Caperucita era una chica de unos 20 añitos que no tenía maldad. le llamaban Caperucita de la chocha roja porque apenas llevaba bragas y siempre iba en minifalda y claro se le veía su chochita.

   su madre que era una golfa de cuidado y de 40 años y su abuela de 50 una madura de buen ver le daban a Caperucita cosas que les hacía falta ya que como era una chica muy buena siempre estaba dispuesta a visitar a su abuelita y llevarle las cosas

 la abuela que era al igual que la hija más puta que las gallinas y se llamaba Tomasa la picaba el coño, pero como no tenía a nadie que le echara una mano ese día escribió a su hija para que le mandara unos consoladores en su cestita de su nieta.

 esta así la madre se lo puso en su cestita para que la chica no sospechara nada y la dijo:

– Caperucita hija lleva esta cesta a tu abuela que necesita leche y miel no abras la cesta por nada del mundo ya que es muy delicada y se te puede caer ya que lleva huevos y son muy delicados

-lo hare madre.

 cogió la cestita que llevaba los consoladores y se despidió de su madre que enseguida que Caperucita se fue, invito a unos amigos a tomar unas copas de wiski y dijo:

– a que esperáis para meterme vuestros chorras cabrones ahora que no está mi hija vamos a disfrutar como enanos.

 así que ella y los demás se desnudaron y empezó a chupar pichas como quien chupa chupa-chups de tres en tres.

– así darme vuestras poyas que ricas toma zorra.

– si supiera tu hija lo zorra que es su madre.

– con el tiempo aprenderá y será como yo, pero todavía es muy joven vamos no seáis perezosos metérmela por el chocho y el culo y darme a chupar vuestras mingas no seáis perezosos.

 los tres amigos de la madre se la metieron por el chocho y el culo y el otro por la boca.

– así así darme picha hasta los huevos me corrrooooooo dijo la madre.

– y nosotros también ahahahahha toma zorra.

– si dame vuestra leche ahahahahahahahha que gusto.

  pero sigamos con Caperucita ella iba por el bosque cantando como siempre para la casa de su abuelita.

– lalalalalal soy Caperucita.

  Juan el lobo que pasaba por allí y que estaba ya un poco harto de follarse a las tres cerditas (ver mi relato anterior) dijo:

– joder que piba esta me la tengo que follar.  hola Caperucita donde vas.

 -hola Juan lobo voy a casa de mi abuela a llevar unos huevos leche y miel.

– dame un poquito que tengo algo de hambre y no se va a notar.

– no puedo -dijo la chica- mi madre me ha dicho que no habrá la cesta para nada si no podían romperse los huevos.

 pero juan lobo que no era tonto aprovecho que estaba un poco distraída Caperucita hablando con él para meter mano en la cestita y claro se encontró mientras hablaba con ella disimuladamente con los consoladores y cerro la cesta para que Caperucita no sospechara nada mientras hablaba sentada con él en el bosque.

– joder- pensó para si- menuda puta tiene que ser esa abuela y adonde vive tu abuelita.

– allí cruzando el bosque la primera casa de la izquierda.

– vale chica ya nos veremos.

– hasta luego juan.

– hasta cuando quieras.

 se fue por un atajo que conocía y llamo a la puerta de la abuelita esta le abrió.

– hola abuelita soy amigo de Caperucita.

– ah pasa entonces quieres algo.

– veras he estado hablando con ella y he tocado la cesta queriendo que me diera un poco de comer y he visto so zorra los consoladores vamos chúpamela zorra -le dijo el lobo a la abuela -hasta los huevos -dijo juan bajándose los pantalones.

 la abuela al ver semejante pollón estaba encantada:

– sisis lo que quieras juan. cuanto tiempo hacía que no me llevaba una cosa así a la boca que gusto.

– ahora los cojones -dijo juan -así así so puta -dijo juan- desnúdate quiero follarte- dijo el lobo a la abuela- hasta los cojones.

– así lobo métemela mas no pares tócame las tetas hijo puta que rico como me follas.

– ahora te voy a comer el chocho.

– si hazlo lo que quieras, pero hazme gozar.

 la comió el chocho a la abuela que estaba tan necesitada que se corrió en un momento:

– ahahahahahhha cabrón como me lo comes hijo puto que rico.

– ahora quiero tu culo -dijo juan y la penetro por el ojete hasta los huevos.

 la abuela se moría y gusto:

– más mas quiero más- pedía la abuela.

 y juan ya no pudo más y se corrió:

– ahahahahha toma leche so puta ahora escúchame so guarra quiero joder me a tu nieta así que sal de la cama que me meteré yo y cuando la ponga caliente entras y te unes a nosotros entendido.

– lo que tú digas juan y, pero fóllame.  soy tu zorra te pertenezco a partir de ahora.

 así que juan se metió en la cama y se hizo pasar por la abuela de Caperucita de la chocha roja cuando llego Caperucita y vio a la abuela ósea juan y la vio muy cambiada:

– jope abuela que te pasa no eres la misma eres más grande es que he crecido nena y que lengua tienes más larga.

– es para chuparte mejor el coño.

– o abuela no digas eso y que manos tan grandes abuela.7

– son para tocarte mejor las tetas.

– oh abuela como eres- dijo Caperucita- y que tienes aquí abuela- tocando el rabo tan grande que se le había formado a juan en la cama.

– es para follarte mejor so guarrilla.

 y salto de la cama y empezó a bajar la minifalda a Caperucita y a chuparla el chocho.

– a ha aha abuela que me haces que gusto que rico.

 y con la otra mano se la metía en el chumino.

– ahahahahaa abuela me corroooo que bueno

y Caperucita se corrió ya desnuda juan lobo se bajó el pantalón y se la metió hasta los cojones y empezó a follársela.

 la abuela que los observaba se unió a la fiesta y empezó a comer las tetas a sus nietas:

–  haha que rico es esto abuela y lobo joderme por dios me corro.

 Caperucita se corrió varias veces ya que juan y su abuela la devoraban sin piedad a causa de los gritos vino Gregorio el cazador pensaban que estaba matando a alguien así que cuando entro ayudar a la abuela de algún animal l se encontró a la abuela y a Caperucita follando sin parar joder dijo:

– menudas dos pibas.

– únete a la fiesta -dijo juan lobo aquí follada para rato.

 así que se bajó el pantalón el cazador y se  la metió a Caperucita hasta los huevos mientras juan lobo se la metía por el culo  Caperucita llena de poya estaba en la gloria y no hacia más que correrse mientras la abuela  se metía un consolador de los de la cesta en el chocho luego la toco a la abuela que la follaran los dos a la vez mientras Caperucita se comía la tetas de la abuela que estaba en el paraíso.

– así hijo putas follarnos a las dos a mas no poder somos vuestras putas-dijo la abuela.

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