientras que Jaime fue al revés, salió como un pincel, y creo que con la sensación de que había fallado un tiro claro con Vanesa.

Las chicas se vistieron para arrasar de nuevo, mi madre y mi hermana escogieron el mismo estilo, falda corta negra con vuelto, tacones y top llamativo, casi eran gemelas. Sara escogió un vestido rojo que era un rectángulo desde lo pechos hasta los muslos, con 2 ligeros tirantes en los hombros y toda la espalda al aire. El remate fue que Vanesa no tenia ganas, o fuerzas, para volver a cambiarse a su casa, y se puso ropa de Sonia, que si bien tenían tallas similares de busto, las caderas eran otra historia, así que Sonia salió con un vestido verde ceñido y ajustado a su piel, sin hombros, con solo un capa de tela a modo de collar bajando por su garganta hasta el resto del vestido, sus senos rebosaban por los lados. Vanesa salió con un vestido azul de tela brillante, sin sujetador y un escote hasta el ombligo dejando ver sus tetas en gran parte, con falda a las rodillas, pero con su cadera le subía hasta el muslo alto, resaltado su figura en forma de 8.

-YO: ¡madre mía, estás increíble! – quizá algo vulgar por el escote tan amplio, pero arrolladora.

-VANESA: jajaja gracias, ¡esta noche quemamos el local chicas!

-CARMEN: ¡si!

Se repitió el guión, chupitos nada más llegar, probamos la absenta y del pelotazo casi perdemos a Sonia. Teníamos a 5 mujeres y éramos 2 hombres, por suerte mi hermana encontró a unas amigas de la playa y se quedó con ellas, eso nos dejó un 2 vs 1, me quedé con Vanesa y Sara, mientras Jaime con mi madre y mi Sonia. No se quien salió ganando o perdiendo, se que estaba gozando. Mientras me centraba en Vanesa, Sonia se afanaba en frotar sus protuberancias contra mí.

-VANESA: creo que esta quiere montarte……

-YO: ¿Sara? Que va, ya la has visto con Jaime.

-VANESA: te toca mucho.

-YO: lo hace siempre, me hace cosquillas, no es raro…..

-VANESA: pues te mira con deseo, me voy a tener que esforzar, ahora eres mi chico, y te buscan muchas en esa casa.

-YO: ninguna quiere conmigo, quieren a Jaime.

-VANESA: después de lo de hoy, no, ¿has visto como te han mirado cuando habéis comparado trancas? jajaja y si no me crees, besa a Sara, hazme caso, cuando lo hagas la tendrás encima siempre que quieras.

-YO: pero a mi me gustas tú – me acarició la cara con torpeza.

-VANESA: y tú a mi, mucho jajajaja tienes que pensar que estoy un poco loca, pero me gusta la marcha, y tu casa es una locura, me encanta, pero Jaime…… puedo ayudarte contra él, si quieres – aquello me dejó pensativo, pero ya hablaríamos de eso sobrios.

Los mojitos aparecieron, y luego el “wish-cola” de toda la vida, iban tan cargados que parecía que les regalaban las botellas, Sara se bebió 3 y Vanesa 2. Pasado cierto tiempo las dejé retozando una con la otra y busqué a mi madre o mi Sonia. Encontré a Sonia, sin ropa, a 4 patas siendo follada desde atrás por Jaime, estaban en mitad de la discoteca, y de remate Sonia se la chupaba a otro tipo.

-YO: ¿que coño pasa?

-JAIME: aquí la niña, me ha dicho que quería follar como una puta, y aquí estoy, cobrando 10€ por mamada mientras me la tiro jajajaja – me fije y había una cola de 20 hombres, en el tiempo que estuve se la comió a 4, y cuando Jaime se corrió, Sonia terminó en el suelo en plan profesional con el vestido por la cintura, tenia una polla en cada mano, se la chupaba a otro y uno se follaba sus tetas. Según creo recordar, Jaime ganó 140€ aquel día, cubriendo las copas….al menos tuvo la decencia de que solo podían los que usaran condón.

-YO: ¿y mi madre?

-JAIME: adivina……

-YO: ¡el puto mulato!

-JAIME: te juro que he tratado que se quedara conmigo, tenia ganas de darle su merecido esta noche……pero ella misma se ha ido con él.

Me fui a buscarla, y la encontré con los 2 mismos del otro día, el grandullón estaba sujetándola de frente, pero el de atrás estaba con la polla fuera pajeándose usando el culo en tanga de mi madre, el grandullón le había bajado los tirantes del top y le comía los pezones.

-VANESA: ¡joder con tu madre!- me pilló alucinando.

-YO: ¡no me lo creo!

-VANESA: pues créetelo, por que está pasando – se puso pegada a mi, sentí su culo en mi miembro duro y mis manos buscaron sus senos, abrió el escote del vestido con facilidad, y acariciaba sus pezones con fuerza.

Mi madre estaba ida, se ponía de puntillas para ayudar al de atrás a frotarse su buena polla negra contra sus nalgas, mientras que ascendía por el otro, que intercambiaba los pezones con su boca al besar. El de atrás se corrió llenándola el culo de semen a mi madre, se lo azotó y se alejó, mientras que el grandullón la susurró al oído algo y ella asintió traviesa, al darse la vuelta me vio con Vanesa.

-CARMEN: hijo…..estoy mareada, este hombre me lleva a casa – señaló al mulato y sin más se fue.

-VANESA: ¿quieres que les sigamos como la otra vez?

-YO: ya se lo que harán, ahora te deseo a ti – busqué su entrepierna con la mano y sonrió halagada, froté su húmedo interior y lamí su pechos con mis nuevos conocimientos adquiridos.

-VANESA: ¿nos vamos a tu casa o me follas aquí mismo? Por que yo no puedo más….te necesito – dudé, no quería ir a casa, pero tampoco hacerlo allí.

-YO: vamos a la playa.

Me siguió alegre, nos separamos unos 400 metros y nos tumbamos en la oscuridad, Vanesa se quito el vestido y el tanga, me desnudó tumbándome boca arriba, me montó de rodillas, si pajeaba mi tranca ya como una barra candente, mientras acariciaba sus aureolas sacándola leves gemidos. Alzó la cadera y buscó la penetración dirigiendo con su mano, le costó horrores coordinarlo, al meterme en ella casi sentía su dolor y esfuerzo inicial, se apoyó en mi pecho y empezó a subir y bajar lentamente. Verla de fondo con las estrellas y la luna, sus ojos azules y sus gafas de pasta tras los rizos meciéndose, me volvieron loco, la cogí del culo y desaté un infierno entre sus piernas olvidándome de dosificarme. Vanesa gimió, maldijo, lloró, río, y gozó todo a la vez, cayó de lado en un orgasmo tenue, y la puse boca arriba de piernas abiertas apoyando su espalda en al arena, embistiendo furioso, una y otra vez, haciéndola levitar medio segundo entre cada golpe y amansando sus pechos.

-VANESA: ¡oh dios, que gusto, no pares, que polla, dios!

-YO: te quiero, te quiero – repetía cual estúpido, pero era verdad, la tomaba y la amaba.

Se dio la vuelta quedando tumbada boca abajo, la metí buscando su coño desde atrás, hundió las uñas en la arena al sentir como la fundía en su interior, se corrió como si la matara y luego se dejó llevar hasta que me vacié en ella, dándola 2 sonoros azotes en el culo, se giró con gesto de alivio, y me besó tan fuerte que se incorporó sobre mi.

-YO: jajaja mira la arena – estaba la marca de ella y sus pechos.

-VANESA: ¡casi me entierras jajaja! – me abrazó mientras repasaba su cuerpo con las manos sacándola la arena pegada a su piel por el sudor.

(Siento si no soy muy detallado en estas partes, pero la verdad, iba con un ciego como una catedral).

Nos vestimos y regresamos a la fiesta, Jaime seguía con Sonia y su “negocio”, Marta se despidió pronto y se fue a casa con un chico, si prestaba atención le esperaba una sorpresa en el cuarto de mi madre, y nos quedamos con Sara, que iba pero que nosotros inclusive.

-SARA: no voy borracha, solo tengo el puntillo…. – decía mientras no veía como su vestido se había girado y tenia una teta fuera, se lo coloqué demorando en colocárselas.

-YO: así está bien.

-SARA: gracias cielo ¿vamos a por otra copa?

-VANESA: ya vale por hoy, ¿no crees? Te has ventilado medio bar….jajajajaja

-SARA: jajaja pues si, necesito apagar mi fuego, estoy ardiendo y ha sido tu chico, me ha dejado que Jaime no me colma – eso me extrañó, Jaime follaba bien.

-VANESA: ya me ha dicho… – me abrazó para hablarme al oído – …está muy mal, como no te la lleves a casa le va a pasar algo.

-YO: venga tía, vamos a casa y descansamos.

-SARA: no, jajaja otra copa por fi, y luego en casa jugamos…..- puso su índice en mi pecho y se pegó a mi cuerpo.

-YO: no tía, otro día, ahora te llevo a casa

-SARA: jo, eres siempre tan bueno…..pero no me voy sin premio – miré a Vanesa que me la señaló con la cabeza, entre dándose razón y concediendo permiso, así que atrevido le cogí del culo a Sara hasta alzarla y darla un soberbio beso con lengua, no hubo fases, desde el 1º beso me lo devolvió y la degusté con mis labios, me cogió de la cara y se aferró sin soltarme.

-YO: dios, sabe a ron.

-VANESA: te lo dije, esta quiere mambo, y se lo vamos a dar – me la quitó de los brazos juntándose de forma sensual, Sara sonreía al notar como la acariciaba Vanesa, y la besó, que tampoco mostró resentimiento al sentir en las tetas las manos de la otra tocar con la maestría, ambas estaban rojas y deseando salir de allí.

-YO: vamos a casa.

El camino de vuelta lo hice con una en cada lado, cogiéndolas del culo, me sentí gigante por un momento y al llegar a casa las azoté hasta que subieron a mi cuarto, como hacia Jaime, se desnudaron torpemente y empezaron sin mí un festín lésbico memorable. Vanesa guiaba un títere que era Sara, la tenia abierta de piernas de cara y lamiéndola todo, yo me arrodillé detrás de Vanesa y se lo comía despacio chupando su clítoris. Al mirar, Vanesa masturbaba metiendo 2 dedos en mi tía, sin separar sus labios de su vulva, Sara se pellizcaba ofuscada en los senos, y gemía perdida, mientras Vanesa paraba a coger aire cuando sentía entre sus muslos una corriente eléctrica provocada por mi.

Me harté del juego y apunté mi miembro a la entrada de Vanesa, golpeé con mi tranca a lo largo de su coño, y arañó a Sara en las piernas al sentir como la penetraba lentamente, comencé un lento aviven para sacarla rueda, de manera que cada embestida repercutía en Sonia, fue colosal ver los senos de Vanesa rebotar sin que perdiera ritmo su lengua, y Sara explotó en un pequeño orgasmo en que cogió de la nuca a mi flamante novia y se la apretó contra su vulva. Sara al verme follándome a Vanesa se activó, apartó a Vanesa y me dejó caer sobre ella, la besé y lamía sus tetas mientras buscaba ser penetrada, al final sentí su calor y empujé letalmente, su cara cambió a todos los registros, y terminó cerrado los ojos y aguantando como una jabata hasta metérsela toda.

.SARA: ¡joder que polla, me mata, me abres mamón, fóllame, destrózame!

-VANESA: ya ha oído a la señorita.

Comente un violento ritmo que la sacó del universo, agarró un puñado de sabana con cada mano y su cara era su boca abierta de par en par, gritando, se la tapó Vanesa con sus senos, sabía como manejar tan tremendas tetas, Vanesa se puso encima de Sonia a 4 patas, mientras Sara la comía sus senos, yo acariciaba y masturbaba a Vanesa como me adiestró la que tenia debajo, y a la vez percutía en Sara, que no dejaba de gritar con cada inserción. Fue subiendo decibelios hasta reventar en un orgasmo que la sacó de mi frotándose posesa hasta vaciarse en unos chorros que mancharon media cama.

-VANESA: jaja mi turno – según lo dijo la penetré tal como estaba a 4 aptas, agarré su tetas y la pegue la espalda a mi pecho, podía apretárselos para llegar a lamerlos por encima de hombro desde atrás, mientras ella se frotaba el clítoris y gemía de forma descontrolada.

-YO: ¡que bien follas, me encantas, eres una diosa, eres mi diosa!

-ANESA: ¡si, lo soy, soy tu diosa, fóllame, dios, me encanta, ábreme! – daba largos suspiros de placer y volvía a repetirlo.

Todo era raro y nuevo, me gustaba, no obstante era mi 1º trío, probaba a acelerar a un buen ritmo mientras sentía sus senos rebotar en mis manos, era como tener un kilo de flanes en cada mano, y me llevó a dar tales golpes de cadera que sentía su trasero vibrar en mi pelvis. Sara estaba tumbada, casi cardiaca y reventada, acariciando a Vanesa sin alzarse, aguanté tanto que logré que Vanesa explotara en un orgasmo antes de llenarla de semen. Caí fundido a la cama con las 2 mujeres rotas, fue cuando vi a mi hermana en la cama del lado, desnuda y masturbándose.

-YO: ¿desde cuando estas aquí? – me tapé, aún hoy, no se por que.

-MARTA: desde que he escuchado a Sara gritar, ¡dios, como follas hermanito!

-YO: yo….es que…….verás…..

-MARTA: jajaja, a mi no tienes que explicarme nada, disfruta, te lo mereces

-YO: ¿y el chico de la disco?

-MARTA: me lo he tirado jajaja pero después de lo de Jaime en el juego, me ha sabido a poco…. – había subido a ver si era Jaime quien hacia gritar a Sara, y tirárselo, pero en cambio se pasó un buen rato frotándose ante mi, hasta correrse.

Al verla se me puso dura, y tomé a Sara de nuevo, estaba ida, pero mejor que Vanesa, hecha una bola temblando desde que la había follado. Sara no gemía ni nada, solo estaba roja y reía, ni cuando me corrí en sus tetas, a la par que en las de Vanesa, mostró sensación alguna más que tensión y placer.

Me di un ducha rápida para darlas paso a ellas, que una a una se asearon, nos acostamos abrazados los 4, y nos dormimos, caí en un sueño dulce y tranquilo sintiendo el calor del cuerpo de aquellas mujeres y un nuevo renacer en mi interior.

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