3 dias con mi tia.

Un calor agobiante me despertó, era el sol pegando fuerte por la ventana, al ubicarme sentí mi miembro duro presionado, estaba en forma de cuchara pegado a la espalda de mi tía, y con un seno en la mano, Marta estaba pegada a mi, con sus pechos en mis omóplatos y un brazo por encima mía. Me quedé quieto como una estatua, sin saber que hacer, quizá mi tía se molestara por la erección, así que traté de moverme.

-SARA: shhhh quieto – se abrió de piernas y sentí mi miembro caer entre ellas.

-YO: tía……- cerró los muslos, me creí desvanecer.

Pasó un largo rato hasta que Marta se movió tumbándose hacia el otro lado, entonces pude separarme y sentir como salía de su prisión cárnica, pero al momento se giró sobre mi, apoyada en mi pecho con su barbilla en mi cuello.

-SARA: tienes una buena polla, lo sabes, ¿no?

-YO: bueno……eso dice mamá.

-SARA: y yo, y cualquier mujer, he visto algunas más largas, pero no más anchas, debes dejarlas rotas de placer, a mi me duele la mandíbula de chupártela ayer – bebidos se hacían unas cosas que, luego al mencionarlas, resultaban incomodas, al menos a mi.

-YO: pues no se, Vanesa parecía feliz…..- sorbió por la nariz con un sonrisa muda, mi comentario fue tan inocente que no me di cuenta.

-SARA: normal – Marta se movió y gimió entre dientes.

-MARTA: callaos leche, quiero quedarme aquí para siempre, no salir de esta cama nunca…….- Sara me puso un dedo en los labios y sonrió traviesa, extendió su mano y la pellizcó el culo, Marta se sobre saltó y se giró, pero vio a Sara sonriendo, frunció el ceño con cariño y se giró a seguir durmiendo, Sara empezó a rozarle el contorno del cuerpo, que a contra luz del sol anaranjado parecía de cobre pulido.

Al hacerlo me ponía un pecho en la cara, no hice nada por miedo, solo miraba como Marta soltaba zarpazos queriendo apartar aquellos dedos que la acariciaban, le hacían reírse y erizarla la piel, hasta que se revolvió con una sonrisa enorme y atacó a Sara con la almohada, que ofendida, se puso de rodillas y jugaron a pelearse conmigo en medio.

-MARTA: ¡serás pesada, Sam, ayúdame! – me incorporé y cogí a Sara de la cintura pegándola a la cama, se reía mientras luchaba por liberarse y Marta la hacia cosquillas en el vientre.

SARA: ¡no por dios, cosquillas no, que me muero! – eso solo azuzó a Marta, que empezó a hacerla “pedorretas” en el estómago doblándola de risas.

Ninguna pareció percatarse de mi erección, hasta yo me olvidaba de ella, aquello empezó como un juego inocente, Sara se liberó y logró coger del abrazo a Marta, buscándola cosquillas hasta encontrarlas en las costillas, Marta se revolvió como una loca entre carcajadas y gritos.

-SARA: ¡ayúdame con ella, Sam!

-MARTA: ¡ni se te ocurra!, que te busco el cuello….. – solo con decirlo traté de esconderlo, y Sara me atacó, es algo superior a mi, la solté y huía de ella mientras me pegaba los pechos a la nuca y me hurgaba con los dedos en la garganta, estaba rojo y me reía tanto que me ahogaba.

-YO: ¡para…..por favor jajajja para! – no lo hacia.

-MARTA: ahí os quedáis, huyo cual cobarde a darme una ducha – la imploré ayuda pero me revolvió el pelo y se fue.

-SARA: jajaja ahora estamos solos tú y yo – trataba de alejarme, pero lograba llegar a mi cuello.

YO: ¡para………para…….. o…..o …..!- seguía

Me hinché de orgullo y la cogí de la cintura elevándola medio metro, ante un grito de sorpresa la dejé caer a la cama boca abajo, subiéndome encima de ella, aprisionándola y haciéndola cosquillas por los costados, se movía como una culebra, tanto que se me salió la polla del calzoncillo y la estaba pegando con ella en el culo, se sintió el cambio de tono en las risas de Sara, creí que era otra cosa, se giró como pudo, se alzó buscándome el cuello, tan fuerte que caí sobre ella, que estaba de medio lado, me apretó contra su cara y clavamos nuestras miradas.

-SARA: ¿si te pido una locura la haces?

-YO: ¿que puede ser?

-SARA: bésame…. – y alzó sus labios, volví a sentir un sabor a frambuesa reconocible, y al 3º beso, su lengua me invadió, y se lo devolví.

-YO: tía…yo……..una cosa es cuando jugamos…pero Vanesa….- me acarició la cara con ternura.

-SARA: faltan unos días para que vuelva, podemos divertiremos mientras, tú y yo – sacó una de sus piernas de entre las mías y me rodeó con ella.

-YO: ¿y Jaime?

-SARA: jajja soy mujer de sobra para 2 – fue lo mejor que pude sacarla, así que la azoté con fuerza, se sorprendió gratamente, tanto que lo volví ha hacer, y entonces me apretó contra su seno, lo lamí con fuerza y pude notar su dureza en los labios.

-YO: ¡que buena estás tía! – alardeó con un gesto coqueto, y me alejó de sus senos besándome, ella se reía ante mis torpes conocimientos.

-SARA: calma potrillo, tenemos tiempo, ahora a desayunar – me seguía dando besos cortos y tenia las mejillas coloradas, pero la solté.

Algo decepcionado y esperanzado a la vez, me fui al baño a aliviarme, al bajar estaban todos desayunado con caras renovadas, decidimos por 1º vez ir todos a la playa como familia, y pasar la mañana allí para comer en un restaurante cercano. Con mucha más gente a esas horas, Jaime y yo fuimos precavidos, aparte de que el noviete de Sonia, Jony según dijo llamarse él mismo, estaba por allí, un chico alto y musculoso, rapado al cero y un pendiente en una ceja, Vin Diesel pero con acento de paleto Valenciano. Eso no cambió que mi madre seguía el juego a Jaime, le gustara como la follaba, o no, le atraía el morbo, y un par de cachetes en su trasero siempre la dejaban dócil y mansa.

Sara se pegó a mi, no soy imbécil, sabia que estaba resentida y que yo era una opción de celos a Jaime, pero no por ello no me aprovecharía de ello, si no fuera conmigo buscaría a otro con quien intentarlo. Además Sara había ido con un diminuto biquini de tanga, que le quedaba de fábula, y me pasé media mañana en el agua frotándome contra su trasero.

Al salir al sol, una por una se quitaron la parte de arriba y se quedaron así, a Jony casi le sale la sangre por la nariz de verlas los pechos. Todas tenían ya las marcas del biquini del sol y no las querían, teníamos un moreno ya marcado pasado 1 mes y pico allí. Pese a ello Jaime se dedicó a darle cremas a todas, menos a Sara, que me eligió a mí ante su sorpresa. Me esmeré en dejarla relajada y recorrer su espalda con cuidado.

-SARA: ¡que gusto de hijo hermana!, que manos tiene…….- lo decía bien alto para los oídos de Jaime.

-CARMEN: no es lo único en que destaca mi niño jajajaja.

-MARTA: ¡MAMÁ! JAJAJAJA – se puso colorada, no menos que yo, todas sabían que se referían a mi miembro.

-SONIA: ¿tenemos algún plan estos días? – se habría cansado de salir con los de su edad y hablaba en plural con nosotros.

-MARTA: yo tengo que descansar, estoy magullada del fin de semana……

-JAIME: jajaja si es que eres una floja……- la dio un buen azote que la dejó enrojecida la zona del glúteo.

-CARMEN: no lo es, yo también tengo que relajarme un poco, ya no tengo edad.

-SONIA: quien lo diría….- si raro era que mi madre tuviera ese aguante, más lo era que Jaime se hubiera follado ya a mi madre, mi tía y mi hermana, y la más ligera de cascos de todas, Sonia, siguiera sin catarlo.

-SARA: vosotros haced de lo que queráis, yo me voy al mercadillo del pueblo de al lado, y no me apetece coger el coche, ¿me llevas con la moto Samuel?

-YO: si……bueno….si no os importa…..

-JAIME: pensaba que podríamos volver a jugar esta tarde todos……quédate.

-SARA: no gracias, tu te has quedado sin derecho a decirme que hacer……..- un frío cortante cruzó la playa, pero Sonia y Marta relajaron el ambiente repasando las cosas menos lascivas del fin de semana.

Pasamos un par de horas en la playa y comimos una paella exquisita, para regresar a casa y echarnos una gloriosa siesta, Sara me llevó a su cuarto a dormir y se quedó en bragas como de noche, Marta se subió a su cuarto pero se bajó a nuestra cama pasado un rato.

-MARTA: ¿puedo quedarme aquí? es que Sonia y Jony…….- no hacia falta que dijera nada, se les escuchaba bien. Marta iba en tanga y sujetador sin más.

-SARA: claro bonita, ven aquí – le hizo un hueco entre los 2 para ella.

-MARTA: me sienta a cuerno quemado que Sonia se porte así, le da igual que esté al lado.

-YO: es tu amiga.

-MARTA: ya……y Jaime el tuyo, pero duerme con mamá….vaya par de idiotas nos hemos traído.

-SARA: jajaja no te preocupes, mi cama está siempre disponible para vosotros – Marta la abrazó y luego se quitó el sujetador para estar más cómoda.

Nos abrazamos de forma cariñosa, quedando soporíferamente traspuestos. No puedo decir que no fuera una gozada dormir con ellas 2, casi desnudas, no fue raro despertarme con mi hermana pegada a mi y una erección colosal, raro fue ver a mi tía besando un seno a Marta, lo hacia con una delicadeza sobrenatural, casi sin tocarlo, pero tenia su pezón bien duro.

-YO: ¿que haces?

-SARA: shhhh que la vas a despertar.

Poco a poco fue subiendo la intensidad de sus besos y el calor de Marta aumentó, lo sentí en mi cuerpo, gemía ahogada en sueños, Sara se acomodó y le cogió de ambos senos jugando a lamerlos y besarlos, daba pequeños rodeos con la lengua sobre sus pezones justo antes de chuparlos. La respiración de Marta se aceleró y terminó despertándose acalorada.

-MARTA: jajaaja ¿que haces tía? – su casi nula reacción negativa me confundió.

-SARA: vengarme por dejarme sola ayer con este animal después de las cosquillas.

-MARTA: que mala soy….- y en vez de apártala la apretó contra su pecho, mordiéndose el labio y sacando el culo al sentir mi erección.

-SARA: tienes unos pechos preciosos, me gustaría tenerlos así – los acariciaba con delicadeza.

-MARTA: los tuyos no están mal…..

-SARA: antes, a los 25, me sentía orgullosa de ellos, pero ahora….te veo a ti, no digamos a Sonia, y me da cosa…..

-MARTA: no digas bobadas, míralos……- se los cogió con cariño – …seguro que Jaime goza con ellos.

-SARA: no se……¿tú que opinas Sam? – de golpe me habían metido en la conversación.

-YO: bueno, es que compararse con Sonia es un error…….tienes unas tetas muy bonitas tía.

-SARA: gracias…….¿te gustaría tocármelas? – asentí ansioso, se alzó de medio lado sobre Marta y me las puso cerca, las cogí con rudeza, casi sopesándolas.

-MARTA: jajaj así no, tonto, tienes que hacerlo con suavidad – se puso detrás de mi y me fue guiando con cuidado, Sara tenia una medio sonrisa boba mientras veía como mi hermana me enseñaba a tocar unos pechos con sensualidad, me quedé estupefacto al sentir como se ponían duros y firmes, y jugar con sus aureolas fue delicioso.

-SARA: jajaja una mujer sabe como tocar a otra mujer eh……- Marta volvió en medio y acarició sus senos lentamente, dándole pequeños besos tiernos a cada pecho.

-MARTA: puf….me estoy acalorando mucho eh…..me tengo que ir a dar una buena ducha.

Tardó uso segundos en dejar de besar sonoramente los pechos de Sara, y luego me besó en la mejilla revolviéndome el pelo, se fue echándose aire con la mano al cuello y Sara se dejó caer boca arriba tirando de mi, que seguí chupando sus senos como la había visto hacer a mi hermana.

-SARA: ¡dios…..como me pone Marta!, me recuerda a tu madre de joven.

-YO: se parecen mucho – dije al sacarme un pecho de la boca.

-SARA: ¿te cuento un secreto? Tu madre y yo tuvimos nuestro momento……yo tenia 17 años, y se quedó en mi casa unos días para verme, se puso tan borracha que jugamos toda la noche la una con la otra, siempre me gusta una buena polla, pero aquellos días me iba un poco de todo, me dejé llevar y creo que a ella le gustó.

-YO: ¿y luego que hicisteis?

-SARA: nada, como si no hubiera pasado, eso me dejó triste, tu madre volvió a casa y no se habló del tema jamás …..- sonó melancólica y me apartó de sus pechos, para meter la lengua a jugar en mi boca – …deberíamos darnos una ducha para irnos al mercadillo.

Esa mujer me ponía enfermo, me llevaba al limite del paraíso para arrebatármelo, cayeron 3 pajas como 3 soles en la ducha, salí con el brazo cansado, con un bañador y una camiseta, Sara escogió una falda negra de tubo hasta los muslos y un top dorado, no se veía sujetador aunque luego vi que llevaba uno de esos sin tirantes, tampoco es que necesitara realzarlos, seguro que antes habían estado mejor colocados, pero no la deslucían para nada, y con unos tacones grandes con un leve recogido de pelo estaba sencilla e increíble.

Se abrazó a mi espalda al subirse a la moto y tuvo que remangarse la falda con esmero para abrirse de piernas y sentarse, sentí sus manos en mi tórax, no como sujeción, sintiendo mi cuerpo. Los botes de los badenes eran divertidos y aceleré un poco de más para sacarla un suspiro de nervios, al llegar me dio un par de besos cálidos de emoción y se cogió de mi brazo paseando por el mercadillo. Fueron 2 horas en que fui su novio, es la mejor forma de describirlo, me preguntaba como le quedaba tal cosa, me ofrecía cosas a mí, señalaba con emoción y no se separa de mí, dándome tórridos besos de vez en cuando. Tomamos un helado mientras nos sentamos en la playa, se puso entre mis piernas y me hizo rodearla con los brazos por el vientre, tumbada sobre mi pecho con las piernas juntas dobladas de lado, respirando el mar y apretándome contra ella.

-SARA: echaba de menos un día así…….gracias.

-YO: pensé que Jaime te hacia feliz……

-SARA: me divertía con él, Samuel, ha hecho que me sienta joven y viva de nuevo, pero solo quiere sexo, y ya no conmigo, es normal a su edad, las hormonas están locas, pero tú me has hecho feliz sin necesidad de ser grosero, descortés o meterme mano más allá de lo que te pida, eres un buen chico.

-YO: ¿y por que le elegiste a él?, sabias que me gustabas…..

-SARA: desde el 1º día que te vi en Madrid, por como me mirabas era demasiado evidente, quizá si no fueras mi sobrino, sin tu padre al principio y si alguno hubiera dado un paso en esa dirección..….Jaime era menos complicado……..pero eso ahora da igual – se giró hundiendo su rostro en mi cuello, inspirando con dulzura y chupándome haciéndome reír, sin llegar ha hacerme cosquillas.

-YO: deberíamos volver, no me fío de Jaime solo en casa……

-SARA: bien que haces, a tu madre ya se la ventila sin cuidado alguno de que les oigan.

-YO: pues démonos prisa – me puse en pie y de un tirón la puse a ella, se sacudía arena de la falda, y me miró comiéndola con los ojos.

-SARA: ¿me ayudas? …– me cogió de la mano y se la puso en el culo, estaba tan duro como imaginaba, y tan tierno como deseaba, pasé la mano unas cuantas veces hasta sacudirla toda la arena, la miré con ganas de azotarla -…..hazlo.

Lo hice una vez, ante su sonrisa otra, y al final daba igual si tenía arena o no, solo importaba la sensación de piel botando en mis dedos, me dio tal beso que me la puso dura, y tardamos 1 hora en llegar a la moto, aparcada a 100 metros, de tantas carantoñas.

-SARA: ¿puedo pedirte una tontería?

-YO: claro – ese día podría pedirme mi cabeza en una bandeja, que yo mismo me la cortaría.

-SARA: me apetece conducir la moto, ¿me dejas?

-YO: no se, ¿sabes llevarla? – negó con la cabeza.

-SARA: no he cogido una nunca, aunque si he ido de paquete muchas veces – se apoyó medio palmo sobre mí, mirándome con ojos de corderito.

-YO: está bien, pero con cuidado – un beso fugaz en los labios me lo agradeció, casi rutinario.

Me subí a la moto y me pasé a la parte de atrás, Sara metió su culo entre mis piernas y sentí mi polla a reventar contra ella, que de forma traviesa contoneó la cadera hasta encontrar una pose cómoda, con mi miembro entre sus nalgas. La rodeé con los brazos cogiendo el manillar y explicándole todo lentamente, metí mi cabeza por encima de su hombro y ella atendía mientras alguna vez giraba su cara para darme un beso en la mejilla, su pelo me rozaba en la cara y me ponía nervioso.

Arranqué la moto y desde detrás nos alejé del mercadillo y posibles daños colaterales, nos metí en una carretera secundaria poco transitada y allí subí de velocidad, con ella siguiendo mis manos, gritaba al sentir el aire en la cara y reía nerviosa, hasta que solté el manillar poco a poco y ella se hizo cargo, soltó un alarido de diversión mientras guiaba la moto con celo, no pasamos de 30 por hora y aún así la sensación era agradable, siguiendo el contorno de la orilla del mar al atardecer.

Fue media hora en que daba pequeños tumbos y la corregía siempre atento, en el último casi nos vamos al suelo, así que cogí el mando definitivamente camino a casa, pero sin cambiar de postura.

-SARA: ¡jajaja que divertido!

-YO: no es para tanto…….

-SARA: ¿a cuanto lo puedes poner?

-YO: he llegado a ponerla a 110 por hora cuesta abajo, pero normalmente no paso de 70, por precaución.

-SARA: ¿y si le metemos caña? solo hasta casa, ¡dale gas hasta el tope!

-YO: no sé si es buena idea…..

-SARA: por fi, por mi…..- una travesura más de verano.

-YO: agárrate bien.

Aceleré fuerte, y la moto hizo un poco de caballito, eso bastó para cortarle la respiración a Sara, a partir de ahí fui cogiendo velocidad, llegamos a 86 sin problemas, pero éramos 2 personas y en llano, no subiría más. Pese a ello la sensación era genial, divertida y distendida, Sara daba pequeños gritos con cada bache o curva cerrada, se aferró a mis brazos en vez del manillar y sentía sus uñas clavadas en mi, luego extendió los brazos hacia arriba, gritando como una loca, fue una sensación rara de libertad. Al llegar a casa había arena en el asfaltó y al frenar la moto derrapó unos pocos metros, fue un colofón genial, Sara se giró para darme tantos besos largos y húmedos que parecían uno solo.

-SARA: ¡jajja ha sido genial!

-YO: si, un poco.

-SARA: ¿un poco?, ¡casi nos levamos a un pobre gato por delante! jajajaja dios, eres un encanto…..- cogió el par de bolsas de las compras y la vi contonear su culo con salero al entrar en casa.

Estaban todos abajo, Jaime en el suelo con mi madre sentada encima, Jony y Sonia en un sofá y Marta estudiando de fondo, al vernos nos saludaron y se pasaron unos minutos hablando de lo que Sara había visto allí para que las demás compraran.

-SARA: sabéis, estoy harta de las marcas del biquini, quedan horribles, así que he visto unos bañadores muy monos y os he comprado unos cuantos.

-CARMEN: ¡que peligro! – pero todas acudieron a las bolsas, sacaron unos, groseramente, diminutos biquinis, eran de colores vivos y de tanga de hilo, apenas un triángulo no más grande que la palma de una mano en la zona del pubis, y otros de menor tamaño aún en los senos, si superaban a una patata frita “tipo nacho”, era por poco.

-MARTA: ¡por dios tía!, donde nos metemos esto, es minúsculo.

-SARA: esa es la idea, ya nos ha visto media playa con las tetas al aire, ¿que más da?

-CARMEN: jaja parecen juveniles.

-SONIA: ¿y donde pretendes que meta yo a estas? – se amasó los pechos de forma devastadora – si esos triángulos no me tapan ni los pezones jajajaja.

-JAIME: pues probar……..venga..….y nos damos un chapuzón en la piscina, que llevamos aquí toda la tarde – bastó un azote a cada una para que le obedecieran, aunque Sara ya se estaba desnudando y poniéndose uno amarillo fosforito.

-SARA: ¿como me queda? – se me puso dura, era brutal y groseramente obsceno, se le marcaban los labios vaginales.

-JAIME: ¡de cine!, me muero por ver como le queda a Sonia jajajjaa – si a Sara, que tenia aun pecho normal, se le salían…..

-CARMEN: ¡me encantan! – mi madre se puso uno azul cielo, era igual de obsceno pero ella lograba que quedara menos grosero, marcaba labios igual, y hasta la línea de bello, pero al darse la vuelta su culo merecía una trilogía de películas.

-MARTA: es ridículo… – escogió uno rosa fucsia, fue mejor que a mi madre, ya que sus pechos hacían que tuviera una forma mucho más sensual y firme –…. además, se me salen los pelos de….ahí – me fije mejor y tenia 4 cabellos sobresaliendo.

-SARA: tengo para depilarte hija mía, es que tienes una mata ahí que ni la jungla…….- Marta se puso azul de vergüenza.

-SONIA: ¡esto es imposible! – apareció con solo la parte de abajo, de un verde pistacho que le quedaba de cine con sus ojos, pero la parte de arriba en la mano -…esto no me tapa una mierda, mejor voy sin ello – eso nadie pudo negarlo, le quedaba la parte de abajo tan tirante, al ser elásticos, que se tenia que acomodar la tela por que se le metía por dentro de sus labios mayores. Entre las chicas quisieron ayudarla a ponerse la parte de arriba, pero eran incapaces, el diseñador no pensó en mujeres con senos de ese volumen.

-JAIME: estáis de fábula – se pasó unos minutos azotando nalgas al aire sin parar, supongo que quería convencerlas de que no usaran otro bañador.

-SARA: jajaja no tan rápido que también tengo unos para vosotros………- Jaime se quedó banco, y yo más, sacó unos tangas morado y blanco, de hombres.

-JAIME: ¡ni de coña me pongo yo eso!

-CARMEN: jajaja por favor, solo para ver como queda jajajaja.

-MARTA: nosotras hemos cumplido, os toca.

-YO: pero si son diminutos, ahí no me cabe la……….- Sara lo miró de reojo.

-SARA: solo se puede saber de una forma.

-MARTA: venga por fi, jajajaja.

Cuando cogí el blanco rompieron a aplaudir, me di la vuelta y me bajé el bañador, para luego ponerme aquello, la sensación de meterse por el culo fue rarísima, y traté de meterme la polla en aquella tela, pero no había manera. Jaime me siguió por no quedarse atrás, pero su aspecto era peor que el mío, tan escuálido y sin terminar de llenarlo.

-CARMEN: ¡a ver!, dad la vuelta……

-YO: no, mamá, no valen.

-SONIA: deja que decidamos nosotras jajaja.

-SARA: eso, venga chicos.

Jaime se dio la vuelta y sonaron carcajadas, el se lo tomó a bien con su salero natural, pero al darme la vuelta yo se callaron de golpe.

-SONIA: ¡joder con el chaval!

-SARA: jajaja si sale así le detienen seguro jajaja.

-CARMEN: si ya os decía, como su padre……- hizo un gesto agarrándose el antebrazo esclarecedor, luego se acercó y trató de colocármelo de otra manera, pero no había forma, si me metía la polla se me salían los huevos y si los metía a ellos, me quedaba cruzada y saliéndose por encima.

-SARA: pues nada, mañana iremos a buscar algo más…….de tu talla – estaba abochornado, si, pero me gustó las miradas de todas.

Por lo visto los 2 tangas se los quedó Jony, al que le quedaban bien, y nos pusimos unos bañadores normales para salir a la piscina casi de noche, Marta y Sara tardaron un poco, la iba a rasurar mientras el resto nos dimos un chapuzón en el que en cuanto tocaron el agua, los biquinis se convirtieron en una 2º piel allí donde había tela, los pezones se marcaban hasta las aureolas, y que decir de los labios mayores. Al rato apareció Sara dando carantoñas a Marta, que estaba algo sobrepasada, al verla de cerca era claro que se había rasurado al 0, ahora si, se la veía como una de esas modelos de biquinis de calendario, tan preciosa y sensual que parecía haber nacido y desarrollado para llevar ese biquini. Mientras, Sonia se daba el lote con Jony, Jaime acosaba a Marta nada más entrar en el agua, de lejos a la que mejor le quedaba en conjunto, mientras mi madre y Sara trataban de hundirme, pero solo lograban que se les salieran los pechos y la parte de abajo las apretara, se pasaban más tiempo recolocándoselos que jugando, pero parecían encantadas con sus nuevas prendas.

Nos vestimos y cenamos entre risas, Jony se iba a quedar por lo visto con Sonia a dormir, así que Marta, que estaba harta de sus gemidos, se mudó a mi cuarto, total, yo dormiría con Sara y Jaime con mi madre. Sara se volvió a vestir con la falda de tubo y el top dorado, pero sin el sujetador, y pasadas las 2 de la mañana nos íbamos retirando a la cama, los últimos Sara y yo, que al rato escuchamos a mi madre y Jaime con ruidos de sexo, me llevó de la mano a la puerta, y me pegó a su espalda mientras abría la puerta en silencio, y vimos a Jaime boca arriba dándole tal velocidad a las embestidas por el culo de mi madre, que estaba haciendo el puente de espaldas a él, que su miembro no termina de verse nítidamente al salir y entrar. Nos pasamos 10 minutos mirando como Jaime demostraba que de verdad le pilló cansado aquel 3º día de fiesta, mi madre estaba en la gloria sintiendo como la follaba.

-SARA: jajaja parece que si que la divierte……

-YO: Jaime se mueve muy bien, sabe que hacer con una mujer.

-SARA: si, pero eso es solo practica, cualquiera puede hacer vibrar a una mujer si sabe donde tocar o como acariciar, esta mañana Marta te ha enseñado un poco como tocar unos pechos bien.

-YO: ojalá aprendiera, con Vanesa me sentí algo perdido.

-SARA: pues menos mal, por que la oí gemir y gritar como a una perra……..

Un cambio de posición de mi madre, montando ahora de rodillas dándole la espalda a Jaime, nos obligó a dejar de curiosear, y Sara me llevó de la mano a su habitación, con un andar exagerado en su movimiento de caderas bajo la falda, y contoneando su cuerpo entero con alegría, al entrar caminó hacia la cama, sentándose y destilando sensualidad.

-SARA: ha sido un buen día……

-YO: si….y sin resaca jajajajaja

-SARA: como colofón me gustaría que me dieras un masaje en la espalda, todo el día de pie me ha dejado cansada, ¿te importa?

-YO: no, claro……- sonrío feliz.

Se giró sobre la cama tumbándose boca abajo, me puse a su lado y estuve un rato dándola un manejase tranquilo, pero no llegaba a toda la espalda, así que me hizo ponerme encima suya de rodillas, sentí su culo aplastado por mi peso y fui aumentando las caricias.

-SARA: jajaja y no sabias darlos…….me estás dejando muy relajada.

-YO: por que tú me enseñaste.

-SARA: te podría enseñar un par de cosas más…..

-YO: ¿como que?

-SARA: a dar un buen masaje en el culo, por ejemplo…..- se llevó la mano a los riñones y abrió la cremallera de la falda, dejando ver un tanga amplio y negro, me cogió de las manos y me las puso en su trasero, indicándome como ir dando apretones, soltar, como estirar y donde tocar.

-YO: puffff tienes un culo genial, está duro.

-SARA: antes hacia mucho ejercicio jajajaja me está gustando mucho, aprendes rápido.

-YO: cuando algo me gusta presto atención y se me queda – fue pensando en como aprendí historia, o sacarme el carnet, pero ella se giró agradecida.

-SARA: eres todo un hombre ya – me cogió de la nuca y en vez de cosquillas sentí una corriente eléctrica que me tumbó sobre ella, y la besé, el 2º beso fue lento y con lengua, puede saborear sus labios con calma.

-YO: no, para, no quiero que me dejes como esta mañana……

-SARA: no, cielo, ahora iremos hasta el final.

-YO: ¿para dar celos a Jaime? No, gracias…..- me disponía a salir.

-SARA: no es por Jaime, o no del todo, amor, si quieres irte, vete, lo entenderé, pero quiero que sepas que cambiaría todo lo que va de verano con él, por el día de hoy contigo.

Se giró quitándose el top, dejándolo en el suelo, luego se puso en pie bajándose la falda, y al verla allí de pie, solo en tanga, no pude contenerme, “¡a la mierda mi orgullo y mi amor proprio!”, deseaba follarme a esa mujer, así que la cogí de la cintura de cara y la besé con furia, casi la dobló la espina dorsal, jadeó sorprendida y luego me cogió de la cabeza calmando mis ansias, al 4º beso ya iba a su ritmo, uno cauto y lento, pero más excitante. Se dejó caer a la cama y yo tras ella, al soltarse el recogido su melena rubia me dejó sin aliento, y la besé por el cuello tras la oreja, se reía al rozarla allí, mientras me sacaba la camiseta a tirones, luego metió sus 2 manos en mi bañador y sentí sus manos acariciándome el miembro, pase unos minutos sin creérmelo hasta que me dio un empujón y quedé de pie, se sentó delante de mi y me bajó el bañador, mi polla saltó viva y dura.

-SARA: jajaja estaba deseando tenerla de nuevo ante mí sin ir medio borracha.

La cogió con ambas manos y besó el glande con ternura, no le daba para cerrar los dedos en torno a ella, pero si para pajear con gracia, luego se metió el glande con esfuerzo en la boca y lo chupaba como un huevo duro entero, se me puso como nunca, quizá por que estabamos los 2 allí de propia voluntad y sin bebidas de por medio, al verla en su esplendor soltó un risa muda, y volvió a la carga, teniendo que lamer y besar de lado aquel tronco de árbol

-SARA: es de lejos la más gorda que he visto nunca, es espectacular.

-YO: ¿podrás con ella? – fue una suplica.

-SARA: jajaja claro cielo mío, o al menos lo intentaré……

Se pasó unos minutos dejándomela brillante de babas, luego fue subiendo por mi pecho dando lentos besos hasta llegar a mis labios, me dio reparo besarla pero lo hice, y terminé cogiéndola del culo y subiéndomela encima abierta de piernas, sonrío feliz al sentir mi miembro cabeceando entre sus muslos, lamí sus senos como me habían enseñado esa mañana y la oí gemir levemente, buscó a tientas mi falo a su espaldas y lo acariciaba con cuidado, hasta que apuntó a su coño, sentí su calor en el glande antes de notar la presión inicial, Sara soltó un “JODER”, al ver que no entraba, pero siguió apretando hasta que lo hizo, fue doloroso y dulce a la vez. Esperamos a estar bien colocados, se dejó caer retorciéndose, y mirándome a los ojos con ternura, creo que era por que estaba gozando mucho, y sabia que yo no era consciente de lo que estaba disfrutando por mi culpa.

-SARA: ¡madre mía Samuel, es que no me pasa de la mitad, me matas!

-YO: lo siento – se me escapó tras un beso.

-SARA: jajaja no te disculpes por nada cariño, solo estoy un poco cerrada, dame unos minutos, sepárame bien las piernas y bésame el cuello con suavidad.

Era una esponja, todo aquello se me quedaba grabado, ella se dedicó a subir sobre mi como si fuera una pared, y dejarse caer lentamente, cada vez sentía menos presión, pero notaba más en ella, así que no lo pude evitar, rememorando lo que había visto hacer al mulato y a Jaime, di 3 golpes de cintura, seguidos de 3 gritos roncos y fuertes que salieron de los pulmones de Sara.

-SARA: ¡POR DIOS! – siseó con el cuello hinchado a punto de explotar.

-YO: es que…..

-SARA: ¡calla!, bésame y vuelve hacerlo, pero de una sola vez, ¡mátame Samuel, dámela toda!

La agarré del culo con fuerza, la besé, y di un bote que aproveché, al caer su cuerpo embestí con tanta fuerza que casi me caigo. Es inútil intentar reproducir lo que salió de la boca de Sara, una mezcla de pánico, horror, dolor, placer, lujuria, y autodeterminación.

-YO: ¡¿estás bien?!

-SARA: ¡dios, como nunca Samuel!, me siento como en mi vida jajaja, ¡vaya joya!, túmbame, ¡por todos los cielos! me mareo……

La recosté con cuidado sobre la cama sin sacarla de ella, me dediqué a chuparle los pezones mientras ella seguía tratando de asimilar lo que la tenia abierta de piernas mucho más de lo que necesitaba. Empezó a moverse con cuidado, lentitud y excitación, tardaba un mundo en sacársela y metérsela, pero cada vez un escalofrío nacía en mi espalda.

-SARA: ¡ve despacio por favor!, fóllame con cuidado, otros necesitan mucho ritmo para hacer gozar a una mujer rápidamente, pero tú no puedes empezar así, ve despacio al principio.

Lo hice lentamente, y Sara se puso colorada, había cogido las sabanas con fuerza y no las soltaba, totalmente tumbada y ofrecida en la cama, cogí su cadera con cuidado y fui penetrándola con una calma que no sentía, quería destrozarla, pero me guiaba por sus consejos. Iba dando pequeños aumentos de velocidad a su petición, Sara gemía de forma diferente en cada uno de ellos, hasta que al final sus senos se movían al son de mi cadera, y pude empezar a desatarme. Sara se tapaba la cara cuando nuestras pelvis chocaban y daba igual como se pusiera, por que se le hinchaban las venas del cuello, terminando gritando con cada golpe, tan fuertes que seguro que estaban escuchándola por toda la casa, gritaba mí nombre. Con cada embestida de mi cintura bufaba de placer al verla gozar gracias a mí, hasta que tembló entera y me mojó la cadera al salir de ella, vi un agujero enorme y un chorro caer como si se le hubiera roto una tubería. Sara se puso a chupármela poseída, pero luego ponerse a 4 patas y volver a metérsela, gimió sin control sobre su propio cuerpo, hasta que me corrí azotándola duramente en el culo, sentí que podrían llegar a salirle por la boca cada chorro de semen, con un bramido animal, y Sara terminó doblándose de placer, quedando abrazados sin motivo alguno.

-YO: ¿tía……..como estás? – roja y compungida diría yo.

-SARA: ¡en la gloria Samuel!, con un par de trucos serás espectacular, apenas te has movido y me has hecho papilla…..jajajajja – no la entendía, estaba sudando y agotado, ¿y se supone que no me había movido?

-YO: ¡eres la mejor, tía!

-SARA: gracias cielo, casi lamento que hayas conocido a Vanesa…..- de golpe pensé en ella, y me sentí terriblemente mal.

-YO: ¿y si se entera?

-SARA: ¿sois novios o algo?, la conoces de una noche, no son cuernos.

-YO: ¿pero y si se entera y me deja?

-SARA: no le diremos nada si no quieres, aunque si nos ve jugando a las cartas no le parecerá tan malo, si es lista lo dejará pasar, pocas veces se encuentra a un buen chico como tú, listo y dulce, y con una traca así……

Me pasé media hora con la cabeza pegada al costado de Sara, que jugaba con mi pelo, viendo como su pecho subía y bajaba con menos ritmo paulatinamente, quedando con una respiración profunda, me cogió de la cara y con un beso largo y sonoro fue a ducharse, yo me di otra ducha rápida y me puse un calzoncillo para dormir, mientras que Sara regresó completamente desnuda y se metió en la cama, hundiéndose en mi pecho cobijándose del resto del universo. Marta llamó a la puerta, y se asomó con calma.

-MARTA: ¿puedo entrar?

-SARA: claro princesa, ¿que te pasa?

-MARTA: nada…….que quiero dormir….

-YO: ¿ya está Sonia haciendo ruidos arriba?

-MARTA: si…bueno….antes no, pero os han debido de oír y se han puesto a follar como cerdos……¿habéis terminado? si no, puedo irme y dormir sola, pero…..

-SARA: no digas tonterías, ven aquí, ya te dije que mi cama es tu cama – yo me moría de vergüenza, si ella lo había oído, toda la casa lo escuchó, mi madre incluida, y allí estaba Marta, mirando al suelo siendo consciente de lo que había pasado.

-MARTA: muchas gracias – sonrió por 1º vez con su candidez natural.

Se quitó el camisón que llevaba dejándose solo unas bragas de lana blancas, y se tumbó a mi lado, revolviéndome el pelo y mirándome con gesto de aprobación, la abracé y la besé en la espalda mientras Sara se pegó a mi cuerpo. Me costó dormirme, estaba acelerado pese al transcurrir del tiempo, pero caí dormido y feliz.

Por la mañana me despertó Sara, que regresaba del baño, se había puesto un tanga y se tumbó cogiéndome del brazo y rodeándose con él, la apreté con firmeza y la besé en el cuello, me lo agradeció contoneando su culo sobre mí. Me quedé así, perdido, con un miedo irreal a salir de esa cama y enfrentarme a la mirada de mi madre, o de Jaime, me daba pánico pensar en que haría si se sentía ofendido o traicionado por follarme a su chica, hasta que pensé que no menos que yo por saber que hacia lo mismo con mi madre. Unos dedos aparecieron sobre mí, buscado el ombligo de Sara que se retorció entre risas, a Marta le gustó aquel juego y de golpe estabamos los 3 de nuevo luchando hacer cosquillas a los otros 2, había un componente erótico en todo ello, innegable, pero era divertido a rabiar.

-CARMEN: ¡ya basta estruendosos!, que se os oye reír desde la piscina jajajajaja – mi madre estaba en la puerta mirándonos con ojos maternales, iba con solo el biquini minúsculo recién comprado.

-MARTA: ¡jajja jo mamá!, es que la tía me hace cosquillas.

-SARA: hoy has empezado tú, jajajaja ¡no te quejes!

-YO: ¡mamá socorro! – y fui a abrazarla totalmente rojo de cada vez que me tocaban el cuello, me abrazó con cariño y la levanté del suelo medio palmo ante su sorpresa, me besó en la mejilla y se quedó mirándome a los ojos, con orgullo.

-CARMEN: deprisa chicas, que nos vamos a estrenar los biquinis a la playa.

-MARTA: jajaja ¿en serio vamos a ir así?

-SARA: mujer, para eso los compré…..- Marta sonrió nerviosa y se la notó un “¿por que no?” en la cara.

Fueron a darse una ducha y ponerse los biquinis, con una camiseta o un vestido ligero por encima, Sonia salió con la parte de arriba de uno de los viejos, diría que más recatado pero con sus pechos no lo era, solo que no hacia el ridículo como le pasaba con el nuevo, pero si iba con la parte de abajo. Al llegar les costó desvestirse, pero al final lo hicieron, y juro que hasta el aire y el mar se detuvieron unos segundos. Camino del agua algún que otro hombre soltó piropos, y las miradas de las mujeres eran asesinas.

En el agua fue como siempre, jugar a hundirnos, pero entre todos, Jaime con mi madre y mi hermana, yo con Sara, y Sonia con Jony, que no se creía todo lo que veía, todas eran preciosas a su manera, destacando más o menos en algo, con una desinhibición que nuca imaginé ni en mis mejores sueños eróticos, eran 4 hembras de bandera divirtiéndose sin pensar en consecuencias ni convencionalismos.

Al salir del agua hubo casi una pasarela, las pararon varios grupos de chicos para pedirlas fotos y números de teléfono, Marta fue la única que le dio el suyo a un chico, bastante mono, que la hizo sonreír con 4 frases estudiadas, tardamos un mundo en volver a nuestras toallas, y sin mucho esfuerzo terminaron todas en top less, tanto Sara como Marta se negaron a dejarse embadurnar por Jaime, y casi me obligaron ha dársela yo, que no me resultó para nada desagradable, sobretodo sentir la piel de Marta, era tan fina y delicada que me puso los pelos de punta.

-MARTA: ¿hoy hacemos algo? ayer nos aburrimos en casa.

-SARA: yo vuelvo al mercdillo con Samuel.

-CARMEN: si te apetece coger el coche, vamos todas, así miramos algo más.

-SONIA: vale.

Tomaron el sol tostándose de tal manera que casi desaparecieron las marcas del biquini, en unos días ni se notarían, volvimos a casa y ayudé a mi madre ha hacer la comida, me miraba queriendo preguntarme algo, seguro que sobre Sara, pero no decía nada. Jaime estaba fuera fumando un porro y hablando acaloradamente con Sara, trató de darla unos azotes y esta le apartó la mano con suficiencia, fue una pequeña victoria para mí, aunque no sabia cual era el motivo concreto.

Sonia pidió que, si no le importaba a nadie, Jony se quedaría por casa unos días, mi madre la dijo que si sin poner una sola objeción, era un chico callado y que entretenía a Sonia, casi no molestaba ni hablaba, no parecía muy listo pero tampoco demostraba ser tonto, no era un incordio tenerlo por allí, y así habría un hombre más, ya solo faltaba Marta por “emparejar”.

Nos fuimos a echarnos una siesta después de comer, a las 3/4 de la tarde era un infierno salir a la calle rozando los 45ª. En vez de dormir Sara, Marta y yo, al escuchar follar a mi madre con Jaime, nos quedamos charlando, bueno, ellas charlaban, yo oía, veía y aprendía, decían cosas muy útiles, como trucos que hacia Jaime al comerla el coño, o como a Marta la tocó una pierna un chicho de tal forma que la gustó. Sara terminó detallando como me la había tirado aquella noche, Marta sonreía sorprendida ante algunas cosas que oía y que preferiría que no supiera. Marta sonreía mientras sus pezones se pusieron duros al escuchar como había hecho correrse a mi tía, y no supe si fue por el frío de ir solo con el biquini de tanga de abajo, o por que la excitó la cantidad detallada de cosas que Sara mencionó.

Llegada la hora, otra ducha para ir frescos al mercadillo, Sara y mi madre con vestidos de verano con estampados, Marta con camiseta ceñida y falda con vuelo hasta las rodillas, Sonia con un top escandalosamente sexy y unos shorts vaqueros, mientras que los chicos como siempre, bañador y camiseta. Como éramos 7 personas y solo había un coche con mi moto, nos apretamos, Sara querría ir conmigo, quise pensar, pero era la única que conducía, así que Marta se pegó a mi espalda, mientras que los demás iban en el coche, pero no era tan grande como para llevar a 5 personas, así que Sonia se sentó encima de Jony con mucho descaro.

Al llegar, las chicas se fueron de la mano a ver todo, mientras que los 3 chicos las seguíamos a cierta distancia, Jony se separó por una llamada y nos quedamos Jaime y yo solos.

-YO: bueno……¿y como va todo?

-JAIME: de fábula, tu madre es más guarra de lo que nunca pensé…..- le di un manotazo en el hombro.

-YO: deja de llamarla así, es mucha mujer para ti, es lo que pasa – sonrió meditando si provocarme.

-JAIME: tranquilo, solo bromeo, pero es que no veas como se mueve, de tu tía me harté, pero es que con tu madre no puedo……ahora, en la siesta, me ha tenido 1 hora comiéndoselo, para luego montarme otra hora más – le gustaba detallármelo.

-YO: ¿y que dice ella?

-JAIEM: ¿de que?

-YO: no se……sin ir bebida pensaba que…….

-AIME: te dije que el alcohol ayuda, pero el sentimiento es real, tu madre estaba sola, y yo le doy lo que necesita, así se juega, busca que quiere una mujer y dáselo.

-YO: ¿y de mi, y….Sara?

-JAIME: puffff anoche habíamos terminado de follar, o eso me creía, y empezamos a oír como gritaba Sara, se me tiró encima hasta ponérmela dura de nuevo por 3º vez, y estuve abriéndola el culo tanto tiempo que me quedé reventado.

-YO: no os oí.

-JAIME: ¡como para oírme, cabronazo!, Sara gritaba como una leona, ¿que coño la hiciese?

-YO: follármela – dije firme y orgulloso.

-JAIME: jajaja no te vengas arriba, es normal, en cuanto dejo de lado a una se buscan al 1º imbécil que las consuele…..- le dejé pensando eso, aunque quizá fuera cierto, Sara estaba conmigo por no podía estar con él, saberlo no cambiaba que me gustara aquel juego, pero lo sabia.

Las chicas se pasaron media tarde probándose todo, creo que no hubo un puesto que al menos no miraran, y Marta regresó con un tatuaje de una mariposa en la espalda, era de esos que duraban 2 semanas y se iban, mientras que Sonia se compró una pulsera con su nombre y Sara una tobillera de caracolas muy bonita. Luego nos acercamos al puesto de biquinis donde Sara compró todo lo del día anterior, y se compraron otra media docena más, luego se pusieron a buscar algo para mi, ya que Jaime se negaba a volver ha hacer el ridículo, pero yo era una marioneta en sus manos, buscaban algo que cuadrara, y en un probador, (que era una cortina mal puesta), me dieron varios bañadores que me quedaban de formas raras, eran diferentes a las bermudas habituales, cortos, estrechos, de licra, a cada cual más atrevido, unos parecían calzoncillos de señor mayor, lo llamaron turbo paquete, me negué a llevar puesto esas bobadas, hasta que apreció Marta con uno tipo slips, de licra azul oscuro, al ponérmelo me sentí extrañamente agraciado, y al abrir la cortina sin pudor alguno todas abrieron la boca sonriendo.

-CARMEN: ¡jefe, póngame 3 de estos de diferente color para mi niño! – le gritó a pleno pulmón al tendedero, lo que provocó que me mirara medio mercadillo.

Eran de no más de 15 centímetros de largo, de tela elástica y apretada, mi pene caía hacia un lado marcándose con claridad, pero sin parecer vulgar ni quedar mal, y con mi bronceado me veía de cine. Me gustaba como me quedaba pero más me gustaba como me miraban, no solo mi madre o las chicas, si no toda las mujeres de por allí, una le tapó los ojos a su hija y se la llevó lejos, y por 1º vez en mi vida me sentí atractivo, guapo, o al menos destacable, alejándome de la sensación ordinaria y común que me acompañaba siempre.

Nos tomamos unas bebidas frías en una terraza, y mientras Jaime sentó a mi madre en su regazo, Sara lo hizo encima de mi, sin ningún reparo me rodeó con un brazo por la nuca, y de vez en cuando me daba un beso en los labios, el 1º me puso tan acalorado que me bebí la Horchata del tirón, lo hizo delante de todos y nadie puso mala cara o dijo algo. Lo seguía haciendo hasta que perdí la vergüenza y se los devolvía, mirando a mi madre, que dejaba de lado a Jaime por ver a su hijo juguetear con su hermana.

-CARMEN: ¿y tú que? – miró a Marta.

-MARTA: ¿yo que, de que?

-CARMEN: ¿para cuando un chulazo? El de la playa de esta mañana parecía mono…….- Marta se ruborizó.

-MARTA: no sé…….es que para una noche vale, pero ninguno me llena a nivel personal.

-JAIME: estás de vacaciones, no busques un novio, busca un tipo al que follarte y pasar el rato…….- señaló con cuidado a Jony, que no se enteraba de nada, perdido en el escote de Sonia.

-SARA: jajaja no sufras, pronto volverá Vanesa y mi galante sobrino dejara mis atenciones para mejor momento.

-CARMEN: es verdad, ¿cuando regresa? Quiero conocerla.

-YO: creo que mañana, quedó en llamarme, es solo una amiga, la conozco de una noche……- quería minimizarla, pero me mentía a mi mismo, aún son Sara a mi lado, pensaba en ella, en su cuerpo vibrando ante mi empuje, en sus senos y culo engañosamente grandes bajo el vestido, en como se comportó conmigo y al ver a mi madre con el mulato, y en aquellos ojos azules vivos escondidos tras unas grandes gafas de pasta, y sobretodo su espeso cabello rizado, aquella mujer me había hechizado con algo.

-SARA: ya…….tendremos que ir a buscar chulazos Marta y yo jajajaja – sonó a broma pero tenia parte de verdad. Regresamos al coche paseando y me quedé atrasado con Sara.

-YO: siento si con Vanesa me alejo de ti, y más ahora que……

-SARA: ya sabia lo que había cariño, ojalá te vaya de cine con ella, pero si no…..ven a verme cuando quieras, al menos esta noche serás mío, ¿verdad?

-YO: si, todo yo – me abrazó con ternura, me dejó besarla en el escote.

Al volver a casa me sentía nervioso, ¿que aprendería esa noche en su cama?, ¿y que me esperaría cuando volviera Vanesa?, quizá se había olvidado de mi, fue solo una noche, quizá me dio un número de móvil falso y ahora estaba en la cama de algún otro bobo enamoradizo, hechizándolo. Lo pensaba, o quería que fuera verdad, y así podría quedarme con Sara sin sentirme culpable, en cualquier caso, necesitaba imperiosamente volver a ver a Vanesa.

En casa descansamos mientras cenábamos, y montamos una pequeña sala de cine en que vimos algunas películas, poco a poco la sala de cine quedó vacía, solo quedábamos Marta, Sara y yo abajo, mientras que se oía a Sonia de fondo gimotear del polvo que seguro que se estaba echando con Jony. Mi madre salió con Jaime a la piscina y se les veía tontear en el agua, ya me daba igual mirar o no, pero creo que estaban ambos desnudos. Marta se había quedado frita en mi hombro, casi parecía que solo dormía bien cuando estaba a mi lado, pero yo tenia unas ganas locas de separarme y follarme a Sara, que llevaba media película con su mano por dentro de mi bañador.

-SARA: deberíamos ir arriba, tengo ganas de otro masaje……

-YO: me da cosa Marta, la pobre está sola y parece tan dulce durmiendo.

-SARA: jajaja es verdad, pero te necesito arriba – acarició la cara de Marta y luego la besó en los labios lentamente, Marta se despertó con ternura, y miró a Sara al sonrojarse.

-MARTA: tía…….no me haga s eso.

-SARA: jajaja era solo para despertarte….- y echó la cabeza hacia mí con gesto claro, Marta tardó unos segundos en comprenderlo.

-MARTA: jo, ¿otra vez?…….vale, pero avisar al acabar, si no es con Samuel no duermo…. – me besó en la mejilla la apartarse – ….. disfruta hermanito.

Sara me cogió de la mano y me alejó de Marta, que se quedó hecha un bola en el sofá con un manta por encima, la naturalidad, y aceptación, de todos en una situación así me dejaba descolocado, mi hermana me dejaba irme a follarme a nuestra tía, para que la avisara al acabar y meterse en la cama con nosotros, de locos.

Fui siguiendo el culo de Sara que se contoneaba en la escalera como mejor sabia, iba con el bañador de los nuevos y un pareo a la cintura, mientras que yo ya solo iba con un bañador antiguo, al subir la seguí hasta el balcón, el aire frío de la noche la uso la piel de gallina y se apoyó en la barandilla mirando a la piscina, donde Jaime parecía penetrar a mi madre por detrás, desde lejos no se veía bien.

-SARA: míralos, ya están liados…….- me pegué a su espalda, y se estremeció al sentirme los brazos rodeándola la cintura.

-YO: pensaba que ya te daban igual.

-SARA: no puedo evitar tenerla envidia, siempre ha sido la niña bonita de tus abuelos, siempre tenia lo mejor, la más dulce, la que mejor se comportaba, la que sentó la cabeza antes, la que escogió mejor marido y la que tuvo hijos buenos y educados, y ahora me quita a Jaime…..

-YO: hasta ahora pensaba que mi madre era una mujer…..trivial, sosa, no pensaba que nadie pudiera envidiar su vida.

-SARA: es mi hermana, pero algunas veces la ahoga en la puta piscina, la mujer que has conocido toda tu vida se la que ha moldeado tu padre, la que ves ahí arqueándose para besar a un crío de 19 años mientras se la folla, esa es la que yo conozco, pero esta se la voy a devolver – echó el culo hacia atrás y se quito el pareo, jugó a frotarse hasta sentirme duro y se desnudó sin darse la vuelta, me bajó las bermudas y se lamió la mano preparándose el coño con delicadeza.

-YO: ¿que haces?

-SARA: vengarme jajajaja, fóllame, métemela de golpe, se fuerte y rudo, destrózame aquí, en el balcón, donde mis gritos puedan alertarla, y nos vea tener el sexo más salvaje que recuerde, ¡HAZLO! POR FAVOR – “encuentra lo que necesita y dáselo”.

Apunté a su húmedo coño que se abría con los dedos, y la cogí de la cintura con energía, apretaba tanto que se me doblaba, pero a los pocos intentos mi glande se guarecía en ella, soltó un bufido largo y sensual, echó el brazo atrás para cogerme de la nuca y pegarme a ella, mientras la iba penetrando, fue mucho más sencillo meterla que el día anterior, o al menos eso me pareció, por que ella vibraba con cada golpe de cintura hasta que la di los 3 o 4 empujones finales, seguidos de sus alaridos correspondientes. No pude ni mirar a la piscina para ver si la habían odio, tenia que centrarme en la mujer que tenia delante, que daba pequeños tirones apoyada en el balcón mientras la ensartaba.

-SARA: ¡AHHH, madre mía, que gusto, es como si me ardiera todo!

-YO: como me pones tía – solté abrumado al sentir como la tenia entera dentro, y como ella se recostaba contra mí con fuerza.

-SARA: pufffff, y tu a mi cariño, por favor, dame despacio, espera a que me acostumbre, pero después haz lo que quieras conmigo, disfruta cuanto desees, por que y haré lo mismo.

Casi me corro solo de orla decir eso, la saqué entera notando cierto alivio en la tensión de Sara, que regresó junto a mi embestida pausada y larga, lo iba haciendo tan lentamente que podía respirar varias veces entre ida y vuelta, Sara permanecía casi en silencio, solo gemía nasalmente cuando se la metía toda. Luego me pareció oír risas y ver a mi madre apoyada al borde de la piscina con la cabeza de Jaime entre sus muslos, esa imagen me enfureció, y lo pagó Sara.

Di 4 empujones sacándola entera cada vez, de tal magnitud que Sara se puso de puntillas con la boca abierta, la cogí de los senos y comencé a darle tan fuerte que pensaba que la iba a hacer atravesar la barandilla, Sara comenzó a gritar como creo que pretendía lograr, puede que exagerara para su venganza, ¿quien sabe?, lo que sé, es que me estaba desatando, no dejaba de subir el ritmo, Sara se retorcía tratando de aguantar aquello, pero a los 5 minutos cayó de cuclillas frotándose el clítoris saliendo de ella un manantial, cuando dejó de temblar me cogió la polla chupándola con prisa, para luego sentarse en la barandilla, la cogí del culo para no dejarla caer y me rodeó con las piernas, esta vez al metérsela fue como hundir los dedos en un bizcocho tierno, entró limpia y seguí bombeando fuera de mi, le gustaba tanto que me daba tirones en el pelo y me besaba o mordía en el hombro soltando gemidos audibles. Yo estaba a punto de correrme y di un sprint en que lo di todo, Sara echó al cabeza hacia atrás tanto que creí que se caía, con el cuello alineado con su cuerpo y gritando fuerte.

-SARA: ¡OHHH DIOS, FOLLAME SAMUEL, DESTRÓZAME DIOS, COMO ME ABRES! – la azoté un pecho por que no dejaba de moverse y se lo lamí antes de vaciarme con 5 o 6 largos latigazos que la hicieron abrazarme con sonidos agudos hundidos en mi pecho.

-YO: ¡tía, eres espectacular! – quise ser cortés, pero estaba cansado, la ayudé a bajar de la barandilla y me senté en una silla cercana, Sara estaba de pie confundida, se acariciaba su intimidad con celo y me miraba traviesa.

-SARA: escúchalos…- de fondo Jaime y mi madre estaban gritando poseídos, no los había oído por que Sara los tapaba, pero ahora eran claros.

-YO: ¿les hemos provocado?

-SARA: jajaja si quieren guerra, la tendrán – se arrodilló ante mi, me hizo tal mamada que en 4 minutos ya la tenia como una estaca, se montó de rodillas encima de mi y se penetró tan fácil que ya la tenia rebotando encima mía antes de poder cogerla de la cintura.

Apartó su pelo pegado a su piel del pecho por el sudor, y lamí sus pezones, con el mismo tacto y cuidado que me habían enseñado, pero dando golpes de cadera cada vez que Sara bajaba su cuerpo, eso se lo vi a alguien hacia poco, pero me costaba recordar a quien o cuando. Solo gozaba de follarme a esa mujer, me daba igual que fuera mi tía y lo hiciera para ganar una batalla de sexo a su hermana, a fin de cuentas mi madre, que se follaba a mi amigo.

Mis manos bajaron a sus nalgas y la amasé como me dijo Sara la noche previa, pero seguí penetrándola con virulencia, Sara se reía de reconocer sus enseñanzas, y de vez en cuando me sacaba su pecho de la boca para darme largos besos cálidos con lengua.

-SARA: jajajaja eres un gran alumno, me estás llevando al paraíso.

-YO: es que….dios……me gusta esto….- no atinaba a poder hablar, bastante tenia con recordar como masajear un culo, comerse unas tetas y besar, a la vez que mantener un ritmo de caderas bueno, “esto tendría que ser disciplina olímpica” me dije a mi mismo.

-SARA: mereces otra lección – me chupó varios dedos con calma y luego se los llevó al ano, sentir aquella textura me puso a 1000, su sonrisa era malévola, me guiaba el dedo, acariciaba mientras apretaba un poco, y luego entró en su ano con facilidad, Jaime la había dejado un buen entrenamiento, un dedo no seria problema.

-YO: es una sensación rara.

-SARA: mi niño, es primordial preparar bien a una mujer antes de un anal, la tienes muy ancha, y si no tienes cuidado puedes hacerme daño, con calma mete un dedo, y fóllame el culo con él, cuando lo veas listo, otro y así hasta que te lo pida.

Era divertido y didáctico a la vez, lo hice según sus indicaciones, el ritmo era de sexo era lento peor continuo. Al sentir el 2º y 3º dedos se acarició el clítoris con fuerza, y terminó corriéndose antes de lo que esperaba, salió de mi rondado por el suelo, llenando todo de fluidos.

-SARA: ¡DIOS! Joder, en mi vida me había corrido si – se puso en pie se me sentó de espaldas, frotando su culo contra mi verga – me cago en la puta, ¡ábreme el culo Samuel, me vas ha hacer polvo, pero lo necesito!

Apoyó sus dos pies en mis rodillas y elevó la cadera mientras que la sujetaba del culo, cogió mi miembro y dejó caer un río de saliva hasta él, embadurnándolo para luego apuntárselo al ano, fue como mi 1º vez, era tan cerrado y prieto que me dolía el glande, pero aguanté mordiéndome el labio. Sara se quejaba de que no acertaba, pero logró subir el trasero y de golpe sentí que le entraba media barra, su boca estaba abierta con ganas de soltar otro grito colosal, pero no salió nada de sus labios, se quedó quieta más de un minuto, en que casi pareció no respirar, hasta que soltó todo el aire de golpe.

-SARA: ¡Y YO QUE ME LO QUERIA PERDER, JODER, QUE POLLA, ME DUELE COMO EN MI VIDA!

-YO: ¡a mi también! – pero era un dolo cálido, más bien un malestar, como cuando se te resiente una articulación justo antes de sonar el crujir de huesos.

-SARA: cariño, por favor, muy despacio, me duele mucho, deja que sea yo, no des empujones y te juro que terminamos en el hospital.

-YO: si quieres la saco…..- me daba un miedo enorme terminar en esa misma posición, pero en una camilla en el hospital.

-SARA: ¡NI DE PUTA BROMA, TU ME VAS A FOLLAR COMO DIOS MANDA! – y se dejó caer un poco más, lo justo para sentir sus nalgas en mi pelvis.

-YO: ¡AHH TIA….ME ….ME GSUTA! – era como si la tuviera aprisionada debajo de mil almohadas.

-SARA: ¡Y A MI, JODER, ME ESTOY VOLVIENDO LOCA! – y soltó todos sus agarres, sentí como la abría algo, aunque no se el qué, pero la tenia entera dentro de su ano, se retorció sobre mi, con alaridos de mezcla de dolor y placer.

Se pasó 3 minutos acomodándose, hasta que vivió a apoyar sus pies en mis rodillas y empezó a subir y bajar, aumentando el ritmo, la ayudaba con la manos aunque solo a subir, al bajar se dejaba caer a plomo y un sonido rarísimo me llamó la atención, era como un “chop chop”, eran los fluidos de Sara cayendo de su coño a su ano, y bañando la zona donen neutros cuerpos se golpeaban. Me encolericé, la subí el culo y planté lo pies con firmeza, dejando que mi cadera cobrara vida, nunca creí que podría moverme así, veía meterle ni tranca en su trasero a una velocidad espectacular, y ella se pellizcaba un pezón o se acariciaba el clítoris, pero tenia que agarrarse a los antebrazos de la silla para no caerse de tanto vaivén, me decía o bien que lo hacia y lo mucho que estaba gozando, y ahora no parecía ser cara a la galería.

Me desfondé pasado 10 minutos en que no pude más, y me senté sin poder moverme, sentía clamares en los gemelos, y mi tía se fundió sobre mi, me usó de cama mientras se contoneaba aún con mi miembro duro dentro de ella, no me había corrido, me había quedado sin fuerzas.

-SARA: jjajajaja me encantas, eres como un conejito, tienes que aprender a controlarte, das mucho muy rapado, y te casas, no tienes fondo, tienes que ser listo, e ir creciendo lentamente, aumentando poco a poco, para llegar al clímax cuando lo estés dando todo.

-YO: gracias tía, eres muy buena conmigo….peor es que ahora no puedo…no tengo energía.

-SARA: déjame a mí.

Bajó su pies al suelo con las piernas juntas entre las mías y se puso en pie, la visión de su culo en pompa medio agachada me encantó. Ella solo subía y bajaba sobre mi como un turco de magia en el que lo que desaprecia era mi miembro, y empezó un “twerking” en que la carne de sus nalgas iba en contra de la dirección de las caderas, de vez en cuando dejaba de moverse y se recostaba para descansar, la frotaba el clítoris sin descanso, me cogió de la mano y me guió para hacerlo bien, era como un oso tratando de abrir un caramelo, pero me enseñó a ser un fino estilista.

-SARA: ves, así es más placentero, y si metes los dedos así, encontrarás el punto G de las mujeres, no es un mito, y es un muy buen truco para lograr que aun mujer se vuelva loca sin gastar energías – había seguido sus dedos y los tenia dentro, buscando con cuidado.

-YO: está muy caliente.

-SARA: jajajaja es que estoy ardiendo – se sacó mi miembro del ano, y cogiéndolo de la base se golpeó repetidamente el coño con ella, como si fuera un bola de demolición, para luego metérsela entera hasta rozar neutros sexos.

Allí saqué de donde no tenia, y fui aumentando lentamente un ritmo pausado, eso la gustó y sorprendió a la vez, pero se pasó al ponerse como un tomate y romper en otro orgasmo del que salió mucha menos cantidad de fluidos que antes.

-SARA: ¡madre mía!, como no pares me vas a dejar seca jajajaja.

-YO: estoy durando mucho, ¿verdad? – me pareció importante recalcarlo.

-SARA: claro que si, cielo, es que la 1º siempre es la más rápida, según vayas mejorando la 2º, o hasta la 3º, serán más tardías.

-YO: ¿cuantas veces puedo correrme?

-SARA: depende del hombre, a mi ex marido con 1 ya no se le levantaba, pero a Jaime he llegado a 4 veces, por la juventud supongo.

Mi ritmo lento la estaba derritiendo, hablaba y sonreía, pero buscaba apretar contra mi, ya no la sacaba, solo giraba su cadera en círculos y terminé llenándola de semen con un chorro que sentí rebotar dentro de ella .Nos quedamos así unos minutos, en que el sudor y aire frío hacían un mezcla rara.

-SARA: mi niño, como te voy a echar de menos…..

-YO: tal vez Vanesa se haya olvidado de mí.

-SARA: jajaja ojalá, pero no, esa chica tiene algo raro, algo que encaja contigo, se lo vi en los ojos, te miraba como miraba yo a mi ex, esta coladita por ti, te lo digo yo.

Eso me desconcertó, que yo me enamorara era normal, me había pasado toda mi vida con cada mujer o chica que había sido mínimamente amable o cariñosa, me enamoraba, pero que alguien se colara por mi era nuevo.

Al recuperar algo de fuerzas nos dimos una buena ducha, y mientras Sara se acostaba desnuda, con un olor a crema entre sus muslos, fui a buscar a Marta en bermudas, estaba en el sofá, y si bien no puedo saberlo, olía a hembra, el mismo olor que había notado en los dedos de tenerlos dentro de Sara.

-YO: Marta…….ya hemos…….si quieres…..

-MARTA: si que has durado jajajajaja – me puse rojo cuando me acarició el pelo.

-YO: no se que hacer, la tía me esta ayudando mucho, pero Vanesa…..- me abrazó con dulzura.

-MARTA: ni si quería se que hacer con mi vida, no te diré que tienes que hacer con la tuya, solo quiero que seas feliz.

-YO: y yo que tú lo seas también, no me gusta que te sientas sola, ¿que puedo hacer? – me pellizcó en la mejilla.

-MARTA: pues vamos a dormir, que estoy molida, así seré feliz unas horas jajaja.

Al subir Marta se desnudó quedado en tanga azul cuelo, y le hizo un pedorreta en la cadera a Sara, que se río adormilada, me acosté de lado y abrazando a Marta, odiaba verla triste, cuando era una mujer alegre y risueña, al sentirme rodeándola sonrió, y se volvió para enterrarse entre el colchón y mi pecho, usando mi brazo de almohada, me resigné a despertar sin brazo y me dormí feliz.

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